Enemigos?

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3. Enemigos?.

Bob estaba esperando en la salita del quinto piso, el ultimo del edificio sentado al lado
de la oficina del jefe en cuya puerta de madera tenía una placa de oro escrito "Gregory Cipher".

Estaba exactamente sentado en la silla plegable que estaba más oxidada por los lados, quizás por los años que tenía, era la más inestable y cada vez que intentaba removerse gracias a las horas de espera en aquel pasillo está temblaba apunto de caer por el peso de su cuerpo.

Y a pesar de que la silla no soportaba su peso, Bob comía una hamburguesa con un refresco de Coca-Cola sin miedo alguno.

Estaba tan concentrado comiendo su "desayuno" que no vio al rubio que salía del ascensor con una sonrisa brillante, un saco negro, una camisa blanca e una corbata roja, sus ojos celestes miraban con curiosidad el pasillo de espera.

La editorial sol Pacífico era una gran empresa con un equipo de tecnología avanzado de élite, lo cual era una gran oportunidad para los informáticos recién salidos de la universidad que buscaban un buen empleo con una paga considerablemente alta.

A cualquiera se le haría agua a la boca trabajar en aquella editorial tan renombrada, descargando antivirus, hackeando el software, sonaba increíblemente tentador considerando lo que le pagarían.

Bob sonreía para sus adentros sintiéndose un ganador, era él único que se dio cuenta de la gran oportunidad que conseguiría allí. O eso creía.

—como siempre teniendo una dieta equilibrada—dijo Zen con su usual tono de voz suave e burlona, con un brillo divertido en sus ojos, llegando justo al lado de Bob sentándose en la silla plegable conjunta.

Mierda.

—que haces aquí?—cuestionó con molestia Bob, frunciendo el ceño de inmediato.

¿Cuando podría deshacerse de ese jodidamente hermoso hombre?.

Se removió de nuevo algo inquieto, quitando algunas migajas de su mejillas, tragando el pedazo de hamburguesa de nuggets con barbacoa; la favorita de Bob, que le quedaba en la boca.

—vengo por el empleó, ¿es que acaso no ves?—interpeló con un tono socarrón en su voz cruzándose de brazos.

—yo llegue primero—dice Bob sacando su lengua de forma infantil al rubio en frente de él.

—pero yo soy él más apto para el empleo—reclama Zen con arrogancia, como siempre, ambos se quedan mirando con odio fingido.

Bob mira de arriba a abajo al rubio.

joder, de verdad se ve bien.

—que te quedaste embobado con mi belleza?—cuestiona burlesco Zen, mientras con su dedo pulgar saca una migaja que quedó en la mejilla de Bob.

Hijo de puta.

—yo?, Embobado?, Ja, no jodas, sólo... sólo estaba mirando la mancha en tu camisa—dijo con tono de burla Bob, antes de que Zen bajara su vista para comprobar que su camisa estaba sucia alguien salió de la oficina del presidente Cipher.

—Cornelio Owen?—pregunta una mujer de cabello castaño claro y unos anteojos de color negro.

—soy yo—responde Bob con una sonrisa a la mujer.

—pase el señor Cipher lo espera—indica ella tachando algo en su libreta.

Bob entra a la oficina del jefe, había una sala con alfombra rojiza en el piso, una pintura de una chica columpiándose y una pecera con un pez dorado en el escritorio de Cipher.

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