Capítulo 2

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Muchas veces nos cuesta tomar decisiones, nos da miedo estar solas o a que nos dejen, tenemos un autoestima tan bajo que cualquier cosa nos hace sentir menos y aceptamos lo que dicen de nosotros pero solo lo que está mal y lo creemos porque no tenemos la suficiente fuerza ni confianza de creer en nosotros mismos. Duele, de verdad duele sentirse así es un dolor que cala nuestros huesos, duele el alma, el corazón. Ni siquiera llorar es suficiente para aliviar ese dolor. Me pasa a diario la impotencia de sentirme menos cada día, de sentir que todo está bien cuando no es así. Pienso que no soy lo suficiente para Gael doy todo pero no recibo nada, dicen que tenemos que dar sin recibir nada a cambio pero como dar amor y solo recibir desprecio.

Y aquí voy a la misma rutina de siempre, desde hace dos años es lo mismo no puede admitir que estoy cansada de esta monotonía a Gael no le parecería en lo absoluto el hecho de que yo diga cosas que no me gustan, él es tan perfecto que me aterroriza no ser lo que quiere. Muchas veces me pregunto qué fue lo ¿Que le gusto de mí? Porque si bien lo pienso no soy muy atractiva, mis atributos no son los mejores, y de mi estatura ni hablar un minios es grande comparado con mi tamaño. Pero aun así se acercó a mí en aquella librería "La Rama Dorada" un lugar al que frecuento muchas veces, me gusta estar rodeada de libros y ese olor característico del café recién colado me encanta, leer es mi vida ya que me trasporta a otro lugar y salgo de toda rutina. Y como siempre he dicho "Nada mejor que leer un libro, acompañado de un buen café".

Como olvidar cuando conocí a Gael el muy descarado ni se presentó, se acercó a mí mesa a preguntarme si sabía más o menos el área de economía, ya que me dijo que mi rostro le era familiar en ese lugar. Yo solo podía mirar sus hermosos ojos color café un poco achinados que me miraban con diversión y me hacían sentir incomoda, su nariz perfecta, y sus labios Dios son sin duda alguna finos de color rosado pero de esos que con solo mirarlos te invitan a pecar, siempre he sido reservada en ese sentido de pensar de esa manera en un chico pero él era diferente me hacía pensar cosas realmente perversas, con esa cara angelical y su encantadora sonrisa me enamoro, su estatura ni hablar era muy alto a comparación de la mía yo me sentía como una hormiguita al lado de una jirafa, no era musculoso pero tampoco era esquelético en fin, aun así con mis nervios a flor de piel le ayude a buscar el libro que estaba buscando, me agradeció con una hermosa sonrisa que me cautivo por completo y se convirtió en mi dolor desde entonces. Dejo de pensar y me encamino hasta mi oficina.

-Buenos Días señora, tiene varias reuniones con algunos clientes al igual tiene que reunirse en dos horas con Aarón para ver lo de la nueva campaña.

-Buen día Susy, tráeme un café por favor y llama a los demás a la Sala de juntas.-Hoy por lo visto será un día largo al menos tengo Aarón para apoyarme además de mi mejor amigo es mi socio juntos comenzamos este gran negocio. Decidida salgo a la reunión.

La reunión fue todo un éxito cada día nuestros negocios van subiendo como la espuma, estoy tan emocionada porque muy pronto cerraremos un gran contrato con una editorial y además estamos pensando en dos sucursales una en el país y otra en España. Mi sueño siempre ha sido tener una empresa reconocida y poco a poco voy materializando ese sueño.

-Jefa, podemos salir a almorzar yo invito. Dice Aarón tan atento como siempre.

-Por supuesto, cuantas veces tengo que decirte que no me gusta que me llames jefa –le doy una mala mirada- me hace sentirme más que tú y ambos sabemos que somos dueños de todo esto digo señalando la oficina.

-Está bien Xime, solo que no me acostumbro y lo sabes, además tienes que contarme porque últimamente estas distraída y con una sonrisa tan triste a mí no me engañas.

-Me conoces muy bien, pero ya sabes para el negocio soy decidida pero en cuanto a Gael me falta seguridad. Últimamente estamos más distantes que siempre y eso me tiene mal no quiero presionarlo.

-Entiendo pequeña, vamos que muero de hambre así hablamos con mucha más calma.

Presiento que este almuerzo es solo excusa para saber qué es lo que realmente me pasa. Pero ni siquiera yo entiendo por qué nuestra relación paso a ser hielo cuando antes éramos fuego y no hablo solo por el ámbito sexual. Nuestro amor desprendía por los poros, pero a lo mejor la monotonía hizo que esa chispa con el tiempo se apagara. Bien dicen que el amor hay que alimentarlo día con día.


Siento mucho la tardanza pero mis clases me tienen atrapada, ademas de ciertos problemas personales prometo subir pronto.

Los quiero no se olviden de sus votos y comentarios ❤  

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