Capitulo 28

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Capitulo 28

-Se llamara Kiara-Dijo Sakura sonriendo con una pequeña niña de cabellos rojos intensos como su padre y ojos tan verdes como los de su madre, la combinación perfecta de una pareja especial.

-Bello nombre-Dijo Gaara y le dio un tierno beso a su esposa, luego miro a esa criatura que tenia entre brazos su amada, era preciosa, bella, era el producto de un amor puro y solido.

-Cárgala-Dijo extendiéndole la niña a Gaara, el muy gustoso la cargo y la acerco a su rostro detallando a la pequeña, sus pequeñas y frágiles manitos, los pómulos rosados, sus ojitos entrecerrados, su lacio cabellito rojo, tez blanca como la nieve, vestida de rasa pastel, casi blanco.

-Preciosa-Dijo el admirando su hija de corazón.

EN OTRO LUGAR....

-Han pasado 9 meses y no han aparecido, ¿Qué haremos, Shinishi?-Dijo un hombre alto, largos cabellos negro como su ser, tenia rencor hacia cierto pelirojo.

-No lo se...-Dijo un viejo tras un escritorio, tomando un trago-Pero hay buenas noticias por lo menos-Dijo y le dio otro sorbo a su trago.

-¿Cual?-Dijo Itachi, prendiendo un cigarrillo en dirección a la ventana.

-Sasori, despertó pero...-Dijo el con desconsuelo.

-Pero ¿Que?-Impaciente, así esta Itachi, ya hace muchos meses atrás había perdido la poca paciencia que tenia.

-Perdió la memoria, no reconoce a nadie-Dijo el levantándose de golpe de aquella cómoda silla.

EN OTRO LUGAR...

Niebla londinense que me hace fantasear, en tus pensamientos, jugar con tus sentimientos, frio que cubre mi corazón como hielo que aviva en mi cuerpo. Conexión entre nosotros, como viento y marea. Tu y yo. Guiados por el sentido animal de una danza corporal, segados por nuestros alientos. Cansados de placer, viendo el techo blanco, pensando en nosotros, en un futuro no lejano, en una vida no distante. Sueño que te lleva al abismo de un amor tan firme como las rocas de aquel bosque donde un claro ilumino tus ojos cafés y vi mi esperanza. Arboles que me sirven de escaleras para llevar a tu corazón, cálido y lleno de halo...

-Siempre estaré contigo...-Dijo un castaño a su futura esposa en el oído, donde ella descansaba en su fornido pecho varonil.-Siempre.

CON SHINISHI....

-¿Como has dicho?-Dijo el por teléfono.-Voy para allá-Dijo trancando apresuradamente el teléfono, y saliendo casi corriendo por la puerta de aquella enorme casa blanca.

El viejo Haruno, llego al hospital y entro de una vez a una amplia habitacion donde se encontraba un pelirojo con una mirada miel, profunda y concisa, viendo en dirección a la ventana, un cielo despejado, una sol radiante, y un sonido de un aparato que resonaba en toda la estancia.

-¿Por que has hecho todo eso?, Explícamelo-Dijo el chico, viendo acusadoramente a su padre-Shinishi.

-¿Hacer que hijo?-Dijo incrédulo, sin saber a que se refería.

-¿Por que nunca me lo dijiste?-Seguro, ¿De que?. ¿Qué sabia Sasori?, la intriga estaba creciendo en el viejo Haruno.

-¿Decir que?, Sasori dime de una vez por que me preguntas esas cosas, si...-Interrumpido por su hijo que ya no aguantaba ver la cara de gafo que tenia su padre.

-¡Por que no me dijiste que Sakura no era nuestra hermana!, ¡¿Cuando pensabas decírnoslo?!-Dijo el chico alterándose, y el sonido de la maquina aumento por las pulsaciones del corazón de Sasori, hablar de su hermana era darle en el clavo, al escuchar el nombre de su hermana todas las imágenes vivieron en su mente como un Flash Back.

-¿Como lo sabes?-Pregunto Shinishi un tanto asustado.

-No es de tu incumbencia, solo...responde MI pregunta y lárgate-Estaba a la defensiva, de una manera u otra había tenido esa información confidencial.

-No me hables así, jovencito...-Elevo la voz, para que Sasori sintiera respeto, pero este rio como si fuese un chiste, uno de los mejores que había escuchado en su vida, respiro profundo, el aroma a clínica y medicamento inundo sus cinco sentidos.

-Respetarte a ti, ¿Para que?, para seguir mintiendo, cobarde...-Hablaba como un hombre, con experiencia.

-Mintiendo no, yo solo...-Renegaba, pero la puerta se abrió y los hombre corpulentos lo tomaron por los brazos y lo sacaron de la habitacion.

Afuera de la habitacion, estaba el hombre sentado en una silla, de un largo pasillo semi oscuro, solitario, solo como siempre ha estado, preguntándose una y otra vez ¿Cómo su hijo sabia tales cosas?, ¿Quién le había dicho?, tenia que buscar una solución.

Perdona si te Amó (GaaSaku-ItaSaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora