Capítulo 4

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Cruzamos la calle juntos pero al mismo tiempo separados. ¿Se entiende?
Nosotros, nuestro grupo de confianza, los que éramos una familia y ellos, el trío, unidos por su cuenta pero pretendiendo que podíamos confiar los unos en los otros.

-¿Así que han pasado semanas caminando de pueblo en pueblo hasta llegar hasta aquí? Me imagino que estando en ese pueblo del que nos hablaron no tenían ni idea de lo que pasaba aquí.- Murmuró Alexander desde adelante, miré a Caín quien charlaba con la chica.
-En realidad no.- Le contesto yo ya que los otros no iban a hacerlo, Sabrina hasta rodó los ojos al escucharlo.- Pero nos lo imaginábamos.
-Vivir e imaginar no es lo mismo.
-Bueno, pues te aseguro que de haber estado con nosotros no hubieras luchado por salir de ahí.- Asegura Sabrina con tono serio, del mismo modo en que su rostro está.

Alexander gira su cabeza levemente para verla y entrecierra los ojos.-Sólo trato de decir que esperaba más de ustedes.
-Con todo respeto, ninguno de nosotros pidió el título que se nos dio.- Le contesto yo.- Y sin embargo, aquí estamos ahora, trazando un plan para acabar con el verdadero enemigo, me importa una mierda si no era lo que esperabas.

Alexander se ríe de forma incómoda.- Con todo respeto, claro.

Lo bueno es que el tipo capta las indirectas.
Y si no fuera por la silueta que venía corriendo hacia nosotros, estoy segura de que Sabrina habría agregado algo, pero no lo hizo, porque esa silueta era Natalia.

Alexander fue el primero en sacar su cuchillo pero lo detuve de inmediato agarrándolo por el codo.

-No, está con nosotros.

Estaba amaneciendo por lo que pude verle el rostro una vez que estaba cerca, lo cual me hizo vacilar entre ir a encontrarla a medio camino o quedarme donde estaba.
Ella estaba llorando, estaba llorando y parecía devastada.
Lo que significaba que algo había pasado.
-Natalia.- La llamo avanzando unos pasos, incluso Caín deja de hablar y casi corre hacia ella.-¿Qué ocurre?

Ella se para frente a nosotros y se apoya en mi hombro, su cabello alborotado y sus ojos cristalizados y rojos.
-Es... es Sebastian.

Escucho el cambio en la respiración de Sabrina a mi lado mucho antes de terminar de comprender lo que sus palabras significaban.
-¿Qué ha pasado con mi hermano?- Pregunta Sabrina con voz mucho más alta de lo necesario, puedo escuchar en su voz el tono de desgarro que intenta ocultar y yo sólo puedo pensar en que, cualquier cosa que haya pasado es mi culpa.
Natalia parece nerviosa de continuar, su mano que está en mi hombro se retuerce.

-Por alguna razón eludió el hechizo y despertó... y cuando se enteró de que estabas a fuera quiso ir a buscarte.

Caín está pálido y su mirada está llena de angustia y muy por lo bajo escucho cómo Aaron le pregunta a alguien quién es Sebastian. No quiero ver el rostro de Sabrina cuando hago la pregunta que todos quieren pero al mismo no, escuchar.

-¿Qué le ha pasado?
-Le han disparado al salir, alguien, una de las personas que huía de los Caníbales le disparó por error y...

-No.- Le corta Sabrina caminando hacia ella, me pongo tensa al pensar que pueda golpearla pero sólo cierra sus ojos y tensa su mandíbula, seguro evitando gritar.- No lo digas, quiero verlo.

Natalia asiente agitada y nos hace gestos de que la sigamos, todos lo hacemos a paso asegurado, incluso el trío se ha quedado en silencio. Yo tengo que resistir el impulso de disculparme con ella por lo que he hecho.
Casi corremos al edificio donde la puerta de vidrio está cerrada, pero cuando Natalia toca tres veces pausadamente Jesse la abre y se asoma para dejarnos pasar. Sabrina prácticamente lo empuja al pasar, Caín es el siguiente y luego yo.

Tierra De Nieve Y Cenizas© [Libro 3] #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora