Prólogo parte 2:

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Se levantó y fue directa a la ducha. Mientras el agua caía por su cabeza, hombros y cuerpo los recuerdos invadieron su mente. Recuerdos como la sonrisa imborrable de Louis, la cual veía cada día en sus pequeñas gemelas, Nicol y Alexa.

Sí, tenía dos preciosas hijas idénticas a Louis, el problema es que él no lo sabía. Justo antes de saber que estaba embarazada su padre le había obligado a separarse del amor de su vida, pues según él,  ella se debía casar con el hijo de uno de los  socios  de su empresa. Justo es aclarar que dicho matrimonio no duró ni un año. Jason, su ex- marido, se había dedicado a abusar de ella, cosa que llegó a tolerar hasta cierto punto, sin embargo, el que quisiera incluir a sus hijas era algo que no podía tolerar. Nadie les tocaría un solo pelo de su hermosa cabellera castaña sin salir vivo.

Muchas veces pensó en volver con Louis y contarle todo lo que había pasado, pero ella ya le había hecho mucho daño y no quería ser un estorbo en su carrera.

Salió de la ducha y se vistió para luego ir a preparar el desayuno. Vivía sola desde su divorcio, su padre apenas la visitaba por trabajo y su madre ni se molestaba, desde que le dijo que estaba embarazada a los dieciséis su madre decidió dejarle en claro que ella ya no era su hija, incluso la hecho de casa. Por suerte su padre fue solidario y le compró un apartamento en Doncaster, después de todo el daño que la hizo, este se vio arrepentido y todo el tema económico lo llevaba él sin importar la cantidad.

Al terminar de hacer el desayuno subió a despertar a sus princesas. Entró en un cuarto rosa con dos camas en las que se encontraban sus pequeñas de seis años durmiendo. Se dirigió primero  a la cama de Nicol que era más tranquila al despertarse y suavemente la sacudió.

-Nicol, "Niki", mi amor despierta.- Su pequeña se revolvió y abrió sus ojitos estirándose.

-Buenos días mami.

-Buenos días cariño ¿dormiste bien?.- la pequeña asintió levemente aun desperezándose.- ¿Me ayudas a despertar a Alex?- la pequeña volvió a  asentir, esta vez más entusiasmada, y corriendo se echó encima de la cama de su hermana, la cual se quejó y se dio la vuelta.

-Venga Alexa eres una floja ¡Levanta!

-Alex, cielo, vamos a desayunar ¡Venga! y luego daremos una vuelta e iremos al parque¿ Qué os parece?

-¡Sí, eso suena genial mamá!- dijo Niki con una gran sonrisa y dando palmadas. La otra pequeña se desperezó contenta.

-¡Sí! Quiero volver a los columpios.

-Muy bien, entonces mis princesas en marcha a su desayuno real.

-Aguarde nuestra reina.- dijeron ambas imitando lo que habían aprendido de una película de Barbie.

Cuando bajó, ambas estaban en la cocina frente a sus desayunos y observaban la televisión con mucha atención. Fijó su vista en ella y vio el causante de semejante concentración. Un nuevo video de la banda en la que tocaba Louis, las gemelas lo adoraban aún sabiendo que no podrían estar junto a él. Sabían que Louis era su papá, sabían la verdadera historia por eso no le hacían mucho caso a su abuelo el cual se apenaba cada vez que las veía y ellas pasaban de él, pero no se preocupaba por echarles la bronca a sus hijas ante tal comportamiento, ya que fue por su culpa que ellas no tenían un padre y la suya por permitirlo, y eso era algo que no se perdonaría.

Terminó el video, el cual les había encantado y comenzaron a hablar de lo geniales que eran los chicos, sonreía ante aquello. Ellas eran sus mini fans de una forma diferente a las demás. Ellas no gritaban "cásate conmigo", ellas no buscaban cual de los cinco estaba "como un queso", simplemente ellas les amaban por su música y obviamente por su padre, lo amaban aún sin conocerlo pero era imposible no amar a Louis si tenía una sonrisa y un sentido del humor espléndido.

Una extraña situación. Nuestros hijos: (PAUSADA Y EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora