Capítulo 100

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Cogí las llaves que me hizo Lyna de casa, volví otra vez a la habitación sin hacer ruido.
Le dí un beso en la frente tapándola bien con la colcha y sonreí admirando la escena.
Dejé la nota encima de la cocina, recogí todo un poco más y suspiré antes de cerrar la puerta con cuidado de no hacer ruido.
El frío en la calle era bastante, froté mis manos poniéndolas en mis brazos con algo de frío ya que la chaqueta de cuero apenas abrigaba.
Llamé a un taxi mientras salía del enorme jardín y cuando estuvo en la puerta entré, le dije la dirección y me dediqué a mirar por la ventana y pensar en todo esto.
Al rato de comerme la cabeza el taxista anunció que había llegado, era un bosque muy oscuro, árboles altos y de madera fuerte y grande con hojas verdes algo oscuras por la oscuridad.
La tierra enseguida mojó mis botas, sólo había la luz de una pequeña farola en el porche, caminé hacia las escaleras de madera marrón oscura que llevaban al porche.
La madera crujía con cada paso, miré el reloj delante de la puerta, las 5:00 AM.
Espero que no le despertase.
Piqué tres veces con el corazón a mil, no sabía cuál sería su reacción, ni si saldría viva de esta, pero necesitaba intentarlo.
Al abrir la puerta se quedó estupefacto mirándome de arriba a abajo, estaba... sorprendido, con odio y algo molesto.

-Qué quieres?-

-Quiero hablar contigo.- dije seria pero en el fondo demasiado inquieta -

-Eso suponía...- me miró de arriba a abajó y cerró la puerta con cuidado sentándose en una pequeña silla del porche - Comienza.- señaló una silla a su lado y me senté preocupada -

-Bien... es sobre lo de el torneo.- asintió - Necesito un tiempo para prepararme, llevo un tiempo sin correr y creo que necesitaría tiempo...-


*Pov Lyna*

Me retorcí en la cama por los rayos del sol, buscando alguien con mis brazos y piernas, pero estaba sola en la cama.
Abrí los ojos lentamente y me preocupé al no ver a Jennifer.
Me levanté tranquilamente pensando en que alomejor se levantó a hacer el desayuno, pero cuando llegué a la cocina no había nadie.
Ahora sí que estaba preocupada, iba a ir a la habitación cuando ví una nota encima de la encimera de la cocina.

Lyna... he ido a hacer un recado, no tardaré, he dejado el desayuno encima de la mesa y he dejado la basura en la de fuera como me dijiste. Te quiero.

Sonreí al leer la nota, pero algo me decía que no iba bien.
Iba a coger el móvil de la mesilla de noche cuando escuché la puerta abrirse.
Iba a salir a mirar cuando ví que en el estante faltaba la nota de la casa de Maikel...
Oh no...

-Dónde habías esta...- pregunté sabiendo que era Jennifer pero paré en seco al ver a Martha en la puerta con una sonrisa, que al verme en ropa interior se ensanchó -

-Vaya... parece que alguien ha tenido una moche movidita...- dijo riendo y me puse una camiseta ancha de Jennifer que estaba en la habitación. Sonreí al ver que olía a ella y me hice un moño caminando al salón -

-Qué haces aquí?- abracé a Martha - Y cómo has entrado?-

-Bueno... siempre tuve unas, pero tú no te acuerdas.- nos separamos - Vengo de visita, no sabía que estabas con tu novia.- dijo lanzándose al sofá -

-Bueno... no está aquí, pero vendrá pronto...-

-Se lo dijiste a su madre?- preguntó mirándome con curiosidad y asentí con una sonrisa -

-Se lo tomó muy bien, es como... muy enrollada, sabes? No sé...-

De repente se escuchó la puerta abrirse...

Después de clases 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora