Capítulo 5: Ramo de Flores

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Nos vemos mañana.

Eres un genio... deberías haberla obligado a que se quedara.

Yoon Oh tenía una discusión con su mente. Hacía ya media hora Iris había vuelto a casa, y no lograba pensar en otra cosa.

¿Estará bien?

Por supuesto que no. Pero no ayudo siendo pesimista.

Ella estará bien, y mañana a la salida del colegio la secuestraré. Me la llevaré conmigo. Ahora que se la verdad, no puedo permitir que siga viviendo allí.

Si, te ayudaré a separarte de esa familia tuya.

Decidido dejo el asunto de lado para seguir con otras cosas que tenía que hacer. Trató de concentrarse, y luego de unos diez minutos lo consiguió.

Al pasar hora y media, su madre irrumpió tranquilamente en su habitación.

Madre: - cariño, ¿cenas conmigo? Tu padre tuvo que salir de urgencia, al parecer algo en la oficina... - le comentó.

Yoon Oh: - claro , déjame termino de responder esto y bajo - miró en su dirección ofreciéndole un sonrisa.

M: - está bien, y de paso podemos hablar de esa linda jovencita - comentó risueña; - es realmente bonita Yoon Oh - mencionó de la nada.

Asentí tratando de que mi rostro no me delatara.

Si, es bonita.

Si, la quiero.

M: - te espero abajo - terminó de decir viendo como me había perdido en mis pensamientos.

Asentí saliendo se mi trance.

Al cabo de cinco minutos, estaba yendo escaleras abajo; para encontrarme con la cena ya servida.

Yoon Oh: - mmm, se siente ese riquísimo aroma hasta mi habitación - dije gustoso.

Madre: - espero lo disfrutes hijo - me respondió sonriente.

Sin mediar palabra comencé a comer; estaba hambriento. Estaba centrado en mi comida hasta que mi madre habló nuevamente.

M: - que lastima que Iris no pudo quedarse, me hubiera gustado conocerla, o al menos escucharla un poco mas... - comentó pensativa; - parece que tiene una voz muy dulce, ¿no es así Yoon Oh? - preguntó.

¿Voz dulce? Pues, me encanta escuchar mi nombre cuando sale de sus... un momento.

YO: - puede ser sí, me gusta su voz... - dije sin dejar de comer.

M: - ¿solo su voz? - preguntó interesada.

Ay... en que me metí. Bueno, creo que es momento de admitirlo; uno tiene que hacerse hombre.

YO: - no solo eso... - comenté apenado dejando los cubiertos.

M: - puedes contarme, sabes que si... - dijo colocando su tibia mano sobre la mía, dándome ánimos.

YO: - bueno... - aclaré mi garganta; - es una chica bonita, me gusta su voz, su cabello... sus ojos... - hice una pausa recordando, recordándola; - sus manos, aunque normalmente están frías... - sonreí ante mi ocurrencia; - esa manía que tiene de golpear el lápiz contra el banco cuando está tratando de concentrarse... - recordé todos los días en el colegio; - ahora que lo pienso, puede ser que le tenga un poco de lastima... - mi vista se humedeció; - mamá, abusan de ella en su propia casa... - comenté esta vez mirando directamente hacia mi madre, su cara de sorpresa no se hizo esperar; - pero... - continué; - no creo que todo lo que siento por ella sea lastima; también quiero estar con ella, compartir con ella, saber de ella, tanto las cosas buenas como las malas; quiero que confié en mi... todas las veces que la veía y la veo, me daban una inmensas ganas de abrazarla y no separarme nunca... - me sorprendí ante mi propia confesión.

Extraordinario 🌼 Jᴜɴɢ JᴀᴇʜʏᴜɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora