Alexander

Carta a Sandra

Sandra, querida hermana, hace cuánto tiempo que no he logrado escribirte al menos un pequeña postal, espero que por favor me disculpes por ello y no me mates.

Todos aquí esperamos que te encuentres muy bien allá donde te encuentras, aunque ya hayan pasado más de dos años desde que te fuiste mamá aún sigue mirando de manera melancólica tu foto de la graduación y no es para menos, su hija adorada ya voló del nido... pero no por eso creas que los demás no te echamos de menos, verdaderamente extraño aquellas eternas noches en las que pasábamos hasta altas horas de la noche conversando de mil y una cosas que nos pasaban así como los consejos que me dabas una vez empecé la universidad, recuerdos muy valiosos para mí.

Te agradezco enormemente por el regalo que me enviaste por mi cumpleaños y espero me disculpes que no haya podido escribirte hace mucho, digamos que el tiempo ahora es un tema muy complicado para mí; como bien sabes hace más de un año comencé a trabajar por lo que ahora debo medir casi con lupa el tiempo destinado a cada una de mis actividades diarias sin descuidar, obviamente, mis labores en la casa.

Trabajo, estudio, clases de inglés, clases de violín, y sin olvidar mis pasatiempos... creo que un día de estos me volveré loca. Pero es mejor que mantenga mi mente ocupada en algo, aunque pensándolo bien esto me está costando mi juventud, ya incluso unas chicas que viven por nuestra casa me dijeron que parezco una mujer de 30 años... creo que mi shock fue tan evidente que se disculparon y salieron corriendo en compañía de unos chicos.

Hermana querida, además de saludarte y saber cómo te encontrabas, te escribía también para hablarte referente a la propuesta que me hiciste en la última carta; y luego de meditarlo durante muchas noches y hablarlo incluso con mamá y papá he decidido que acepto ir contigo. Comprendo que me ayudará enormemente a conocer más acerca de mi carrera así como del arte en general, además... dada mi situación actual, creo que lo mejor es que me aleje un tiempo de acá. Imagino que te estarás preguntando el motivo de lo último y créeme que es demasiado complicado y extenso como para poder explicarlo en una sola carta. Además de que me encantaría tener una de esas noches como aquellas en las que pasábamos horas y horas hablando sin límite alguno, sin guardarnos nada.

Sin más que añadir y esperando tu pronta respuesta para fijar el día que vendrás para viajar juntas.

Te escribe, tu pequeña hermana.

Rita