Capitulo 1

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- Que si mamá, te llamaré todos los días- dije con un poco de fastidio
- Bien cariño, siento mucho que tu padre no esté aquí para despedirte pero igual sabes que te ama- Me limité a sonreír y le di un fuerte abrazo para dirigirme a mi puerta de abordaje.
Había soñado esto toda mi vida, conseguir el promedio y realizar todos los procesos para poder estar aquí no fue fácil, estaría un año y medio estudiando en Corea del Sur, moría por poner los pies en ese país.
Una vez arriba del avión todo parecía normal, solo que mi corazón latía fuertemente de la emoción, moría por llegar, el vuelo sería largo así que hice lo posible por dormir.
Dormir es una de mis actividades favoritas así que no tarde nada en caer muerta, esto agilizó el tiempo de vuelo y por fin estaba por aterrizar.
"Lo primero que debes hacer una vez que aterrice el avión es ir a buscar tus maletas, y luego estar atenta al cartel que habrá con tu nombre para recogerte" esas palabras de mi Tía Alice retumban en mi cabeza, suelo ser algo distraída y no quería cometer un error. La verdad era que yo moría por pisar Japón antes que Corea pero como la Tía Alice vivía aquí y ella fue quien me ayudó a convencer a mis padres y etc tenía que acatar sus reglas, era un poco estricta pero eso no me quitaba las ganas de disfrutar todo lo que pudiera de mi estancia y estudios aquí.
Camine con el carrito lleno de mis maletas al área donde se suponía estaban esperándome y para mí suerte vi a lo lejos el cartel con mi nombre, era muy llamativo e imposible no verlo, lleno de flores y mi nombre en medio. Aceleré el paso y vi a mi Tía parada con una gran sonrisa.
- _____ por fin llegas!! Estamos muy felices de tenerte por aquí-
- Tía estas hermosa, no sabes cómo te agradezco ayudarme a hacer esto realidad- dije mientas la abrazaba, era una mujer de 47 años que parecía de 30 se cuidaba mucho y estaba llena de vida , tenía un novio bastante exitoso y gracias a él también estaba aquí, este hombre trabajaba en una academia de idiomas a la cual yo entraría a estudiar.
Salimos del aeropuerto para encontrarnos con la camioneta que esperaba por nosotras, vi salir de esta al novio de mi tía para ayudarnos a subir mis cosas.
-____ pero cuánto has crecido, estás cansada del vuelo?- dijo con un acento raro ya que él era Coreano.
- un poco, dormí mucho así que solo quiero estirar las piernas un rato y darme una ducha-
- No te procures cariño, Min ho nos llevara a mi apartamento. Y luego veremos qué hacer- Asentí con la cabeza y me encantaba la idea de conocer el apartamento de mi Tía quien sorpresivamente seguía viviendo sola, ella no quería casarse y Min ho tampoco.
Llegamos al apartamento de mi Tía, me mostró mi habitación y me dijo que tenía que darme un baño y arreglarme un poco por qué saldríamos a dar un paseo.
Me apresuré a ello, tenía tantas ganas de conocer y respirar este nuevo aire para mí.
Use algo cómodo
Salí corriendo de mi habitación, moría por estar afuera.
-Toma, no lo pierdas y escucha bien, si tienes un espíritu aventurero como juras esta será tu única arma, adentro están mi numero y el de Min ho, te mostraré la salida y caminaras sola por las calles, estamos en el centro de Corea hay mucho que ver- dijo mientras me extendía un celular
-¿Estás diciendo que me lanzaras a la calle sola?- dije con gran sorpresa
-Que inteligente eres ____ demuestra que eres capaz de esto y más-
Si dejaba que mi Tia se diera cuenta del miedo que comenzaba a invadirme me pondría de inmediato en un vuelo hacia (t/p) y me desconocería como su familia. No dije nada y la seguí hasta el elevador, estábamos en el 9no piso apartamento 526.
-Bien, te veo en un rato- dijo dejándome sola afuera de su edificio y guiñándome un ojo.
Camine en dirección a no sé dónde pero había muchas tiendas.Entre a una de ellas donde todo era rosado había muchos cosméticos, fui de tienda en tienda sin comprar nada, solo tenía dólares así que no sabía si podía pagar con ellos y no intente comprar. Mire el reloj y eran las 7 había estado aquí casi tres horas, tenía hambre. Había que volver pero cuando me dispuse a observar mi alrededor no sabía dónde estaba, puse atención a los detalles y vi un mapa, parecía del metro. Dios acaso de había metido en la estación de metro de Corea? Me invadió una oleada de miedo y desesperación, comencé a ver a todos lados pero todos los caminos eran tan confusos y había cada vez más gente, tenía ganas de llorar fuerte y alguien se acercó a mí.
-¿Estas bien?-
-No, me perdí no sé dónde estoy- dije soltando un pequeño hilo de voz y las lágrimas comenzaron a brotar.
-Tranquila, mi nombre es Jungkook supongo que eres extranjera, puedo ayudarte pero por favor no llores, toma- me extendió un pañuelo y alcé la vista hacia él, era más alto que yo, tez pálida, cabello castaño y unos labios de un tono rosado tan Hermoso, era bastante atractivo. Tome el pañuelo que me ofreció.
- me llamo _____ lo siento solo que es mi primera vez aquí y ni si quiera sé dónde estoy- dije apenada ante aquel chico guapo parado frente a mi.
- ¿Dónde vives ____? Tienes algún número de teléfono al que puedas marcar?-
Cierto había olvidado el celular que me dio mi tía. Qué tonta. Saque el celular de mi bolso y entre a los contactos, pulse el nombre de Alice y ahí estaba la dirección. Si le llamaba para decirle que me había perdido se burlaría de mi.
-Tengo la dirección- le mostré la pantalla y me dijo con una sonrisa tierna.
-Puedo llevarte si lo deseas, estamos cerca de allí- sin pensarlo un segundo asentí.
-Puedes confiar en mí, te llevaré sana y salva ¿De dónde eres?-
Le dedique una sonrisa, creo que si era muy guapo.
-Soy de (t/p) estoy aquí por qué vine a estudiar-
Tenía 20 años, en septiembre cumpliría 21, siempre usaba esa línea de tren para volver a casa, trabajaba medio tiempo en una librería que estaba a dos calles de donde vive Alice. Por una extraña razón sentía que me inspiraba una confianza enorme y esto no me sucedía a menudo. Estaba caminando con este chico guapo en Corea, era tan amable.
Comencé a sentirme un poco familiarizada del lugar donde estábamos.
- Estamos cerca, mira allá se ve tu edificio- señaló con su dedo y yo suspire aliviada.
-Gracias por ayudarme- dije con una sonrisa
- Se me ocurre que podemos evitar que te pierdas si me dejas darte un paseo por aquí-
- Sería estupendo, pero esta semana no, seguramente Alice querrá llevarme a la academia y esas cosas, pero puedes darme tu número telefónico-
Jungkook me dedico una sonrisa divertida y me quito el celular de las manos
-Aquí está mi contacto, llámame para registrar tu número- obedecí y al instante timbro su celular.
-Listo, gracias de nuevo Jungkook- no sabía cómo despedirme de manera correcta y ambos nos quedamos parados viéndonos, así que le extendí el brazo para darle un apretón de manos.

Sólo un sueño (Jungkook y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora