Capítulo 3

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Esa noche, soñé con Patch, con esos ojos negros que cuando me miraban me perdía en mi mundo, soñé que nos encontrábamos una vez más, algo que en el fondo si quería que ocurriera. Al día siguiente cuando me levante era las 6:00 de la mañana y aunque estaba con sueño me levante para ver el Pacobi cuns que habían dejado para mí. Al salir de mi cuarto, bajé las escaleras de dos en dos, al atravesar la puerta vi el auto, era de azul con franjas blancas, era una belleza. Entre dentro del auto para sentirlo, a plena vista se veía que era nuevo, lo primero que pensé fue que Scott me lo había dejado por compensación de haberme dejado en Cusimo Necabi.

Regrese a mi cuarto me puse un polo y un buzo pegado, al que Vee lo llamaba licra, levante mi cabello en una cola y salí a correr. Después de correr dos horas me duche rápidamente y baje a la cocina donde encontré a mi mama esperándome con una taza de café y una rebanada de pastel.

- ¡Feliz cumpleaños Nora! – dijo mama. ¿Cumpleaños? Lo había olvidado por completo.

- Gracias mama. – dije con ojos llorosos.

- No quiero ver lágrimas en este día tan especial. – dijo – y anda, ve y estrena tu coche, Vee llamo y quiere que vayas a su casa.

- Gracias mama. – la abracé fuertemente y salí a la calle, entre en el Pacobi y fui rumbo a casa de Vee. Al llegar a casa de Vee, ella me abrazo y me deseo feliz cumpleaños.

- ¡Feliz cumpleaños nena! – dijo Vee – ¿Y ayer como te fue con Scott? – pregunto.

- ¿Cómo... que? Me dejaste en el Cusimo Necabi sola, escucha bien so... - la...

- No te deje sola, te deje porque Scott me lo pidió.

- ¿Así? Pues que raro, porque no vi por ningún lado a Scott. – dije impotente.

- Y, entonces... ¿Cómo volviste a casa? – pregunto Vee.

- Sabes, aunque no te has disculpado, te perdono. – dije.

- No me has respondido aún. – dijo.

- Vamos a... ¿Cusimo Necabi? – pregunte – como es mi cumple, yo digo el lugar al que quiero ir.

- Esta bien, pero esta me la debes. – dijo con un dedo amenazador.

Fuimos a Cusimo Necabi, ahí almorzamos, nos fuimos de shopping, me llevo al parque de Atracciones Parvesi donde nos subimos a la montaña rusa, hasta que fue las 7:00 de la noche. Vee recibió una llamada, pero no permitió que escuchase, seguro que era Miguel.

- Nos vamos. – dijo Vee.

- Bueno está bien. – dije. Como solo habíamos llegado en el Jouns driver de Vee, me preocupe un poco por mi Pacobi. Al llegar a casa de Vee todo estaba apagado, cuando de pronto Vee prendió las luces y Ena, Loo, Scott, Angelo, Miguel y David se levantaron de atrás del sofá gritaron: ¡Sorpresa!

Fue tan bello que quise llorar, pero recordé lo que mama me había dicho esa mañana, ahí Ena, Loo y Angelo habían preparado la comida, la cual estaba muy sabrosa, mientras que Scott y David fueron a por el pastel, Miguel fue por los adornos. Pasamos dos horas en la comida y algunos juegos, hasta que a Vee se le tuvo que prender ese foco ingenioso, lo digo porque propuso que juguemos la botella borracha.

- Muy bien, al que le toque la boca de la botella es el que obedece y al que le toque la base es el que manda. ¡A jugar! – dijo Vee.

- Gira, gira... - gritaban todos entusiasmados, menos yo, solo pedía que no me tocara la boca de la botella y que a Vee le tocara la base, ya que me preguntaría con quien regrese ayer en la noche del Cusimo Necabi.

Dans deux mondeWhere stories live. Discover now