Capítulo 35

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Era lunes, día de ir a estudiar, no quería ir, pero siempre habrá y tendré la mejor motivación para ir y es que así era siempre iba por ella, para verla a ella, a la hermosa morena de ojos morones. Estaba entrando a él colegio, el estacionamiento estaba muy vacío lo que era muy raro, solo lo ignore y camine hacia mi casillero. Cuando me desperté este día algo, algo dentro de mí me decía que este día sería diferente, no como los demás, aun no puedo entender ni adivinar lo que este día o más bien el destino me tiene preparado. No sabemos a ciencia cierta que nos tiene preparado el destino cada día, cada momento de nuestras vidas. Cada día que pasa algo, algo diferente, siempre siento que pasará algo, algo que no estoy segura si es para bien o mal, espero que sea para bien.

Camine hacia el aula que me correspondía era en el laboratorio, odiaba esa asignatura, era la más aburrida de todas, más por una señora, que más parecía mi abuela pues cuando hablaba se llevaba una eternidad en fórmula una palabra o más bien formular una oración. Esta asignatura no estaban las chicas, Normani, Dinah ni Camz, solo estaba yo, y es por eso y otras cosas más por las que odio esta asignatura de mierda. Me senté en las mesas de atrás, las mesas de esta aula eran para dos y eso lo odiaba por que alguien que no conozco siempre se sentaba a mi lado. La verdad si los conozco pero no soy de hacer amistades a la primera.

LA señorita Brown aun no llegaba, todos ya estábamos esperando a que la clase comenzará, una chica estaba acercándose a la mesa, no se su nombre la verdad, creo que es nueva. Ella se sentó a mi lado y no dijo nada solo se quedo en silencio, nadie decía nada, bueno claro que si había ruido y era de los demás alumnos, pero a lo que me refiero es que ella no decía nada. De reojo note que ella observaba mi libreta de dibujos, me había puesto a dibujar mientras esperaba a la profesora, ella no dejaba de ver mis trazos y eso me estaba poniendo muy nerviosa, odiaba que las personas observarán cuando dibujo o pinto. Cerré la libreta y la obeserve, ella abrió sus ojos y se puso nerviosa.

-¿Que tanto miras? -- se que estuvo mal pero igual me estaba molestando su mirada.

-Pues yo... Yo solo... -- se notaba demasiado nerviosa.

-Sabes no importa... --tome mis cosas, debía salir de ahí. Me levante, pero ella me detuvo.

-No espera... Yo solo notaba con hacías cada trazo, pues a mi también me encanta dibujar. -- me volví a sentar y la observe en silencio. Su rostro mostraba sinceridad y mucha confianza. No notaba que ella fuera de esas personas que admiraba el arte. Aunque no debo juzgar a nadie antes conocerlas.

-Bueno... ¿Que sabes del arte tú?.

-Pues se que... Debes respirar muy profundo ya que así podrás consentirte mejor y tendrás una mayor fidelidad y calidad en tu dibujo o en lo que estés pintando... -- la observe con asombro, pues ella había dicho algo interesante, y es que es cierto, para tener el mejor acabo en tu pintura o en tu dibujo debes hacer eso. Yo lo hago.

-Genial... Me parece interesante.

-¿Cual es tu nombre?. -- me quede un momento en silencio. Mire hacia el frente un momento.

-Lauren... Lauren Jauregui.

-Muy bien, Lauren... Mi nombre es Lucía Vives, pero puedes llamarme Lucy. -- me quede observando el frente un rato más.

Solo conocía a una Lucía y era una loca total, pero nunca había visto a ella, claro que tenía razón, esta chica era nueva. La voltee a ver y observe cada fracción de ella, sus ojos eran negros o tal vez café oscuro, su nariz era perfecta y tenía unos pequeños labios que apenas se notaba que tenía. Su piel era de mi mismo color. Después de un rato la señorita Brown llegó y sólo se disculpo por el retraso. Claro como si eso justificara todo el aburrimiento que ocasionó su "retraso", tal vez ella tuve una noche loca con el señor Frank, claro tal vez estoy sacando ideas tan tontas, aunque no cabe duda de que tal vez tenga razón, ya que ella lleva la misma blusa de ayer. ¿Como lo sé?, pues cuando llegue a la tienda donde compro, ella salía de esta. Y pues si, efectivamente ella había tenido una noche loca.

Luego de terminar la clase y dejar de inventarme ideas estúpidas. Tome mi mochila y guarde todas mis cosas, todos habían salido solo quedaba Lucy y yo, ella aun seguía guardando sus cosas y yo igual. Luego me volví a sentir incomoda, claro como que no si esta chica rara me estaba observando mientras metía mis cosas en mi mochila.

-¿Que?.

-Nada... -- tenía una sonrisa en su rostro. Se encogió de hombros.

-Dime --ella no quitaba su sonrisa y mucho menos su mirada.

-Solo que me pareces interesante... No pensé en encontrar a alguien con mis mismos gustos.

-Solo tenemos en común una cosa que es el dibujo y el arte, nada más... -- ella negro con su cabeza y no dejaba de sonreír. ¿Pero que mierda le parecía gracioso?.

-No lo creo... Tenemos más cosas en común que aun no sabes.

Y sin más me marche, pues no tendría sentido estar con esa loca. Si es cierto que sin locura la vida sería aburrida, pero lo que le pasaba a Lucy era de otro mundo, no soportaría estar más tiempo cerca de ella.

Camine por el pasillo hacia la cafetería donde me encontraría con las chicas, tenía unas ganas inmensa de ver y abrazar a la hermosa chica que no deja de estar presente en mi mente y es que nunca había estado tan tonta por alguien solo con ella nada más. Estaba por entrar a la cafetería, ya había visto donde estaban las chicas, estaban en la misma mesa donde nos sentamos siempre. Estaba por entrar cuando una voz que decía mi nombre me detuvo.

-Vaya, me dejaste hablando sola, Lauren.

Okey, esta niña me estaba fastidiando y aún solo la conozco unos minutos se imaginan si pasa tiempo conmigo todos los días, sería un desastre total. Ella tenía esa tonta sonrisa que ya me estaba frustrando. La odio.

-No tenía nada más que hablar, ahora si me disculpas...

Me hice aun lado y camine hacia la mesa donde estaban mis amigas, ellas ya estaban desayunando, y ahí estaba ella con sus ojos tan hermosos que me dejan tonta, se que dirán que solo una tonta cursi, pero es difícil no serlo con ella. Camila Cabello es lo más hermoso que jamás hayas visto en toda tu vida. Me acerque a la mesa y salude a las chicas.

-Hola chicas... Hola Camila.

-Hola Lauren -- mierda, esa sonrisa otra vez, esa maldita sonrisa que hace que todo mi mundo se detenga.

-Vaya, ustedes dos me dan asco, son tan cursis. -- le di un golpe en el hombro a Dinah y las demás so reían. Estaba por sentarme hasta que escuche otra vez esa voz.

-Vaya, hola...

-Oye ya si, no entiendo por que me sigues... -- todas me observaban y yo solo la miraba a ella. Lucy levantó sus manos en modo de rendimiento.

-Pero si no te estoy siguiendo...

-Ah no...

-Laur, veo que ya conoces a mi amiga Lucy -- mire a Dinah y luego a la chica, no entendía nada y no quería entender. Por que sabía que no era bueno.

-Si, eso te quería decir... Por eso te observaba, Dinah me había hablado de ti.

-Bien...

Me senté al lado de Camila, esta tenía una mirada de confusión, quizá su amiga no le había hablado de esta tal Lucy, Camila me miro con una mirada de confusión y un poco de... ¿Celos?, vaya eso no me lo esperaba, aunque no era nada justo ya que no debía tenerlos. Acaricie su mano con mi dedo pulgar tratando de tranquilizarla, ella me regalo una sonrisa, la más hermosa de todas, se mordió el labio, no pude evitar verle los labios, sabía que ella lo hacía para que se diera cuenta la chica que yo no estaba sola o eso creo yo. Eso me gusta. Pase mi brazo alrededor de su cuello y me acerque a su oreja.

-No te preocupes, solo tengo ojos para ti, mi Camz.

Se lo dije en un susurro, ella se estremeció ya que mi aliento toco su cuello, sonreí ya que sabía el efecto que tenia eso, me encanta ponerla así. Camila me compartió de su sandwich. Y así pasamos el desayuno, las demás hablando con esa tal Lucy y yo con mi Camz, no dejaba de verla, cada acción cada sonrisa cada mirada que me daba, eso era tan tierno y hermoso, ya que ella lo hacía furtivamente. Aunque no sabía que todo esto acabaría, todo y cada uno de esos momentos que estoy pasando se deben acabar en algún momento, algo me lo decía y así será.

Entre Pinceladas (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora