Capítulo 16

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Al día siguiente al despertarme, vi el collar de Patch, estaba en mi mano, ahora que sabía que la vida de Patch dependía de ello tenía que cuidarlo muy bien, me lo puse, luego me vestí para ir a la escuela, como ya era tarde, entré a la cocina y cogí una caja de donuts de seis unidades y me los llevé al Pacobi, durante el camino iba dando un mordisco, al llegar a la escuela vi a Ena parada en la puerta del estacionamiento, aparqué el Pacobi, bajé y me dirigí a Ena, la expresión en su rostro me decía que era a mí a quién esperaba.

- Ena, ¿a quién esperas?

- A ti, Nora.

- ¿A mí? – pregunte desconcertada, esa respuesta no me la esperaba.

- Si, a ti.

- ¿Y cómo para qué?

- Es qué tú y yo... tenemos algo en común.

- ¿Común? ¿a qué te refieres con eso?

- Es que Angelo me dijo que él y Patch... eran...

- ¿Puedes decirlo sin más rodeos?, se hace tarde para entrar a clase.

- Ello eran... ángeles, pero ahora son...

- Ángeles caídos. – la interrumpí, mejor dicho, la ayudé a decir lo que ella no podía.

- ¿Patch te contó? – al parecer ella pensaba que yo no lo sabía.

- Sí, pero no me dijo nada acerca de Angelo.

- Pues a mí, Angelo me comentó que Patch era igual que él, y que no debo decírselo a nadie.

- Patch me dijo lo mismo, ¿algo más que te haya dicho?

- Mmm... déjame pensar, ah, también me dijo que yo era una... nephlim, mephlim... hay, no recuerdo la palabra exacta.

- ¿Nephilim? – pregunté algo preocupada por ella.

- ¿Qué? – me miró a los ojos.

- ¿Esa era la palabra que estabas buscando?

- Sí, eso, pero no se lo digas a nadie, porque no soy una simple subordinada, soy una de pura sangre. – dijo prácticamente susurrando.

- ¡¿Qué?! – estaba muy asombrada.

- Me dijo que mi padre era uno de los jefes, por decirlo así.

- ¿Cómo, se llamaba tu padre? – pregunté con la voz entrecortada.

- Fernando Powers... - contestó con una sonrisa.

- Él... él trabajaba con mi padre, mi padre también era uno de los nephilim superiores y por lo tanto yo también soy nephilim de pura sangre.

- Somos más parecidas que lo normal ¿verdad? – preguntó con algo de entusiasmo.

- Creo que tengo que agradecerte por esta charla, porque probablemente la señorita April ¡NO NOS DEJARÁ ENTRAR EN CLASE!

Ambas salimos corriendo del estacionamiento, suplicando que aún no haya llegado al salón, corríamos a través de un pasillo, al final había una esquina que doblaba hacia la izquierda, para llegar al aula teníamos que doblar esa esquina, al llegar a la esquina escuchamos la voz de la miss April, ella estaba al doblar aquella esquina, Ena y yo nos asomamos para comprobar que se trataba de ella, la vimos caminar de un lado a otro con el celular a la altura de su oído, después de unos minutos ella colgó la llamada y se fue por el resto del pasillo de nuestro salón, por allí se iba a las oficinas de los profesores, Ena y yo supusimos que había ido por su maleta, aprovechamos para ingresar al aula, al entrar ambas dimos un largo suspiro, vimos que Loo y Vee estaban sentadas junto a Yoshua, Vee se encontraba pintando las uñas de Loo, Ena y yo nos apuramos a sentarnos en nuestros lugares, en ese mismo instante la miss ingresó al aula, al saludarla nos pusimos de pie, ella nos saludó pero se detuvo detrás de mí, a observar el fascinante trabajo de Vee en las uñas de Loo, como ellas se encontraban en el lugar justo detrás del mío, la señorita se quedó un rato parada, los demás aún no podíamos sentarnos hasta que el profesor o profesora nos lo autorizara, después de unos 4 o 5 minutos la miss nos dijo que nos sentáramos, y se acercó al pupitre, dejó el maletín en su silla y guardó algo en su bolsillo, comenzó la clase, pero esta vez estaba algo extraña, si no se confundía una que otra palabra al hablar era en escribir en el pizarrón, pero lo que más me pareció extraño era que no me quitaba la mirada de encima, yo trataba de desviar la mirada pero no pude. Nos repartió un cuestionario acerca de "La Revolución Francesa", la miss April, era nuestra tutora, pero su especialidad era "Historia del mundo", y específicamente nos enseñaba "Historia del mundo contemporáneo", teníamos 40 minutos para responder las 50 preguntas, la miss April se encontraba sentada en su pupitre mirando hacia sus manos, me estiré lo más que pude para poder ver lo que la mantenía tan distraída, vi que en sus manos sostenía un celular, bajé la mirada a mi cuestionario y traté de concentrarme, pero no sé porque no podía pensar, sentía que algo me faltaba, el celular llamó mi atención, por instinto, creo, metí mi mano al bolsillo de mi chaqueta, mi celular no estaba... busqué en ambos bolsillos pero no lo encontraba, empecé a mirar en el piso, probablemente se me había caído, me fijé si la profesora me estaba viendo, ella estaba anotando algo en un papelito, supuse que no me vería, me incliné hacia mi derecha para preguntarle a Ena si lo había visto.

Dans deux mondeWhere stories live. Discover now