Capítulo 6

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Regresé con Vee, aun no podía creer lo que ella había hecho, pero en cierta forma creo que Angelo es la felicidad de Ena. Llegue a casa y fui a la cocina para comer algo, luego de eso cene y me fui a mi cuarto a dormir, cuando estaba durmiendo sentí una brisa que venía de la ventana que había dejado abierta, me levante para cerrarla, cuando apareció Patch en la ventana.

- Nora, ¿Qué haces? – pregunto, entrando a mi habitación.

- ¿Pues tu qué crees?

- Mmm... por algo te lo estoy preguntando.

– Pues estoy durmiendo. – dije enfadada.

– Mmm... ya veo. – dijo pensativo.

– Y tú... ¿Qué haces aquí?

- Asegurándome de que estés bien.

- ¿Que? ¿Acaso ese es tu trabajo? – pregunte incrédula.

– Si, ese es mi trabajo. – dijo con un tono seductor.

– Pero como todo está bien, mejor me voy. – dijo dirigiéndose a la ventana.

- ¿Quién te envió? – pregunte.

– Nadie, solo hago esto para salvarme. – dijo con certeza.

- ¿Salvarte? ¿de qué o por qué?

- Quiero salvarme del infierno porque me quedare allí si no te estoy cuidando.

- ¿Y porque tienes que cuidarme a mí y no a Vee?

- Es que... Miguel, David y Scott pueden hacerte daño.

- ¿Y porque me harían daño?

- Porque ellos son nephilim. – dijo Patch y en el brillo de sus ojos se notaba su preocupación y también de que estaba diciendo la verdad.

- ¿Nephilim? ¿Qué es eso? – pregunte totalmente confundida y por su mirada creo que noto mi confusión.

– Los nephilim son producto de un ángel caído y un humano, para que sea un nephil completo, tiene que jurar lealtad mediante un juramento de sangre.

– ¿Entonces... como... se puede saber o distinguir que alguien es un nephilim?

- Por su estatura, los nephilim por lo general son altos... como tú...

- ¿Qué? ¿Cómo...yo? – dije pasmada.

– Si, tu padre fue un nephilim de pura sangre, y... esa misma sangre es la que corre por tus venas, para que seas una nephilim de pura sangre al igual que tu padre tienes que hacer un juramento de sangre, y no tengo duda que no descansaran hasta que consigan tu juramento. – dijo Patch con un destello de preocupación en sus ojos.

– ¿Mi Padre?... pero si él está trabajando en Paila City, ¿por qué dijiste que... el... fue... un nephilim de pura sangre? ¿acaso la palabra "fue" no se usa para alguien que esta... muerto? – pregunte con la esperanza de que se rectificara por un "es" en vez que un "fue".

– ¿No te enteraste? – pregunto.

- ¿Enterarme de qué? – dije con una duda dentro de mí, pensando en la posibilidad de que lo que más temía sea realidad.

– Tu padre era uno de los tres nephilim que eran los subordinados superiores, pero solo tu padre y su mejor amigo eran los únicos subordinados que tenían una hija, en cambio del tercer subordinado, su hija es una nephil, pero no de pura sangre, para que me entiendas, tu padre era uno de los jefes, el hizo un juramento de sangre junto a su amigo con el que también era jefe, ellos juraron diciendo que cuando sus hijas cumplieran 17 años de edad, su destino de ellas sería jurar lealtad a la raza nephilim y luego ellas asumirían el puesto de sus padres y si cumplían ser leales a toda la raza, ellas podrían convertirse en las superiores de toda la raza, para cuando habían jurado sus hijas tenían solo 11 años, ambas crecieron juntas debido a la gran amistad de sus padres, con el paso del tiempo, los padres vieron cómo es que sus hijas disfrutaban ver a sus hijas como unas niñas normales de su edad.

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