Capitulo 23

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Los tres llegan a la casa de la chica, una emocionada por haber llevado a cabo la primera parte de su plan y los dos siguientes atemorizados por no saber lo que les viene encima. Valerie abre la puerta y Christian les da la bienvenida:

-          Hola, chicos. ¿Qué tal todo?

-          Hola, Christian. Bien, bien. – Responde rápidamente William.

Val y Will entran en la casa, mientras Christian aprovecha para coger a Natalie de la cintura y susurra sobre sus labios:

-          ¿Te pensabas que ibas a entrar sin darme un beso?

La chica sonríe y se besan. Como le quiere, es el hombre perfecto. Una vez se separan, van juntos hasta la mesa, donde Valerie y William hablan con monosílabos. La cena está riquísima pero hay algo que no termina de cuajar en ella. El silencio. Nadie habla, nadie comenta nada, hasta que Val, decide terminar con ese silencio incómodo:

-          Bueno, os preguntareis porque os he invitado a cenar tan de repente. La razón es muy simple. Quiero y deseo que todo vuelva a ser como antes. Con Natalie ya tengo la relación de mejores amigas que teníamos, pero contigo, Will, no. ¿Por qué te cuesta tanto volver a ser el chico alocado de siempre?

-          Valerie, de verdad no quiero hablar de esto ahora. Si me ha invitado por esa razón, me voy. No quiero hablar de eso delante de ella y mucho menos, delante de Christian. Lo siento.

-          Pero, Will…

Pero antes de que la rubia pueda continuar, el chico se levanta de la mesa y sale como alma que lleva el diablo por la puerta, sin decir nada, solo con un portazo. Valerie se echa la culpa de lo sucedido y pide perdón. En el fondo, entiende a William, no es fácil superar una relación y menos, si esa chica la ves constantemente con el hermano de tu último ligue. Intentara hablarlo con él a solas. Pero otro lado, Natalie está perdida. Ha preferido callar y observar. En cambio, Christian ya sabe lo que tiene que hacer. 

Todo lo malo vuelveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora