•6•

867 40 4
                                    

—¿Podría hablar contigo?

Norte dejó de lado el informe que tenía en manos y miró al muchacho frente a él. Estaba serio, neutro, no pudo adivinar qué era lo que quería.

—¿Pasa algo?

Llegaron a su oficina y se aseguraron de tener un poco de privacidad. Esperaba que el pálido no le saliese con una tontería, sabiendo de antemano cómo era.

—Quería pedirte un favor.

Era de esperarse. Rogó para que no fuese algo que hiriese a Punzie.
No tenía ni idea, pero comenzó a sospechar que no quería al bebé, todos lo hicieron, y no tenían argumentos para juzgarlo.

—¿Serías tú quien nos case?

Lo tomó por sorpresa, ya tenía pensado todo un discurso del por qué mantener la calma cuando algo inesperado pasa y todo lo demás. No recuerda que haya querido pedirle matrimonio a Punzie.

—¿Es lo que realmente quieres?

—Sí.

Sin titubeos, sin duda, sin miradas agachadas. Firme, y directo.

—¿Cuándo?

—Dentro de tres meses.

Era mucho el tiempo que quería dejar pasar, puesto que sólo serían ellos y el bebé estaba próximo a venir. No tenían mucha familiarización con los guardianes independientes, sólo con un par que eran testarudos y odiaban seguir leyes, pero combatían el mal.

—¿Le han avisado a todos?

—Casi. Rapunzel quiere invitar a un par de amigos que tiene fuera de aquí, ya sabes, no puede faltar el gran amigo Raider.

El mayor le miró con diversión. Los celos eran el peor controlador de Jack. Lo manipulaban casi igual que Punzie.

—Por supuesto, no puede faltar Astrid.

Eso era cierto. Fue una de las mejores amigas de la rubia en cuanto la conoció en una misión. De vez en cuando, pedían ayuda de ese grupo de locos sin control para vencer al enemigo, por esa misma razón se formaron amistades.

—De igual manera queríamos invitar a Mavis y Jonathan.

—Oh, el pequeño Dennis será la sensación.

Por suerte era adolescente ya. No quería tener que lidiar con ese niño de nuevo, sobretodo porque siempre le odió en la infancia.
Vivían de pelea tras pelea, y Mavis, Jonathan y Punzie se burlaban de ambos.

Dennis nació en una época un tanto peligrosa. Los guardianes nunca han tenido el privilegio de interactuar mucho con los humanos. No pueden entablar una amistad con alguien inferior porque ellos son inmortales y los demás no.
Mavis tuvo suerte. Drácula ayudó un poco escondiéndolo durante un tiempo, sólo el necesario para contraer matrimonio. Justo después de la boda, ella lo mordió, convirtiéndolo también en vampiro.

—Aún faltan cosas por hacer. Sólo espero que todo esté tranquilo.

—¿Qué habría de pasar?

BabyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora