Capítulo 31

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Este es uno de esos días de tu vida que te despiertas y te levantas de la cama y dices "no quiero hacer nada", pero uno debe levantarse y seguir su única y verdadera rutina. Me levante sin ganas de nada, este día era Domingo debía buscar trabajo, pues ya no quería depender más de mi padre o de los demás. Camine hacia la habitación del baño, necesitaba una ducha.

Cuando salí del baño y me dirigí hacia mi armario donde busqué lo más apropiado y a la vez cómodo para poder salir. Me puse una camisa negra y unos pantalones negros rasgados, y obviamente mi chaqueta de cuero, este día no vería a Camila, pues ella me dijo que su mamá quería que salieran como una familia que nunca fueron, aunque su mamá diga eso yo se que algo está tramando ya que desde ese día que vino no la he visto más. Tome mis cosas y salí de la casa, entre al auto y tome el camino, Ally me había dicho que cerca se encontraba un lugar que necesitaban a una mesera, era un café. Después de un largo camino encontré un café que afuera tenía un letrero que decía que necesitaba una mesera.

Entre al local y vi que no estaba tan lleno de personas solo habían como tres personas. Me acerque a una chica que estaba en la caja y ella estaba terminando de guardar el dinero que le habían dado.

-Buenos días, ¿necesita algo?.

-Emmm si, bueno en realidad vengo por el puesto de mesera.

Ella salio de su lugar y me observó de arriba abajo, eso me incomodo un poco, luego de eso se dio la vuelta y camino a una puerta, a los minutos de esta salió una señora de unos 50 años e hizo lo mismo pero esta vez era cómodo, me regalo una sonrisa.

-Bueno hija ese puesto ya está ocupado.

-Oh, bueno gracias - me di la vuelta maldiciendo en lo bajo.

Salí de ahí y me dirigí a casa de mi mejor amiga, Ally, necesitaba estar con alguien pues no sabía que más hacer, ella me ayudara a encontrar algo para mi. Me subí al auto y me puse en camino a su casa, en el camino puse música un poco de rock, no era una chica que le gustaba mucho ese género pero era lo que había. Me que un momento esperando a que el semáforo cambiará. Extrañaba a Camila lo hacía demasiado pero sabía que hasta mañana la vería, el semáforo cambió y continúe conduciendo.

Llegue a la casa de la pequeña Ally y salí del auto, sacando de este unos chocolates y unas rosas, ella aun estaba molesta conmigo y esperaba que así me perdonaría un poco, con ese poco me conformo. Me acerque a la puerta y trataba de ordenar mis ideas y palabras para disculparme con ella pero no encontraba la forma de ordenar esto, toque el timbre y de esta salió ella con sus lentes de lectura puestos, se cruzo de brazos al solo verme y tenía una expresión seria en su rostro, respire profundamente, llenando mis pulmones de oxígeno y tomando valor de hablar.

- Lo siento, pero estoy ocupada.

- Oye solo... Perdón si, no debí actuar así, pero...

- Lauren, te digo por segunda vez, estoy ocupada.

-Ally, por favor, solo escucha y si después de esto no me perdonas me iré y ya no te buscaré. - Ella suspiro y se quito sus lentes.

-Okey, habla.

-Muy bien... Se que no debí ir en busca de ella, lo sé bien, pero ese día estaba mal, tu lo sabes... La situación de mi familia y lo de Camila, yo pensaba que ella se había acostado con su novio, eso me lastimo más y por eso cometí esa idiotez, Ally solo te pido que me perdones, te juro que no lo haré más... --- Me quede un momento en silencio, ella no decía nada ni cambiaba su expresión. --- Joder Ally, eres mi única familia y lo sabes, por favor, te pido otra oportunidad, te quiero demasiado, eres mi mejor amiga, mi hermana y también algo parecido a mi madre.

Entre Pinceladas (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora