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t r e i n t a y c u a t r o

Jimin tragó toda la vergüenza que le dio el llevar a Yoongi a su hogar, las paredes eran un asco debido a la humedad y las ventanas rotas habían sido reemplazadas con cartón, más sin embargo la expresión del rubio era neutral, caminando detrás de Jimin sin objetar o preguntar en ningún momento. El pequeño sofá donde suponía pasar la noche estaba desordenado, cuando optó por comenzar a levantar para ofrecerle asiento a Yoongi, este comenzó a husmear por la pequeña casa, deteniéndose precisamente en los marcos viejos con fotos de Jimin.

- Quieres dejar eso, siéntate aquí y espera. - Dijo tomándolo de la mano para llevarlo al sofá, Yoongi asintió tranquilo y Jimin lo dejó solo, abriéndose paso a la única habitación del lugar, la que en mejores condiciones estaba; la de su madre. Aquella estaba entretenida ojeando una revista cuando notó al pelirosa, sonriéndole con ternura.

- Juro que no oí llegarte. - Dijo y Jimin se acercó para hacerle una venia y luego besar su frente.

- Fui silencioso. ¿Cómo estás? -

- Bien Mochi, la vecina vino temprano y me ayudó a darme un baño. - Informó y Jimin agachó el rostro.

- Lamento no haber estado, surgieron... Asuntos. -

- Yo te entiendo pequeño, "asuntos" - Reafirmó con una sonrisa sugerente.

- ¿Lista para ir al hospital? - Preguntó queriendo cambiar la conversación.

- Por supuesto. -

- Genial, madre, yo... Traje a alguien conmigo. -

- ¿Un amigo?, ¿Taehyungie, quizá? -  Preguntó lo último con alegría.

- No, alguien nuevo y, quiere conocerte. -

- Hazle pasar entonces, que descortés de tu parte dejarlo afuera, el frío es terrible. -

- Sí, bueno... Pero por favor, no cuentes nada vergonzoso sobre mí. -

- ¿Acaso creés que soy ese tipo de madre? -

- Sí. - Terminó con una sonrisa y se asomó por la puerta, viendo al rubio de nuevo con las fotografías de pequeño, rodó los ojos. - ¡Yoongi! Dije que dejaras eso. -

- Eras tan tierno de bebé, ¿qué fue lo que pasó? - Ironizó con gracia.

- Ven aquí antes de que cambie de opinión. - El rubio acató enseguida, yendo detrás hasta que finalmente entró. La mujer en la habitación abrió los ojos con sorpresa, sonriéndole enseguida y levantándose con dificultad de su cama.

- ¡Dios mío, ¿este es el Jungkook del que tanto habla mi Mochi?! - Preguntó animosa, Yoongi miró a Jimin. - Pero si eres bastante apuesto muchachito, no sabes la cantidad de veces que Jimin-

- ¡Mamá! - Le cortó el pelirosa, luego miró al rubio, quien en lugar de parecer molesto se veía bastante divertido.

- No señoras Park, soy Yoongi, un placer. - ofreció una venia y la mujer miró a su hijo con pena.

- Lo siento querido, es solo que mi memoria falla demasiado últimamente. -

- No creo que haya sido eso, quizá Jiminnie no creyó conveniente hablarle de mí. -

- Yoongi. - Le regañó el cacheton y el otro rió. - Madre, Yoongi nos llevará al hospital. -

- ¡Oh muchas gracias muchachito! Solo debo tomar mi bolso y ya. -Jimin tomó a su madre del brazo y la ayudó a caminar hasta fuera, Yoongi se encargó de meter la silla de ruedas al maletero y luego les abrió la puerta del estándar, el pelirosa viajó atrás con su madre. - Pero que auto tan más lindo tienes, recuerdo que cuando era niña mi padre soñaba con tener uno donde llevar a pasear a la familia... Lamentablemente murió antes de poder vivirlo... - Contó con tristeza.