behind the mask |BTS| 1

Capítulo 35

Rebecca Johnson POV

Acababa de llegar del trabajo junto con Mark, salimos del ascensor, saque las llaves de nuestro departamento de mi bolso e ingresamos.

—¿Ella se fue? — me pregunto Mark, le había comentado en el camino de regreso a casa sobre el viaje de Juliet.

—Si. Me dijo que estaba en la estación de buses. —deje mis cosas en el perchero que estaba al lado de nuestra puerta de entrada.

—¿Y si tiene algún problema? ¿Cómo podremos ayudarla?

—Creo que ella está bien.

Esa noche, los dos salimos a patrullar, como siempre nos encontrábamos en la parte más alta de New Jersey, observando todo desde allí, hasta que fuimos sorprendidos por los dos chicos nuevos, Black y Shadow.

—¿Dónde esta Kápua? — pregunto el muy curioso de Shadow.

—Esta resolviendo un caso. — Red mintió.

—¿Un caso? ¿Sola? — Black no parecía muy convencido.

—¿Crees que estará bien? — nos consultó Shadow.

—¿Por qué lo dices?

—Recibí un mensaje de ella, parece que está metida en un caso.

—Deberíamos de ayudarla.

—Si no nos ha involucrado, es porque no quiere. — Red trataba de hacerlo entender a Shadow de no involucrarnos con Kápua si es que no lo quiere, aunque ese supuesto caso sea una pequeña mentira piadosa, lo siento chicos. —Lo siento Shadow.

—Uhm, no importa.

—¿Dónde está Ari?

***

No logre dar una buena batalla, no logre vencer a esos sujetos, creo que los chicos tienen razón, no puedo hacer todo yo sola, necesito su ayuda, luego de que ellos atacaron la estación de buses y de robar toda las cosas de valor a las personas, trabajadores y lo que podían a la empresa.

—¿Qué hacemos con esta perra? — pregunto uno de los maleantes a su compañero.

Yo me encontraba en el piso, herida con una bala en la pierna y varios golpes alrededor del cuerpo, sentía algo húmedo en el interior de mi mascara, creo que mi labios estaban sangrando.

—¿La matamos? — pregunto uno de ellos mientras sacaba su arma y pone el dedo en el gatillo, deseoso de darme un tiro directamente en la cabeza o más fácil, en el corazón.

—No, no, espera...— otro de ellos lo detuvo, saco su celular y empezó a buscar algo. —Si es ella...— escuchaba a esas personas hablar sobre mí. —Es la chica que el chino busca.

—¿Quién la busca?

—Los de la mafia china, por haberse metido con el hijo de uno de los lideres, parece que la buscan por venganza.

—Gracias a Dios que no nos buscan a nosotros. — los sujetos empezaron a reír. Me tomaron de los brazos y me alzaron, me llevaron arrastras hacia afuera del local, para ingresarme en la maletera de uno de sus autos. Aunque estaba encerrada, aun así podía escucharlos.

—Bien, hay que llevarla. Espero que nos paguen bien. — este puso su mano en mi mascara. Creí que sería el fin a la identidad secreta, pero alguien lo impidió de que me la quitara.

—¡Alto! — grito uno de ellos. —Así la quiere el jefe.

—¿No podemos verla?

—No, fue muy estricto con eso.

—Uhm, vale. Ni quería.

Rebecca Johnson POV

—Pero que noche...— dije algo frustrada mientras ingresaba a casa, atrás de mi venia Red, los dos tiramos nuestras cosas en el sofá de la sala y fuimos a la cocina, saque un jarrón de agua helada del refrigerador, Mark me paso un vaso del repostero.

—Mark, ¿te parece si pedimos una pizza?

—Claro. ¿Una familiar?

—Sip.

Mark fue por su celular, lo ayude a hacer el pedido desde la cocina, estaba lavando los platos que dejamos sucios en la mañana, del desayuno.

—¿Con orillas de queso, amor?

—¡Por supuesto! — dije muy animada.

—Con orillas de queso, también pan al ajo y una Coca Cola grande helada, listo, muchas gracias.

Me daba mucho gusto como es que ese hombre me conocía tan bien, hemos estado trabajando por tener una buena relación los dos por casi dos años, vamos logrando eso hasta ahora muy bien, si vemos que algo anda mal nos detenemos y charlamos, intente guardarle el secreto de Joy Wild, pero él me conoce muy bien, no fue necesario que me regañara por mentirse, lo único que me dijo fue: "Por favor, confía en mi..."

Mark se acercó a mi y me rodeo con sus brazos por detrás, yo seguía lavando los platos, él empezó a tararear una canción, mientras se movía con forme a la melodía, yo igual, los dos empezamos a tararear juntos, hasta que termine de lavar.

—Te amo...— susurro él cerca de mi oído.

—¿Tengo que decírtelo yo también? — pregunte sarcásticamente.

—Solo si quieres.

—Te amo mucho también. — sonreí.

Él se acercó a mí, solo mi cintura, permitiéndome darme la vuelta, nuestras miradas se unieron, con sus manos sujeto delicadamente mi rostro y acerco muy lentamente sus labios hacia los míos. Pero en eso escuche un sonido, en el interior de la casa, cortando ese momento especial, aleje a Mark.

—¿Algo suena? ¿Tu celular? — le pregunte.

—No, creo que es el tuyo.

Fui en busca de mi bolso, el cual estaba en el sofá de la sala, de allí saque mi móvil, era un número desconocido, o más bien un numero privado.

—¿A-Alo? — conteste con un poco de temor.

—Tenemos un problema.

—¿Disculpe? ¿Quién habla? — note que era la voz de una mujer, algo agitada, o mejor dicho asustada, Mark al darse cuenta de que no conocía a la persona que me llamaba, se acercó a mí, preocupado.