LO QUE HABRÍA PASADO DE PERDER PUNZIE AL BEBÉ TRAS SU ENCUENTRO CON PITCH.
Una luz brillaba con bastante intensidad sobre ella. No recuerda en qué momento fue que llegaron ahí, pero se sentía aliviada al notar la silueta de Tooth y Norte. Lo último que sabe es que gastó sus energías, casi al límite, y que Pitch no se volvió a aparecer.
Tocó su vientre inconscientemente y se sorprendió al sentirlo plano. El miedo recorrió todo su cuerpo y su imaginación comenzó su trabajo. Se levantó de un golpe y gritó desesperada por él\ella. Quería saber cómo estaba y qué demonios había pasado.
Llamó la atención de Tooth al instante, quien se acercó rápidamente a tratar de volverla a recostar en la camilla para que siguiera descansando, porque aun sus energías no estaban del todo renovadas y sería peor para su salud.
- ¿D-Dónde...? – balbuceó la rubia, tomando las muñecas que le impedían movilizarse fuera de ese lugar para buscar a su familia. – Mi bebé. –
- Rapunzel –llamó ella, mirándola con tanta pena y tristeza. Sus ojos brillantes reflejaban la empatía que sentía hacia su pobre amiga por la situación tan injusta por la que estaba pasando. Darle la noticia sería muy duro, incluso para sí misma. –. Oye, trata de calmarte. –
Punzie se dio cuenta de que algo no andaba bien. Sus sentidos se agudizaron, el enojo le quemó la sangre y podía sentir el calor recorrer sus venas hasta detenerse en las yemas de sus dedos, quemando ligeramente la piel de su amiga; lo supo tras la mueca adolorida que se reflejó en el rostro de la mayor. Estaba lista para atacar si era necesario, aunque sabía que ellos no eran el enemigo realmente.
- ¡Dime dónde está! –volvió a gritar, apretando cada vez más el agarre que tenía sobre ella.
Norte estaba más que impactado por presenciar en primera persona a Rapunzel, la chica más dulce y tierna que pudo conocer en su vida, siendo controlada por su instinto maternal, mostrando una fuerza que ni siquiera para defenderse utilizó en el pasado.
Sólo cuando estuvo en completo seguro de que Tooth no podría controlarla, fue cuando se acercó a ella y tomó su hombro delicadamente, haciéndola voltear y mirarlo directamente a los ojos; esos ojos cansados que le decían sin palabras lo que más se temía, su peor pesadilla.
- Fue demasiado el impacto, cielo – dijo con dulzura, cada palabra clavándose permanentemente en la mente y corazón de Punzie para no salir jamás, creando, sin saber, un sentimiento de odio y venganza. –. No hubo manera de que sobreviviera. La muerte fue instantánea. –
Norte vio algo apagarse en los ojos de Rapunzel en ese momento.
(...)
- Hey –saludó Mérida con cautela, entrando silenciosamente a la habitación. –, ¿cómo te sientes? –
Era deplorable el estado de Rapunzel. Se mantenía en un estado estático durante horas, sólo mirando sus propias manos, soltando lágrimas de vez en cuando, y sólo moviéndose para acomodarse a dormir ciertas horas del día; no comía, no hablaba, no emitía ningún sonido que no fuera la de su propia respiración. Las ojeras debajo de sus ojos se veían muy mal, estaba mucho más delgada. Parecía que moriría al cabo de unos días, no obstante, Mérida sabía que ella había muerto junto con su bebé hace unos pocos meses atrás.
- Aún no localizan a Jack –informó, esperando obtener alguna reacción tras mencionar a su esposo, pero no hubo nada. –. Ya están tratando con Chimuelo, pero no esperan tener resultados tampoco. Es como si la tierra se lo hubiera tragado. –
Silencio.
Dunbroch quiso llorar ahí mismo; gritar, patear algo, golpear lo primero que viera a su alcance. Sólo desahogarse ahí. Dejar que la impotencia consumiera cada fibra de su ser, porque todo era muy injusto. Alguien como Rapunzel no merecía nada de lo que estaba sucediendo; un alma tan pura no tenía por qué romperse de esa forma. Y, por más que deseara hacerle saber que estaba ahí con ella, era muy duro sentarse a su lado durante horas y sólo observarla irse así; Mérida no era suficiente para consolarla, nada lo sería, cómo consuelas a una mujer que perdió a su hijo, que le arrebataron el deseo de verlo por primera vez, de cargarlo y sentir su suave piel, oler su agradable aroma, y decirle directamente que lo amaba más de lo que amó a alguien en la vida.
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Baby
Fanfiction- Jack... - ¿Qué pasa, linda? - Estoy embarazada. ❝Donde algo inesperado se convierte en un milagro.❞ ▶Jackunzel. ▶Mericcup. ▶Capítulos cortos. [Compensación de mi fracaso:(]