Había una puta carta en su tapete, la había encontrado cuando salió a hacer las compras del mes; tomó la carta entre sus manos y leyó el destinatario: Leroy N.
Eh?, Para su compañero de piso?, No sabía que en esos tiempos se escribieran cartas de amor y esas cursilerías del siglo pasado.
Con la curiosidad a topé rompió el selló y se dispuso a leer.
De inmediato le pareció extraño, para empezar le estaba agradeciendo, Pero de una forma muy formal, ¿Sería alguna autoridad o algo?.
Con la incógnita en su cabeza fue al supemercado, compro pizza congelada y volvió al departamento, cuando entró se encontró cara a cara con Tyron, su amigo.
—hey, encontre "algo" para tí—dijo Micah, mientras extendía la carta que había encontrado votada, Tyron lo miró con curiosidad.
—es para mi?—preguntó el moreno mientras tomaba la carta y la abría para leer su contenido, luego de unos segundos después de haber leído la dichosa carta quedó mirando a su amigo.
—es un chico de mi facultad, se llama Allen, el otro día le presté uno de mis libros y no para de agradecerme, es un rarito—explicó dirigiéndose al sillón y tirándose sobre el.
—vaya—dijo Micah, mientras rascaba su nuca, fue hasta la cocina y dejó las compras sobre la mesa, mientras abría la pizza congelada, dejándola en el horno.
—hay rumores de que, batea para el otro bando—dijo Tyron con tono despectivos, mientras tomaba una cerveza del refrigerador.
—otro bando?—preguntó extrañado el rubio, tomando también una cerveza.
—ya sabes, es maricon—dijo Tyron con asco, mientras se iba de nuevo a la sala y prendía la televisión.
—no digas esa palabra en mi casa—bramó Micah escrutando al moreno con su mirada,—sabes que mi hermano es gay y yo bisexual—dijo el rubio, tomando un sorbo de cerveza para poder tranquilizarse.
—oye, yo no tengo nada contra ellos, pero me desagrada su forma de ser—dijo Tyron, mirando a la televisión.
La tensión se respiró en el aire, con la ira contenida Micah se quedó en la cocina bebiendo cerveza mientras esperaba a que la pizza estuviera lista, la verdad era que no le gustaba nada como su amigo se refería a los homosexuales, despues de todo el era bisexual.
Cuando estuvo lista la dejó en la mesa, sacó un pedazo de está y la llevo a su habitación, donde prendió su computadora, dedicándose a ver series en Netflix.
Había algo que no podía sacar de su cabeza, el extraño chico que mandó la carta, ¿Cómo sería?, La curiosidad comenzaba a comerle la cabeza.
Suspirando paró la serie que estaba viendo (la cual era supernatural) y se metió a su Facebook buscando al tal Allen, era relativamente fácil, ya que sabía que estaba en la misma facultad que su amigo Tyron.
Luego de un par de chicos hermosos llegó a uno que tenía un gato en el perfil, con una corazonada comenzó a chusmear su tablero; todos sus posteos eran de filosofía y gatos, estaba casi seguro de que era el extraño chico, desde como escribía hasta su perfecta caligrafía estaban ahí.
Con curiosidad bajo más viendo una foto de su cara, era un chico con la cara redonda, ojos cafés escondidos tímidamente con unos lentes gruesos y una bufanda roja; la verdad ese niño era bastante su tipo, desde sus tímidos ojos a su adorable sonrojo.
Cuando iba a seguir mirando una de sus alarma sonó estridente, lo que indicaba que era su hora del trabajado, se puso una chaqueta negra y un gorro negro saliendo del departamento, hasta la tienda de convivencia donde trabajaba a medio tiempo.
Los domingos en la noche eran los más tranquilos, nadie iba a comprar a esas horas, por suerte, así que solo se dedicaba a actualizar sus redes sociales (especialmente Instagram que era una nueva necesidad básica en su vida) y repasar las diapositivas de física.
Cuando la maldita campana que indicaba que alguien había entrado sonó, eran las 10:20 PM; miró a la persona que había entrado con ira, estaba leyendo unos memes!, Pero luego se dio cuenta de quién era, ¿No era el chico del Facebook?.
Allen!, Claro, ¿Cómo no se dio cuenta antes?, se quedó mirando al chico quién tranquilamente sacaba unos Doritos del estante y las dejó sobre la mesa.
—solo ésto?—preguntó tranquilamente con una sonrisa coqueta, el chico se sonrojo hasta las orejas y asintió rápidamente.
Marcó el producto y luego lo puso en una bolsa, cuando terminó se la pasó a Allen.
—te gustaría ir a tomar un café?, mi turno termina en cinco minutos—preguntó Micah, antes de que el niño se diera la vuelta y se fuera, el castaño lo miró con sorpresa, pero al final asintió tímidamente.
Micah guardo su celular y puso una pequeña nota al gerente de que saldría, dentro de unos minutos llegó Zoe, quién de inmediato lo remplazó.
Salió a fuera sintiendo él frio de la noche, mirando para todos lados encontró a Allen en uno de los faroles esperando pacientemente por él.
—vamos?—preguntó el rubio sonriendo nuevamente, ambos se fueron a un Starbucks cercano, que aun estaba abierto; Micah pidió un café cortado junto a un muffin de arándano y Allen pidió un chocolate caliente junto a un brownie.
Ambos se sentaron en una mesa alejada, viendo desde la ventana la silenciosa cuidad.
-—que descortés de mi parte, me llamo Micah, un amigo va a la misma facultad que tú, es un gusto poder hablarte—dijo amable Micah, tomando un sorbo de café cortado, sintiendo su amargo sabor bailar en su boca.
—oh, si, te había visto un par de veces—dijo Allen sonriendo,-me llamo Allen—susurró el castaño tomando un sorbo del chocolate caliente.
—estas en el tercer año?—preguntó el rubio tomando un pedazo de muffin y echándoselo a la boca.
—si y tú?, A qué universidad vas?—preguntó curioso Allen, mirando con ojos tranquilos a Micah.
—este es mi último año, voy a la USMI—dijo el rubio, dejando totalmente boquiabierto a Allen.
Nota de la autora: que les pareció?, recuerden que tiene una segunda parte :) por cierto voten :"v no sean malos, yo los amo.
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