Prólogo parte 1:

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Empezaremos situándonos en una pequeña casa blanca en Cheshire, con su jardín repleto de flores de colores donde una joven riega las plantas pacientemente. Su cara refleja cansancio, y es que Nicole,  a diferencia de las chicas de su edad,  asume demasiadas responsabilidades .

Dejó la manguera recogida a un lado del pequeño jardín y se adentró en la cocina para tomar un vaso de agua. Mientras, pensaba en la de cosas que le habían pasado estos años, como quedarse embarazada y abandonar a a su novio, Harry. Aquello le causó mucho dolor  pero sabía que debía hacerlo, debía dejarle seguir su sueño. Habían pasado por mucho juntos, Harry había sido su salvación para superar aquellos años de soledad tan duros, simplemente ella no podía dejar que los sueños de su querido rizado quedaran arrugados a los pies de una papelera. No, definitivamente  ella debía hacerse cargo de sus pequeños, y Harry debía estar en el programa y olvidarse de trabajar a diario en una panadería.

Miró la hora en el reloj de la cocina. Tenía que despertar a sus hijos para que desayunaran y la acompañaran a hacer la compra. Hoy debían volver pronto, pues su jefe hacía una fiesta  a la que obligatoriamente tenía que asistir. Llevaría a los niños, ya que no podía dejarlos con nadie y por ello  tendría que prepararlos y conducir un largo camino hasta la casa que tenía él en Manchester.

Subió las escaleras y se acercó al primer cuarto. Levantó la persiana y dejó que el poco sol de aquel grisáceo día iluminara la cara de su primer hijo, Harry. Sabía que ponerle el nombre de su padre no era muy original, pero quería tener un mínimo recuerdo  de su amado.

- Jo, mamí... Ciérrala... - se quejó mientras daba vueltas por la cama y se enredaba con las sábanas.

- No, Harry, levántate y vete a desayunar. Tenemos que ir a comprar... Venga - le arrancó las mantas y este bufó.

- Vale, pero me compras chocolate.

- Trato hecho.

Su hijo salió simplemente vistiendo sus boxers, sus rizos estaban alborotados y apenas abría sus ojos verdes. Era una copia exacta a su padre. Arregló rápidamente su cama y salió a la siguiente habitación, la de su segundo hijo, Edward. Sí, el segundo nombre de su padre ¿Qué pasa?

Al igual que con el primero abrió la persiana y el sol se coló por la ventana, pero Edward a diferencia de Harry no se removió.

-¿Cómo estás mamá?- Le preguntó con su suave voz adormilada.

- Muy bien cariño. ¿por qué no bajas a desayunar? Harry está esperando. Como sabes hoy volveremos temprano de hacer la compra.

- Vale mami, pero ¿podrías comprar chocolate?- Ella rio y asintió, volvió a ver como su hijo salía con sus boxers de diferente color, sus rizos alborotados y sus ojos verdes bien abiertos. Edward y Harry eran exactamente iguales, salvo que Edward tenía una pequeña marquita de nacimiento en el cuello.

Como hizo minutos antes, arregló la cama de Eddie y fue al tercer y último cuarto. Entró y repitió la misma acción, pero en cambio su tercer hijo ni se movió ni habló, siguió durmiendo. Suspiró con una sonrisa y con cuidado meció el pequeño cuerpo de ocho años.

- Princesa, hora de levantarse - Su tercer hijo era una preciosa niña, con un color de ojos claro y al igual que sus hermanos pelo rizado, siendo esta vez largo hasta la cintura.

-¿Mamá?

- Buenos días mi vida, ayer te quedaste leyendo hasta tarde por lo que veo - Su hija Lussy era especial, no era como las demás niñas y no lo decía por ser su madre. Ella era más bien solitaria, no se juntaba con mucha gente y apenas hablaba con aquellos que eran de confianza, su color favorito era el verde y amaba los animales. Era inteligente, su coeficiente intelectual era muy alto ya se lo habían dicho varias veces, por eso poca gente hablaba con ella intimidada de su inteligencia. Amaba leer y le gustaba escuchar a su padre, al igual que  sus hermanos. Ella les había contado toda la historia aunque omitió el verdadero detalle de que pensara que a su edad tres hijos pudieran ser una carga para Harry en su carrera, y sus hijos lo dejaron estar.

- Es que el libro era muy interesante y no podía esperar a ver si el detective conseguía averiguar el caso. Al final lo descubrió y yo... me dormí tarde - Ambas rieron y juntas hicieron la cama para luego bajar. Al contrario que los otros dos, Lussy llevaba un camisón lila de un gato muy adorable, como ella.

Al llegar al salón observaron la televisión encendida en el canal de Mtv. Salía una canción de One Direction que al parecer los niños aun no habían visto, pues Lussy corrió junto a sus hermanos para ver el videoclip mientras que Nicol fue a la cocina a por la bandeja del desayuno. Se la llevó a sus niños y observó como comían entre las bromas de Harry y Edward y algún que otro comentario de Lussy.

- Bueno chicos escuchad. Hoy es la fiesta, así que según volvamos, Lussy, entras a ducharte que te tarda más en secar el pelo - Esta asintió conforme - Luego vas tú Harry que tardas una eternidad, y el próximo tú Eddie ¿ De acuerdo?

- Si mamá - Dijeron los tres al unísono. Luego desaparecieron en sus habitaciones para vestirse e ir a comprar, mientras ella hacía lo mismo.

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Bueno chicos esta es mi segunda historia y espero que les guste, como ven el prólogo tiene varias partes, serán cinco ya que son explicativas y luego ya viene la acción pero espero que los prólogos no os aburran. Y bueno espero que les hayan gustado los trillizos styles en el próximo se presentarán...¡sorpresa! averiguenlo muchos saludos y besitos. ;)

Una extraña situación. Nuestros hijos: (PAUSADA Y EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora