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t r e c e

- ¿Cómo es qué esto no me sorprende ni un poco? - Jimin había entrado al camerino y lo primero que vio fue al peliazul sentado en el sofá.

- Era de esperarse, supongo. - Dijo Yoongi restándole importancia para luego señalar el tocador. - El pago está completo. - Señaló. - Será mejor si lo llevas de una vez y le dejas claro a ese tipo que estás ocupado esta noche. -

Jimin fue donde el tocador y tomó los wons entre sus manos, contándolos uno a uno.

- Sabes qué no tienes que dar de más. - Cuando terminó de contar, separó el pago extra.

- Consideralo un regalo, ahora ve, traje pizza con extra queso. - El peliazul mostró la caja en sus manos y Jimin no quiso pensar en cómo rayos había metido una caja de pizza familiar si el guardia de entrada no dejaba pasar bebidas y alimentos.

- Ya vuelvo. -

Salió de la habitación ignorando los llamados de algunos hombres que esperaban impacientes fuera del camerino. Vio pasar a Taehyung rápido con dos copas en mano en dirección a una habitación. Del otro lado del lugar vio Jungkook acomodar el traje de súper héroe que tenía puesto.

Sabía que Yoongi se preocuparía si tardaba, pero podía dar la excusa de que Namjoon lo entretuvo un poco más de lo esperado. Entonces se acercó al pelinegro.

- Jungkook. -

- Oh, hola, Jimin. - El pelirosa miró en otra dirección; el vestuario de Jungkook era muy delgado y dejaba ver detalladamente lo marcado de su cuerpo.

- Te busque en la mañana, seguías aquí porque el convertible estaba afuera pero nunca te encontré. - Le dijo intentando no sonar a reclamo.

- Ayude a Jin con unas cosas,ya sabes, pedidos y eso. -

- Sí, lo entiendo... Estuve pensando, mañana es mi día libre y tal vez podrí-

- Hum, no, Jimin, no.- Le cortó de inmediato. - Tengo planes para mañana. -

- Bien, entonces el fin de semana, podemos ir a comer y-

Jungkook apretó los dientes. No quería seguir ilusionando a Jimin.

- Tenemos que terminar esto. - Dijo rápido y el más bajito lo miró confuso.

- ¿Qué...? - Jungkook rasco su nuca con nerviosismo.

- Creo debemos terminar lo que sea que tengamos. Ya no me gustas. -

... Imbécil. Imbécil. Imbécil...

Supo que no había dicho lo más adecuado cuando vio los ojos de Jimin brillar en lágrimas.

- Es por lo de la última vez, ¿verdad? - Preguntó viendo de desolado a Jungkook. - Sabes que no es mi culpa. -

Jungkook sabía perfectamente a lo que Jimin se refería, y se apresuró a hablar.

- No. No es eso. - Respondió rápido. - Jimin, sabes que no es eso, yo jamás te juzgaría por eso. -

Y era cierto. Bien sabia Jungkook que las personas podían llegar a tener fetiches demasiado rudos, demasiado raros, y que Jimin solo era una víctima explotada por Namjoon y su egoísmo.

- Jimin no estoy decidiendo esto por eso. - Reafirmo intentado tomar una de las manos del otro.

- Jungkook, yo te amo. - Confesó y el otro abrió la boca asombrado. Jungkook en seguida se sintió mal he intentó secar las lágrimas de Jimin lágrimas con su mano, pero este reaccionó primero limpiándolas sólo para evitar que lo tocara.

- L-lo siento... - Fue lo único que dijo para luego irse y dejar a Jimin.

...

Taehyung cerró la puerta luego de traer una botella y dos copas, tenía la bata ligeramente abierta mostrando el pecho, Hoseok se acercó y quitó aquello de sus manos para dejarlo en una esquina de la habitación.

- Sólo por hoy, quiero intentarlo sobrio. - Taehyung asintió dejándolo quitar las copas.

- De acuerdo. -

Taehyung se abrió paso sobre la cama mientras Hoseok permanecía de pie, observándolo, luego de unos segundos en los que el pelirojo parecía ido se sentó sobre a un lado del castaño.

...¿Qué hacer?...

Tenía al lindo castaño a disposición suya y no tenía la más remota idea de cómo satisfacer a ambos estando consciente de todo. Se irguió un poco para desanudar el nudo en la cintura de Taehyung, luego descubrió su torso y la curiosa prenda interior está ocasión era roja, mantuvo su mirada sobre la entrepierna y luego la pasó por su cuerpo hasta llegar a sus ojos.

- Quiero conocer ciertas cosas ¿hay algún inconveniente con eso? - Preguntó antes de seguir con sus exploraciones.

- No, conoceme cuánto quieras. - Aquello sonó demasiado rudo según Hoseok, pero asintió mientras se acomodaba sobre el castaño. Con ayuda de sus rodillas le abrió las piernas, ambos brazos estaban a los costados del rostro de Taehyung. Hoseok cerró los ojos y enterró su rostro en el cuello del menor.

- Esto es tan extraño... - Se quejó aspirando su aroma. - Pero hueles muy bien. - Aseguró haciendo reír a Taehyung, quién pasó sus manos a la espalda aún cubierta de Hoseok, acariciándolo de arriba a abajo. - Y sabes delicioso. - Dijo luego de dar un húmedo beso sobre su hombro.

- ¿Qué es lo que quieres conocer? - Preguntó dejando al pelirojo besar con desdén su cuello.

- No lo sé, quiero saber que es lo que puedo y no puedo hacer contigo. El problema es que no sé cómo hacerlo. -

Hoseok dejo de besar al castaño y se sentó entre sus piernas, comenzó a acariciar sus muslos, gruesos y calientes. Despojó la bata de su cuerpo y las manos de Hoseok pasearón por su torso, desde los huesos de la cadera hasta el rededor de su hombligo, por sus marcadas costillas y sus erectos botones, se detuvo ahí, jugándolos entre sus crestas y Taehyung jadeaba por la estimulación.

Se agachó sobre, llegando a su mentón para delinearlo con pequeñas y suaves mordidas, una de las manos de Taehyung se ocupó de desabotonar su camisa mientras la otra jugaba con sus lóbulos.

Hoseok dio succiones en los alrededores de sus pezones y los llevó a su boca.

- Ah... - Gimió Taehyung abrazando la cabeza del mayor mientras este mordía la punta y la jugaba en sus dientes, siguió con el otro hasta dejarlos rojos he hinchados, pero sus besos y mordidas no pararon ahí, siguió bajando hasta llegar a la orilla de su atrevida ropa interior para quitársela rápido, y besar su intimidad.