Capítulo 37

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Capitulo 37

Blancura impecable que encandila sus ojos, silencio que aturde sus oidos, inmovilizado por aparatos, enyesado desde pies a cabeza, con el corazon colgando de un hilo entre la vida y la muerte, solo el sabia cuando ra el momento de morir, pero antes tenia que pedir algo, que lo dejara en paz con este mundo, para liberarse de sus penas y que el vacio llene su cuerpo dañado por el accidente, e irse al infierno con la satisfacion de sentirse perdonado, por ella, parpadeo unas 3 veces, y escucho el sonido de la puerta abrise y luego cerrarse, escucho los pasos de altos tacones caros, bellos, lentos y presisos con algo de desesperación y sorpresa, cerro los ojos cuando cio que la figura se acercaba a el. La corbadia se apodero de su cuerpo, ya estaba llegando el moento de partir, pero anu tenia tiempo. Escucho gemidos de llanto, la tristeza llego a la habitacion invadiendo el alma de la chica, ella se acerco un poco mas, detallando todo su cuerpo enyesado, con aparatos electronicos en al cabeza, en su corazon que latia con dificultad, golpes en el rostro del chico, el labio roto en un extremo.

Ten ten acaricio el rostro palido y delicado del chico, mientras el abria los ojos y ella aumentaba el llanto.
-Hola, kankuro.-Dijo ella en un susurro.
-Perdoname.-Pidio el, pero ella no decia nada.-Perdoname, ten ten.-Imploraba a ella.
-No.-Dijo con seguridad, y serteza.
-¿Por qué?.-Pregunto el mirando los ojos de ella tan fijo que ppodia ver su interior.
-Por que.....Te iras.-Dijo tratando de calmarse y desviando la mirada de la de el, era difícil decir eso a la persona que seguia amando con toda su alma.
-Es necesario.-Dijo con autoridad.
-No, no es necesario.-Dijo ella, mientras acariciaba el sutil rostro del chico.
-Perdoname...siempre estare contigo, ten ten....fuiste la mujer que lleno mi vida, y me salvastes de la maldición....Eres mi angel....Ya es hora-Dijo el mientras una lagrima rodaba por su palida mejilla.
-.........-Reino el silencio entre ambos, ten ten aun no podia creer lo que decia el, era palabras muy bellas, tomo una difícil decisión.-Te perdono, kankuro.-Dijo ella mientras mas lagrimas dolorosas salian de sus ojos que pedian piedad.
-Gracias....Besame como la primera vez que te conoci.-Pidio el mientras, ella le dedico una tierna sonrisa y se acercaba a su rostro, rozando sus labios suaves y delicados, todo era diferente era su ultimo beso, ambos los sabian, y ansiaban que no fuese asi, pero era imposble el ya habia decidido irse. La sutil pasion son la que se besaban, era mistica, gloriosa, recoriendo mundo, y volviendose a conocer, pero al terminar el beso, ella sintio como el se quedaba sin respiracion, y su pecho de detenia, el ultimo aliento ella se lo quito, pero eso era morir con amor, la castaña no abrio los ojos solo le susurro, en los labio.
-Alguna vez nos veremos, kankuro....-Dijo ella mientras pegaba sus frentes.-Tu perdoname por no decirte la muerte de tus hermanos, espero que se reunan de nuevo en el cielo....Te amo.-Dijo ella derramando sus lagrimas en el rostro del chico que vive en su corazon y que siempre estara ahí. Beso la frente del chico, miro su rostro y luego el aparato estaba en blanco. Salio y llamo al medico.

CON JEIS........
En el mueble de aquella casa, una nueva pareja comenzaba su vida, un amor a primera vista. Ellos se besaban con lujuria, mientras jugaban con sus manos, susurrando cosas.
-¿Nadie te dijo lo bella que eres?, jeis.-Dijo el mientras, le besaba el oido a la chica. Pero ella rio, y no respondio esa estupida pregunta. Pero el chico, la tomo en sus brazos y la llevo a la habitacion, mientras ella pataleaba, y se reia a carcajadas.
-Bajame, bajame....-Decia ella mientras era cargada, pero fue depositada delicadamente en la cama de su habitacion, donde habia dejado los ecosonogramas, los tiro al suelo y quedaron ellos dos en todo el espacio, el encima de ella, penetrandola con la mirada, el deseo y el calor se apodero del espacio compartido, el la beso, y comenzaron el juego volátil. Besos, caricias, ropas al aire, gemidos, deseo, experiencia, embestidas, calor, sudor, va i ven de cuerpos sincronizados, orgasmos, y se repetia una y otra vez, llagaban al extasis y lo repetian, eran insaciables, resistentes, dominates, pero llego el momento de descansar, ella se dejo caer sobre el formido pecho del joven, sus respiraciones agitadas igual que sus corazones, sus ojos cerrados disfrutando del momento, el sudor mezclado con el aroma de sus perfumes, era algo soñado. Cuando se calmaron, ella dijo.-Naruto ¿Me podrias tocar la cancion de esta manaña mientras llovia?.-Pidio ella, mientras sentia los brazos de el arropar sus cuerpos.
-Claro...pero es tarde, vamos a dormir.-Dijo eran las 2:19 am, la madrugada trajo su frio y se acomodaron para dormir, el protegiendola en sus fuertes y bellos brazos, mientras ella se abrazaba a la cintura del joven rubio.
Naruto era un violonchelista reconocido, de familia millonaria, que vivia en als bellas colinas, que le servian como inspiración para sus canciones, vivia solo, siempre aprovechaba las tiempos climaticos para componer, pero aquella mañana observo el dolor de aquella chica y decidio acompañarla con una tragica melodia que habia compuesto hace mucho en sus tiempos de depresiones momentaneas, ella lo inspiro, lo guio del dolor a la vida, lo ilumino, sus gritos hicieron que el despertara en su vida, y su alegria volviese a la vida, toda la tarde se dedico a componerle una cancion, y luego la fue a conocer, pero no aguanto y la beso en la puerta de su casa, y haci la fue llevando hasta el sofa, no pensaba llegar a tener sexo tan rapido pero ella se lo permitio, ambos se querian sertir amados por una persona importante.
A la mañana siguiente. Se despiertan y conversan un rato, el se mete a bañar y ella se levanta pisa sin querer uno de los ecos, lso toma todos y lo hecho a la basura, desapareciendolos de su vida. Ahora todo seria nuevo, nueva vida, nueva persona a quien amar, y nuevos sentimientos.

Perdona si te Amó (GaaSaku-ItaSaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora