Pasó el día y Elliot volvió al hospital, aun con la tristeza de haber perdido a su única hermana, pero con una solución al problema de los niños.
Cuando llegó a la sala de espera, observó como aquella enfermera con la que había hablado antes y a la que había dejado a cargo a los niños, les leía un cuento. Todos estaban prestando atención hasta que lo vieron en la puerta y corrieron a abrazarle.
- ¡Tío Elliot! ¿A dónde has ido? .- le preguntó uno de sus sobrinos mientras lo abrazaba por las piernas.
- Chicos debo deciros algo muy importante a todos.- los niños le miraron serios y todos fueron a sentarse de nuevo en las sillas. La enfermera sabiendo lo que ahora venía le ofreció su ayuda.
- Tranquila, ve a trabajar, ya me has ayudado bastante en esto, es algo que debo decirles yo.
- De acuerdo, mucha suerte Elliot.
- Gracias Enfermera ...
- Susan Smith.
- Oh, pues gracias Enfermera Susan.- la enfermera se sonrojó y le dedicó una sonrisa, luego se fue por el pasillo y desapareció. Elliot miró a los niños y solo pudo darse ánimos a él mismo.
- Bien niños, antes de nada, quiero haceros saber que, aunque apenas nos conozcamos excepto James y Elliot, podéis contar conmigo para cualquier cosa ¿ de acuerdo?- Los siete niños asintieron a excepción de los gemelos Payne.- Bien, esto que os voy a decir no es fácil.
- Simplemente dilo. - aconsejó Bethany.
-Antes hablé con la enfermera de vuestras madres. - los niños abrieron los ojos.
- ¿Cómo están?- preguntó Brandom. Elliot calló de repente y no encontró la forma de decirles lo que ocurría.
- Ellas, ellas están...- finalmente suspiró y derramó algumas lágrimas sin darse cuenta.-vuestras madres ahora son parte del cielo...
-¿Quieres decir que están en el cielo con los abuelos?-preguntó inocentemente Bethany, a lo que Elliot asintió.
-Entonces no podré ver más a mi mamá- dijo Nicki echándose a llorar junto a los demás. La personas que pasaban por ahí los miraban apenados. Elliot también se echó a llorar, y ¿cómo no hacerlo si la muerte de su hermana también lo afectaba?.
-¿Y Lussy?-preguntaron los trillizos Styles aun con lágrimas en los ojos por aquella terrible noticia. Aquel hombre adulto dejó sus penas a un lado y se concentró en la pequeña, la cual había sido olvidada por la mayoría excepto por sus dos hermanos.
- Pues...- No sabía que contestar, si quiera había preguntado por ella, había estado tan conmocionado, que no se había acordado de la pequeña Lussy.- La verdad es que no lo sé, lo siento yo...
-Puede que nuestra madre ....esté ... ya no esté- empezó Harry, al que lágrimas no dejaban de caerle por sus pequeños ojitos color verde azul.
-Pero Lussy sí que puede estar aquí, eso cambiaría mucho las cosas.- el pequeño Edward se largó a llorar al igual que Elliot.
-Ella es nuestra fuerza e inteligencia, sin ella no somos nada.- Dijo Harry. Elliot se entristecía al oírles
-Chicos lo entiendo, yo...- Una vez más fue interrumpido por la voz de un Doctor, esta vez.
-Sr. Elliot McGrow- el chico se acercó al profesional con preocupación en el rostro.
- Soy yo.
- Bien, le tenemos noticias buenas y noticias malas - Elliot asintió e hizo un gesto para que el viejo doctor continuara.- Verá la niña por la que horas antes preguntó.- asintió.- Ha sido operada hace unas horas debido a que un gran cristal prácticamente atravesaba su cuerpo y eso ha provocado una hemorragia.-Elliot asentía con rapidez, nervioso y asustado al mismo tiempo, no sabría como dar una mala noticia de nuevo.- La operación he de decir que ha sido un éxito. Pero todo tiene sus pegas.
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Una extraña situación. Nuestros hijos: (PAUSADA Y EDITANDO)
FanficMientras que la boy band del momento, One Directione cada vez se hacía más famosa, cinco chicas de veinte y veintiun años se encargaban de cuidar a sus adorables hijos. Sí, hijos. Al parecer sus vidas habían cambiado y se habían convertido en ma...