Capítulo 32

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Estaba pensando si entrar o no, pues no era de mi agrado estar ahí y menos con esas personas que alguna vez me lastimaron con sus palabras de mierda. Las personas entraban a la casa, con sus vestidos y trajes caros, en sus manos los mejores regalos de todos. Estaba en el auto, observando como mi madre o más bien dicho Clara recibia a los invitados con la sonrisa más fingida que jamás hacía visto en el rostro de nadie, eso tenía mi madre que ella por más que intentaba ocultar lo mal que le caía a una persona, ni podía ella debía hacer esa tonta sonrísa y tratar de fingir agrado de su parte.

Después de pasar por la tienda comprando la comida de mi gato pase a mi casa para vestirme y dejarle un poco de alimento a él señor gato, tome la decisión de salir, será rápido, solo entro dejo el regalo, paso tiempo con Taylor y luego me iré, si eso haré. Camine con mi regalo en mano, aunque no era el mejor de todos pero algo es algo. Camine a la entrada y cuando me acerque mamá puse una cara de asco al verme vestida así.

-¿No pudiste ponerte algún vestido, algo de ropa femenina?.

-No, es lo que hay.

-Los invitados comenzarán a hablar...-
Siempre era lo mismo, ella dependía de lo que los demás decían.

-Laur, viniste -- Taylor me abrazo, la extrañaba demasiado, ella era mi hermana menor, mi hermosa hermana normal.

-Vaya que bien te ves... Vine por ti, lo sabes.

-Si, si ya, ya... Taylor lleva a Lauren a tu habitación y dale un vestido tuyo, no quiero que este acá así. --me señaló con su dedo.

-Vamos.

No dejó que hablara más pues ella me jalo dentro de la casa, me llevó por las escaleras donde llegaríamos a su habitación, nada había cambiado de esta casa, llegamos a la habitación de ella y entramos, la habitación de Taylor era muy femenina como diría mamá, era de color rosa y tenía muchos recortes de sus artistas favoritos en la pared.

Me indicó que me sentara en la cama así lo hice, mientras ella buscaba algo en el armario.

-Este creo que te quedara.

-Tay Tay, sabes que odio los vestidos.

-Lo sé, pero si no quieres que mamá te esté molestando debes ponertelo.

-Bueno. -- Me levante y ella me paso el vestido. Era uno color negro, no era de ponerme siempre vestidos, solo fue una vez que me puse uno y fue cuando mi abuela murió, no me dolió esa perdida ya que no la conocía. Taylor me miraba mientras me ponía el vestido. Me lo puse finalmente.

-Vaya, te ves hermosa hermana.

-Gracias pero no lo creo.

-Eres tonta... Cuéntame que tal te va.

-Pues bien, aunque te extraño demasiado, ¿como estas tu?.

-Bien, también te extraño, no es lo mismo sin ti.

-Lo sé Tay Tay, pero sabes que no podía estar más acá, no cerca de esa mujer.

Ella tenía una mirada triste, me acerque y la abrace fuerte, sentí un sollozo de su parte, ella, buenos, mis hermanos sabían como había sufrido con esa mujer que se dice ser mi madre, ellos fueron mi motor para seguir adelante con todo esto, mi hermano estaba en casa de mis abuelos, mi mamá pensó en ponerlo a estudiar ahí, ya que era la mejor escuela de todas.

Luego de un rato me aleje y limpie los ojos de mi hermana, ella me regalo una sonrisa triste y yo se la devolví pero esta estaba llena de cariño y mucho afecto.

-Ustedes bajen que ya servirán los alimentos.

Esa era Clara, con su voz tan desagradable como siempre. Bajamos a él jardín donde estaban todos, por lo que note era yo el centro de atención de todos. Mi familia era unas personas tan tontas con mente cerrada que ni verlos quería ya que arruinarían mi día y eso que ya estaba arruinado.

Entre Pinceladas (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora