Capítulo 4: Abrazo y lágrimas

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No, no, no.

¿Por qué de nuevo?

Estaba desesperada buscando que hacer con aquello que había quedado en su cuello debido a la noche anterior. No podría aparecerse en el colegio así, pero mucho menos quedarse en casa.

Se acercó a su ventana para posteriormente abrirla, deseando que esa mañana hiciera frio. Para su suerte, fue así.

Un poco mas aliviada se dirigió a su armario y busco una polera de cuello de tortuga. Debía usarla. No había de otra.

No quiero llamar la atención.

Terminó de colocar su uniforme, ordenó minuciosa y rápidamente su mochila; para luego dedicarse a comer algo y salir a toda prisa de allí. No quería verle la cara a nadie. No le interesaba hacerlo.

Me consumen las ganas de desaparecer.

Esta vez su mente no le tomó la contraria. Sabía perfectamente que es lo único que podía pensar.

A paso medio, se dirigió en medio de la oscuridad matutina hacia la escuela; muchos la ven como prisión, pero Iris la veía más como un refugio. Concentrada en su música, llego a la puerta de entrada. Pudo ver como algunos chicos mas llegaban desde el lado contrario; Yoon Oh y su grupo de amigos eran unos de aquellos. Bajó su mirada y se dirigió veloz hacia la entrada, ignorando el grito que el joven había dado hacia ella con el fin de saludarla.

¿Ahora sabes que no te dejara en paz, verdad? ¿Y si se da cuenta?

No lo sé, y dudo que lo haga.

Dejando de lado a su mente, llegó al aula y tomó asiento. Dejó su mochila en el suelo, y su cabeza sobre el escritorio.

Evitar contacto visual: mode on.

Pensó un tanto divertida.

A los segundos de que terminara de reproducirse su actual canción, sintió como el aula era cada vez mas invadida. Por los alumnos correspondientes claro está. Percibió movimiento a su lado, pero lo ignoró completamente; o por lo menos hasta que una mano sacudió levemente su brazo derecho, para luego correr de su lugar uno de los auriculares.

Yoon Oh: - Iris, el profesor ya viene – dijo suave cerca de mi oído. No pude evitar que un escalofrío recorriera por mi espalda.

Suavemente me erguí en mi asiento, para luego mirar por primera vez en el día el rostro sonriente de mi compañero de banco.

YO: - ¿Cómo te encuentras? – preguntó aún con su sonrisa.

Iris: - me encuentro bien, ¿y tú? – cuestioné de vuelta, pausando mi música y guardando el celular en la mochila.

Ja, si como digas... dijo chistosa mi mente.

¿Qué esperas que diga? ¿Estás loca?

YO: - bien, aunque necesito hablar contigo, ¿podría ser? – dijo un poco serio para mi gusto.

¿Ahora qué...? Ay no.

I: - ¿ahora? ¿Es algo grave? – consulté con un tono claramente nervioso.

YO: - Iris por Dios, ahora no podemos... - mencionó dejando salir una diminuta carcajada; - en el receso, y no es nada grave o urgente, pero necesito hablar contigo, ¿está bien? – terminó hablando tranquilamente y con su mano en mi hombro.

Seguro fue porque notó mi nerviosismo.

Necesito clases de actuación.

Fuimos interrumpidos por la entrada del profesor, pero Jaehyun siguió mirando en mi dirección, esperando por una respuesta.

Extraordinario 🌼 Jᴜɴɢ JᴀᴇʜʏᴜɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora