Change Me ®

Capítulo 6: ¿Lex es mi amigo?

Eran las 3:00 p.m. y yo estaba preparando la comida cuando sonó el timbre.

-Buenas tardes, tengo un paquete para la señorita Farrah Holt.-un hombre con uniforme azul, de mediana edad, cargaba un paquete enorme en un carrito y observaba una tabla con papeles.

-Sí, soy yo.-me dio la tabla, firmé y metí la caja a la sala.

¿Quién me lo habría enviado? Corté la cinta que la sellaba y me quedé atónita con lo que había adentro. Era una gatita negra con los ojos azules que me miraban con curiosidad. La saqué con cuidado y la observé de cerca. Su pelaje era realmente suave y era muy bonita. En el fondo de la caja, había un sobre blanco con mi nombre en la parte delantera. Bajé al animal y saqué el sobre.

"Hola, Farr.

Apuesto a que te preguntas por qué te mandé un gato. Bueno, pues pensé que a la pequeña Ellie le haría bien algo de compañía, ya que siempre estás trabajand, en el estudio o saliendo conmigo. espero que te haya gustado, le puse Mila, así que más te vale no cambiarle el nombre. Tampoco vayas a ser cruel y la dejes tirada en la calle, ¿eh? Cuando vaya en la tarde a recogerte la quiero ver alimentada y feliz. Ponte algo abrigado, vamos a estar un rato afuera y no quiero que te resfríes. Nos vamos a ensuciar, así que usa algo viejo. Paso a las 8:00 p.m.

Con cariño,

Lex"

Bufé cuando terminé de leerla. ¿En serio éste idiota creía que iba a salir con él o siquiera abrirle la puerta? Pff, iluso.

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A las 5:45 ya me encontraba vestida con unos jeans, mi chamarra impermeable roja y mis botas de lluvia azules. Maldita sea, se supone que no iba a obedecer las órdenes del rubio. Sí que soy debil. Estaba trenzando mi cabello para colocarme un gorrito de lana gris cuando Lex llegó.

-Wow, no pensaba que fueras a hacerme caso. Pensé que llegaría y tendría que convencerte de quitarte tu pijama de pequeña irlandesa y vestirte para salir.-habló cuando abrí la puerta.

-Yo también pensaba eso.-contesté con un tono malhumorado que lo hizo sonreír.

-No seas amargada.-me jaló del brazo y salimos del edificio. Caminamos bajo el cielo estrellado y llegamos al Central Park. Nos adentramos en él hasta que llegamos a un pequeño bosque, donde se encontraban todos los chicos de el gotcha.

-Vamos a jugar gotcha pero ahora en el bosque.-dijo Lex.

-Exacto. Las reglas son éstas: no mueres si te disparan a menos que te den en el pecho o la careta, si te quitan o se te cae tu listón,-Trace ató una cinta azul a la parte superior de mi brazo-te mueres. Tienes que robar la bandera de los azules-señaló a la mitad de los chicos que tenían cintas azules-y proteger la bandera de los naranjas.-apuntó hacia mi equipo.

-De acuerdo.-asentí.

Nos pusimos las protecciones, tomamos el arma y corrimos hacia nuestro lado del campo para esconder la bandera.

-Muy bien, señoritas, es hora de empezar a jugar nuestra versión de Conquista. Las reglas ya fueron explicada por Trace, así que creo que lo único que queda decir es: ¡Que gane el mejor!-la voz de Wayne, el chico regordete, salía por el megáfono y se encontraba trepado en una base de madera en un árbol.-Comiencen en 3... 2... 1... ¡AHORA!

Salí corriendo a esconderme y me agaché tras unos arbustos. Esperé en silencio a que un azul se acercara. A mi derecha estaba Lex, también tirado en el suelo y con la pistola levantada. Entonces escuché un ruido y sin dudarlo, disparé. El chico se sobresaltó y miró a todos lados para buscar a su atacante y Lex aprovechó para salir y jalar su listón azul. Uno menos en el juego. El chico le dedicó unas palabrotas a Lex antes de darse media vuelta y trotar hasta "El Cementerio". Así pasamos un rato, yo disparaba y él jalaba los listones, logrando acabar con 3 chicos más. 

Entonces, uno salió de la nada, disparándole al rubio en el pecho. Por suerte, reaccioné a tiempo y logré ocultarme de nuevo y dispararle en la cabeza. 

-¡Oh, me muero! ¡Farrah, ayúdame!-se tiró al suelo, dramatizando.

.Largo, Lexinton, ya perdiste.-espeté, parada a su lado con la ceja levantada. 

-¡Han logrado vencer a Lexinton y ahora él y su novia están tirados en el suelo, besuqueándose!-exclamó Wayne. 

Se escucharon gritos y chiflidos en todas partes, seguidos de risas. Lex de levantó y cuando se acercó a mí, le di un golpe.

-Vete ya.-gruñí.

Él rió y siguió al chico azul que yo había matado hasta las bancas que representaban el cementerio. 

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Las semanas siguientes fueron así: Lex llegaba a mi casa a las 7:00 a.m. para acompañarme al trabajo, me esperaba hasta que salía, íbamos a comer y luego me secuestraba para llevarme al cine, al gotcha, al orfanato o a un parque de actividades extremas como escalada, tiro con arco, tirolesa, etc. Ya no lo mandaba al diablo cuando me llamaba o me seguía, es más, disfrutaba de su compañía. 

Me estaba abriendo a él y dejando que me conociera, cosa que había jurado no hacer nunca más. Sin embargo, se sentía tan bien tener a alguien con quien hablar y reír que no me importaba la promesa que había hecho años atrás. Me gustaba estar con él, charlando y escuchando sus estúpidas anécdotas que me hacían carcajear. Hasta le había dado una copia de la llave de mi casa para que dejara de tocar el timbre mientras yo estaba dormida. 

En ése momento, sonó la cerradura y la puerta se abrió.

-¿Farr?

-¡Estoy en mi habitación!

Entró y se sentó a mi lado en la cama. 

-Antes de que sugiers algo, debo decir que no. Me siguen doliendo las piernas y los brazos por obligarme a subir toda la pared de escalada ayer. Idiota.-siseé.

Soltó una risa.

-Entonces, ¿qué sugieres hacer?

-Vamos a hacer una noche de películas.-proclamé y tomé el control para escoger la película en la lista de Netflix. Decidimos ver Destino Final 3, así que trajimos las botanas y a los gatitos para que se acurrucaran en la cama con nosotros y pusimos Play.

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¡Hola!

Perdón por no haber subido, en serio, pero estuve de vacaciones y además terminé mi libro de Mis Seis Hermanos y yo, así que no me dio tiempo de escribir aquí. Espero que les guste el capítulo, voten y comenten.

Las quiero,

Azul xx