La familia Frost había decidido tener un lindo paseo familiar. Avisaron a Norte y a Tooth para que no se angustiaran si no los encontraban en la guarida. Las pequeñas estaban emocionadas al ver toda la nieve en el lugar, aunque no sabían con exactitud a dónde se dirigían. Quisieron y trataron de sacarles información a sus padres, pero todo intento fue en vano. Anna era quien corría de un lado a otro, mientras que Elsa se limitaba a reírse por sus caídas de lo inquieta que era.
La verdad era que Jack les tenía una sorpresa que había planeado desde mucho antes, desde que Punzie le dijo que estaba embarazada. Fue bastante anticipación para que todo estuviese arreglado tal como quería, que luciese perfecto para las mujeres de su vida y acogedor para ser una familia más feliz de lo que ya eran.
No fue fácil convencer a su líder de esa idea. Teniendo hijos, los riesgos de ser atacados aumentaban considerablemente, así que debían mantenerse alerta siempre y tener un plan de escape en caso de que llegara a extremos. Su primogénita aún no sabía cómo defenderse debidamente y Anna no daba indicios de que pudiese manipular ningún tipo de magia, ese era un tema que estaban discutiendo y tratando de resolver todavía, pues era necesario para su protección.
Rapunzel ya se había dado una idea de lo que pudiese ser. Jack era malísimo mintiendo y fingiendo, no se le daba para nada, o por lo menos no con ella. Porque aún recuerda todas esas bromas hacia Hiccup, bromas que casi matan al pobre de un infarto, igual y Mérida siempre estuvo ahí para darle su merecido.
—Okey, señor misterio, ¿cuánto falta para llegar?
—Ya casi, señorita impaciente.
—Al menos dime de qué color es.
—¡Cómo odio que siempre te des cuenta de las cosas!
La rubia rió ante la irritación de su marido. Seguía siendo divertido arruinar sus planes, aunque había momentos en los que no era tan cruel y le tocaba fingir emoción, que, ya después de tanto tiempo juntos, logró perfeccionarlo para que se viera más real cada vez. Sólo así no hacía sentir mal a su novio... bueno esposo.
Es cierto, están casados y tienen dos hijas preciosas. Fue demasiado rápido cómo todo pasó, tuvieron sus altas y sus bajas y hubo momentos en los que pensaron que no saldrían con vida. Todavía ese sentimiento de desesperación seguía marcado en ella al saber que esperaba un bebé de Jack, aún el miedo le erizaba la piel de sólo pensar que él quizá no lo querría y la abandonaría, pero nada de eso pasó, todo fue como un mal sueño y ahora estaban bien.
De vez en cuando le gustaba mirar su argolla, acariciarla y revivir los recuerdos de su boda. Cuando su novio le pidió matrimonio, en presencia de su bebé aún en su vientre.—Mira, mamá... una ardilla.
—¿Dónde, cielo?
—En ese árbol.
Todos elevaron la mirada, notando al animalito mirarlos con detenimiento, era chistoso cómo ladeaba la cabeza hacia un lado, confundido por las señas de las niñas. Por un momento vino a su mente Pascal, su pequeño compañerito de juegos. Le extrañaba, él fue su mejor amigo cuando pensó que estaba sola en el planeta, le acompañó en los peores escenarios de su vida. Daría lo que fuera por tenerlo presente y mostrarle todo lo que ha logrado; hacerle sentir orgulloso.
Pero entonces, una tenue luz le sacó de sus pensamientos. Dirigió su mirada hacia donde la luz provenía, encontrándose con una casa un tanto llamativa a mitad de ese bosque.
Quiso reír por lo despreocupado que podía llegar a ser su esposo en ese tipo de cosas, quería lo mejor para ellas, pero a veces sobrepasaba los límites. Se supone que debe ser un hogar para estar a salvo, no gritarle a todo el mundo dónde están. Además de que el lugar era increíblemente espacioso para ser solamente cuatro personas, las cuales dormirían dos en cada habitación.—¡Princesas, y mi reina, bienvenidas a su nuevo hogar!
Las minipersonitas gritaron y brincaron emocionadas, abrazando a papá y dándole las gracias por tan increíble regalo.
—¿Te gusta?
—Algo discreto, eh.
El albino se ruborizó y rió tímido. No le prestó mucha atención a eso con tal de impresionar a su mujer como debía ser. Los pequeños detalles, como chocolates, cenas y cartas le parecían poca cosa para la mujer de su vida.
Agradecía internamente a Mérida y a Hiccup por nunca decir nada y por ayudarle a construirla, así también por agregarle los muebles y una que otra cosa que faltaba.—¿Cómo lograste pasar desapercibido por alguien?
Sabía que ese alguien era más bien Pitch, aunque no debían darle demasiadas vueltas a ese tema. Nunca volvieron a saber de él desde la última vez que pelearon.
—Suerte.
Rapunzel sonrió al ver a sus hijas tan maravilladas por su nueva casa, diario se mantenían en su habitación en la guarida por miedo a molestar a uno de los compañeros de sus padres, pero ahora tendrían todo el lugar para divertirse. Incluso podrían llamar a Cassidy para jugar.
—Entonces, esto es todo. No más misiones, no más cansancio exagerado.
Jack tomó la pequeña cintura de su esposa para acercarla a él, sonaba tan aliviada al dar por hecho que su vida como guardiana estaba por acabar, que supo que esto era lo que siempre había querido.
—Así es, nena. Sólo tú, yo y nuestras hijas.
—Eso suena tan bien.
Besó delicadamente la frente del amor de su vida, dejando que su pecho se liberara por primera vez en lo que lleva de inmortalidad. Siempre viviendo con la opresión de saber que en cualquier error alguien va a morir les dejaba agotados física y emocionalmente.
Sus prioridades serían diferentes a partir de ahora, ya no tendrán que esforzarse por ellos mismos solamente, ahora hay dos personitas más que cuidar, proteger y dar amor.Harán lo mejor que puedan, serán los padres que nunca tuvieron y les darán un buen ejemplo a sus hijas.
Los problemas no acaban ahí y eso lo saben. Vendrán muchas cosas por las cuales lucharán más duro que nunca, pero lo lograrán. Están juntos, y siempre lo estarán.
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Bueno, este es el final.
Perdón si la historia no es como la esperaban o no cumplió sus expectativas. Me esforzaré mejor la siguiente vez.He vuelto y no me iré esta vez:).
Gracias por llegar a esta parte, gracias por darme la oportunidad de llenar más ese amor por el Jackunzel.
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Gracias, chic@s❤. Los amo.
Atte: Dievai.
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Baby
Fanfiction- Jack... - ¿Qué pasa, linda? - Estoy embarazada. ❝Donde algo inesperado se convierte en un milagro.❞ ▶Jackunzel. ▶Mericcup. ▶Capítulos cortos. [Compensación de mi fracaso:(]