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Un mes exacto, a como Norte había diagnosticado. Parecía ser que todo iba de maravilla, era fuerte, Rapunzel le brindaba mucho más salud con su magia.

—Pero, ¿eso le hará daño a ella?

De tan sólo pensar que algo podría pasarle, el miedo vino de nuevo. Tomó su mano como un reflejo, como si alguien quisiera quitársela.

—Para nada, si ella se mantiene en reposo y se alimenta bien, por supuesto.

La rubia temió lo peor. Sabiendo lo sobreprotector que era, seguro Jack la encerraría en una burbuja.

—Todo esto es más por ti que por el bebé. Él estará bien, pero la energía que absorbe de ti te estará debilitando un poco conforme pasan los meses.

Acarició su vientre y, por alguna razón, no estaba para nada asustada por lo que le pasase. Quizá eso era ser madre, amarlo de tal forma que no te importase lo que pase contigo.

—Mientras él esté bien.

Fue lo que susurró, sin dejar de acariciar y mirar su vientre. Se prometió a sí misma ser la madre que nunca tuvo, cuidaría de él con todas sus fuerzas, le amaría con todo su corazón. Le haría ver el mundo de diferentes maneras, le enseñaría cómo controlar sus poderes. Lo educará con buenos modales y amabilidad, que sepa hacer amigos. Le hará entender que no está solo y nunca lo hará, papá y mamá siempre le sostendrán la mano si es que necesita ayuda.

—Bien.

—¿Puedes saber qué es?

—A cómo van las cosas, yo diría que es un varón.

Suspiraron aliviados. Papi Jack no era muy fan de sentir celos, y, con una niña, esa palabra sería la primera en su vocabulario. Si de por sí, muy apenas deja que Hiccup la abrace y por no más de 5 minutos.

—El primer mes, ¿qué tanto cuidado debo tener?

La curiosidad le invadió de repente, ella misma puso cara de confusión cuando se dio cuenta, pero no estaba mal que preguntara. Quería estar lo suficientemente informada para no cometer ningún error.

—Mucho.

Dijo después de unos minutos, como analizando las cosas. Eso significaba lo que más temía.

—Nada de misiones, nada de trabajos de limpieza, nada de esfuerzos.

No estaba segura de si era necesario tanto cuidado, pero acataría cualquier orden con tal de que su bebé estuviese bien.

—Cuídense, ese muchachito será todo un lío.

La rubia miró la cara de vergüenza de su novio con diversión. Jack no era de las personas que se mantienen quietas por mucho tiempo, así que sospecha ya cómo será el nene cuando tenga unos meses más dentro.

—Esperemos que sea un mini Punzie.

Comentó esperanzado, a lo que ella rió.

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