Change Me ®

Por fuera, Farrah es una chica normal de 18 años con larga y atractiva melena ondulada, piel blanca como la nieve y enormes ojos marrones. Sin embargo, no se parece en nada a las niñas adolescentes con la vida perfecta que aparecen en todos los libros. Farrah tiene el corazón tan destruido y dañado que ha perdido todas las esperanzas de poder curarlo. Su niñez ennegreció su alma y la dejó marcada de por vida. Ella solía ser una pequeña llena de vida y completamente feliz. Eso fue hasta que ocurrió la primera tragedia.

A los 7 años su madre murió de cáncer de pulmón, ya que era fumadora. Su padre, al no poder vivir sin su esposa, se suicidió dos años después con una soga. Entonces, Farrah fue enviada con sus tíos. Ahí, ella era la esclava de la casa. Al no ser rubia, como sus primos, su tía Clarisse y su tío Frank la obligaban a limpiar toda la casa y hacer de comer a todos. La insultaban e incluso llegaban a golpearla.

A los 14 años, Farrah consiguió escapar de ahí y comenzó a vivir en las calles hasta que consiguió un trabajo a los 16 y compró un departamento. A pesar de todo esto, Farrah conservó algo de esperanza y confianza para superarlo todo y salir adelante.

También tuvo un novio llamado Michael. Ella lo amaba porque la hacía sentir segura, amada y especial. Farrah le confió los secretos de su oscuro pasado, pensando que él podría ser quien la curara. Eso fue hasta que lo encontró en la cama con Candace, su mejor amiga. Fue la gota que derramó el vaso y Farrah permaneció sumida en la tristeza y la depresión. Cuando al fin se recuperó, ya no era la misma de antes.

Ahora había aprendido que la vida no es justa y que debía de desconfiar de todos. Fue construyendo muros impenetrables alrededor de su corazón y encerró sus sentimientos en lo más profundo de sus ser.

Y así fue como Farrah, la niña inocente de sonrisa dulce y divertida, ojos brillantes y traviesos y risa sonora, se transformó en la chica dura de mirada fría y sonrisa cruel.