M E N T I R O S O S 《HENTRICK》[TERMINADA]

20[+18]

Las manos contra uno de los árboles mientras Hockstetter se dedicaba a subir su camiseta para besar multiples veces su espalda. Eso era lo que estaba pasando por la mente de Denbrough que tartamudeaba entre jadeos por tan suaves acciones que jamás pensó que salia del de ojos azules. Sus pantalones estaban siendo cuando llegó a darse cuenta de que Patrick jadeaba otro nombre y que la voz de Bill parecia tan lejana a su propietario que dolia.

— P-Patrick... — Gimió aventurando su mano a tomar la de este que estaba presionada contra su vientre—  N-No de esta forma, no a-aqui, hm...

Su boca fue silenciada cuando los dedos de este se metieron entre sus labios, jugando con su lengua sentia que se derretia ante los seguros toques del abusón. Fue un momento dado ya estaba dentro de él, moviendose con una brusquedad que Denbrough no podia aguantar, sus débiles piernas no aguantaban los espasmos que estaba sufriendo con fuerza, deslizandose sus dulces lágrimas hacia su barbilla para caer al suelo. El sudor hacia que el sonido de la cadera de Hockstetter contra sus glúteos se hiciese más presente, como si la sensación de estar rompiendose no fuese suficiente, de que después de haberse derramado contra el árbol varias veces Patrick no se detuviera, que hasta que la sangre no resbaló por sus muslos no llegó a sentir la humedad de este en su interior, cayendo al suelo clavando ambas rodillas en el suelo. Con una última sacudida sus ojos se cerraron teniendo en su pensamiento de que el moreno se habia hecho con su cuerpo.

— ¿Henry?— Susurró Patrick tocandose la cabeza, todo parecia confuso ahora.

Sus ojos vagamente giraron hacia un lado, viendo a lo que seria el chico que habia causado todo su alboroto solo que esta vez, era el real. Lucia realmente horrible, arañazos por todo su cuerpo además de sangre que decoraba cada trozo de piel, el dolor acumulado de sus piernas casi no lo podia sostener en pie, su enmarañada ropa demostraba que habia salido de una pelea aun que no sabria decir si victorioso o no.

— Patrick...— Susurró agotado— ¡Patrick!

— ¡Henry!— Gritó de vuelta euforico, pero el otro no parecia así.

— ¡Me debes una buena escusa para esta mierda!

Un momento de desconcierto llevó a la desdicha cuando miró al exhausto Denbrough y luego a su enojado Bowers. O sí; cagada.

— Yo a-ah...

Henry no dudó al acercarse al otro y pegarle una bofetada con fuerza que hizo eco por todo el lugar. No hizo nada, no dijo nada, solo cuando pudo hablar su hermoso rubio le silenció tirando de su mano alejandolo del castaño — No sin antes partirle la nariz de una patada.

Se veia tan agotado, Patrick pensó en más de una ocasión al verlo tambalearse que se iba a caer desmayandose algo del tipo tan drámatico que tendria que tomarlo en brazos y besuquearlo. Creo que ese pensamiento lo sacó de una pelicula.

— Henry... ¿A dónde vamos? Por aqui no se va a tu casa.

— No voy a casa, nos vamos de aqui, vamos a tomar un puto avión, o un coche o-o un jodido tren, pero nos vamos de Derry.— Parecia alterado ¿Y como no estarlo?— Si nos quedamos un minuto más vendrá a por nosotros, va a venir y nos va a matar ¿¡Entiendes?!

Patrick tomólos brazos del contrario para tirar de él y abrazarlo, ocultandolo en su pecho de una forma casi paternal. El rubio se tomó su tiempo antes de corresponder el abrazo, ocultandose de la forma en la que le hubiera gustado cuando Eso le atacó, llorando desconsolado como hizo antes, temiendo una vez más por su vida.

—Él te hizo todo eso ¿Verdad? Tu ropa y tu cuerpo, él te hirió.

Asintió. Concluyó la conversación con ese simple movimiento de cabeza y volvió a caminar alterado y alerta de todo lo que sucedia a su al rededor. Hockstetter lo entendia, lo comprendia a la perfección de una forma que seguramente su hermoso Henry desconocia, entendia el miedo que habia sentido tal vez no de una forma tan exagerada pero habia experimentado el miedo. Y no le gustaba.

Al final tan solo llegaron a una estación de bus, una que daban grandes distancia. Mientras hacia cola el cuerpo de Henry no pudo aguantar y cayó al suelo con estrépido, llamando la atención de todos los que estaban comprando su ticket.

No fue problema tomarlo en brazos de forma que parecia que tomaba un bebé, notaba como le babeaba el hombro mientras sacaba su cartera y se acercaba al conductor.

— Dos billetes por favor, lo más lejos de aqui.