Capítulo 18

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A la mañana siguiente me visto no como suelo hacerlo cuando salgo de vigilancia, me visto como solía hacerlo antes, una camiseta, unos shorts rasgados y una camisa de cuadros manga larga por encima y unos botines.
Suelto mi cabello largo y cuando lo peino me pregunto por varios minutos si debería cortarlo. Me decido finalmente por no hacerlo, me gusta largo.
Y con la mejor actitud del mundo voy hacia el comedor.

-Wow, te ves diferente hoy.- Julian me alcanza a la mitad del camino entre mi dormitorio y el comedor.
Trato de sonreír.-Gracias, supongo.-¿Cómo has estado? No te vi mucho desde lo de Aaron.

En cuanto cruzamos las voces nos hacen alzar la voz. Como suele estarlo por las mañanas, tardes y noches a las horas específicas, se encuentra lleno.
Varios nos saludan con la cabeza, muchos rostros ni siquiera los reconozco.

-He estado pensando, ya sabes, dentro de poco dejaremos estas comodidades y posiblemente veamos a Mauro, la última vez que lo vi me golpeó hasta casi matarme.- Hace una mueca.- Así que no sé cómo reaccionaré cuando lo vea, supongo que tendré que contenerme.

Mi nuca cosquillea y cuando volteo a ver, me encuentro con la mirada de Sam, sus ojos se apartan rápidamente cuando se da cuenta que lo miro.
No puedo evitar una sonrisa al girarme de nuevo a Julian.
Me vio.

De camino a la mesa en donde nuestros amigos están me atrevo a echarle una mirada a su mesa, no hay ninguna chica en ella, sólo él, Drew, Cam y Devon.
Já, alguien ama sus partes íntimas.

-Buenos días.- Los saludo.
Me contestan con la boca llena.
-Les estaba contando sobre nuestras lecciones.- Dice Lukas entusiasmado.
Me asombra ver a Caín en la mesa, pensé que estaría en su oficina. No disimulo al tratar de buscar a Elis en la mesa o la continua donde se sientan los que no caben en esta. Pero no está.
-Sí, es increíble pero Abby, sabes que tienes que aprender a controlarte, no sabes el límite de tu poder ahora, podría ser peligroso.- Me dice Caín.

-Lo sé, es como regresar todo a cuando tenía miedo de mis poderes y cuando no sabía cómo utilizarlos.- Me encojo de hombros.- Pero si voy a entrenarme no será aquí dentro, podría incendiar las cosas o romper algo que no debo... Me sentiría fatal si alguien entra por error y...
-Lo sé.- Dice Caín.-¿Qué te parece si entrenamos por las noches? 
-Perfecto.

Tardo un segundo en comprender por qué mi mente se sentía pesada.

  ¿Sabes? Si quieres saber algo sólo tienes que preguntar. 

Le digo a Sam por el vínculo.
Había estado escuchando nuestra conversación.

Su cabeza se gira hacia mi y hace una mueca de disgusto.

No sé de qué hablas

Es su contestación.

Necesito hablar contigo

Yo no, gracias.

Deja de ser un idiota, saldrás beneficiado de esto.

No lo creo, nada que tenga que ver contigo me beneficiaría.

Trato de no pensar en aquella noche que involucró un hotel abandonado y velas en el suelo...

Jódete entonces.

Le contesto enojada y cuando miro a mis amigos ellos ya me están viendo.
-¿Qué?- Pregunto demasiado brusca.
-Uh... Nada.- Murmura Lukas con el ceño fruncido.
-No comas tanto, podrías vomitar en los entrenamientos.- Lukas deja su cuchara llena de huevos revueltos a mitad del camino y me lanza una mirada asesina.

-No me digas cuánto puedo comer.

-Bien, pero cuando vomites, que no sea encima de mi, por favor.- Me sonríe maliciosamente.

Tierra De Nieve Y Cenizas© [Libro 3] #Wattys2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora