Extraordinario 🌼 Jᴜɴɢ Jᴀᴇʜʏᴜɴ

Capítulo 2: Promesa

Realmente me había perdido en mis pensamientos... que no me había cerciorado de la falta de atención...

Yooh Oh: - Oye, ¿me estas prestando atención? – mencionó empujándome levemente.

Iris: - ¿qué? Oh lo siento... - comenté apenada.

YO: - ¿No eres de las que quieran platicar con desconocidos verdad? ¿Pierdes el interés muy fácilmente? – cuestionó chistoso.

¿Qué?

I: - Disculpa... ¿Quién te crees que eres? – respondí un tanto alterada, levantándome de mi lugar.

No lo entiendo... ¿Cómo alguien puede ser tan molesto?

El la observó atónito. Se notaba de lejos que no entendía la reacción de la muchacha.

Comencé a caminar lejos de él, pues ya tenía el día arruinado. Gracias bueno para nada.

Al dar los primero pasos hacia la salida de aquel lugar, sentí como me tomaron del brazo, y me giraban suavemente.

Yoon Oh: - ¿dije o hice algo que te molestara? – preguntó el muchacho desconcertado.

Iris: - Y si fue así, ¿Por qué te preocupas tanto? – lo miré a los ojos esperando una respuesta.

YO: - ¿Qué te sucede? ¿Por qué actúas tan sobre exaltadamente? – dijo perdiendo ligeramente la paciencia, - ni que me hubiera comportado pervertido contigo – dijo exasperándose.

¿Por qué tenías que comentar algo así?

No tardaron ni dos segundos. Mis ojos se aguaron al instante, rebalsándose. Me solté de su agarre de manera suave, pues no quería montar un espectáculo. Salí rápidamente hacia los baños, no quería que nadie me viera así.

Sería demasiado.

Al llegar allí me encerré en uno de los cubículos, y dejé que mi cuerpo se liberara de toda la tensión retenida.

En cierto modo, gracias.

Me había quedado el resto de la mañana ahí, pues era parte del plan.

Tengo que ser castigada.

En mi rostro ya no había señal de dolor; salí sin ninguna preocupación, dirigiéndome directamente al aula. Pude observar como todos se retiraban, algunos con sus mochilas y otros sin ellas directo hacia la cafetería. Me quedé esperando a unos centímetros de la puerta principal, hasta que se calmara el movimiento. Pude notar como Yoon Oh salía con sus amigos, en su rostro se dibujaba la decepción y preocupación. Hicimos contacto visual, ¿otra vez? Enserio. Al parecer quería decirme algo, y no lo disimulo para nada. Sin mencionar palabra alguna se dirigió hacia donde estaba. Paró en seco frente a mí; realmente me sentía más pequeña en este momento, él era mucho más alto que yo, pero esa inexpresividad en su rostro lo volvía más intimidante.

Yoon Oh: - ¿te encuentras bien? – cuestionó con tono desesperado. Podría jurar que iba a tomarme por los hombros. O peor aún, abrazarme.

Iris: - mmm, ¿sí? – respondí incrédula.

YO: - es un alivio – mencionó por lo bajo, pero logré escucharlo.

Hice caso omiso a su comentario, e ingresé en el aula, lista para ser castigada. El profesor me observó con desaprobación.

Profesor: - señorita Sauco, está castigada – dijo anotando en un papel la causa de mi detención.