In the dark ||Shadamy AU||

CHAPTER 18

•Shadow•

El ambiente se encuentra muy pacífico. El silencio había tomado dominio del hogar‚ siendo las cuatro de la madrugada y oyéndose sutilmente a los lobos aullar a la luna que‚ dentro de poco‚ se alejará y la alborada tomará su lugar.

Contemplo todo a través de mi ventana‚ callado y circunspecto. El bosque aún permanece cubierto por la niebla‚ sin rastros de vida‚ sin carne ni sangre de las cuales pueda alimentarme.

No me cabe en la cabeza la idea de verte descansando en mi cama‚ cómodamente y cubierta con sabanas que no suelo usar siquiera en invierno. Lo más común que afirmaría un vampiro es que tuve oportunidad de morderte y de arrebatarte la sangre que aún fluye dentro de ti... Pero no lo hice.

¿Razones? No las tengo... o al menos eso tengo entendido. No sé si fue debido a no tener sed o porque no quería que descubrieses mi verdadero ser y causar más alboroto. Simplemente no sé por qué no lo hice‚ siendo yo alguien poderoso y peligroso‚ ser capaz de asesinar a cualquiera‚ no me he atrevido a realizar lo mismo contigo.

No sé si pensar que en esta madrugada me he sentido diferente. Me siento diferente.

Eres una rareza‚ Amy: eres la causante de mis curiosidades‚ un poco fastidiosa y aniñada.

Pero en el fondo eres tierna y afable. Necesito conocerte más: tus hábitos‚ manías‚ fobias‚ todo...

Debo confesar que algo me causó una profunda impresión‚ y ese algo fue que hayas recuperado tu voluntad en tan poco tiempo ¿Cómo lo hiciste? ¿Por qué el efecto se desvaneció tan rápido de tu mente? ¿Por qué mis poder hipnótico no funcionó. correctamente en ti como en el resto? ¿Tienes secretos‚ acaso?‚ ¿¡los tienes?!

No... No lo sé... No creo que los tengas. No ocultas nada. Debajo de esa inocencia‚ nada escondes. Quizás poseas algún poder oculto y aún no te hayas dado cuenta. Eres el blanco de mis sospechas; sin embargo‚ tu comportamiento es tan veraz que... me distrae y solo me limita a contemplar las bellas gemas de tu inocente mirada.

Me lo has hecho saber con tan solo tus acciones y pensamientos tan torpes y despistados‚ e incluso tu ingenuidad me dice todo: tan solo eres una chica común y corriente.

Gritaste‚ te sacudiste hasta zafarte de mi agarre y‚ sin importar lo desnuda que estabas‚ trataste de huir de mi habitación‚ pero apenas abriste la puerta‚ yo la cerré de golpe con una sola mano.

-¡Aléjate! -con sumo coraje‚ quisiste darme una bofetada‚ pero retuve tu muñeca sin el mayor esfuerzo‚ hice lo mismo con tu otra muñeca.- Debí saberlo... ¡Debí saberlo en cuanto pude! -Sí‚ lo sé. Noté decepción en tus ojos‚ pero no me importó. El deseo de volver a controlarte causó el brillo de los míos.

-Obedéceme‚ ahora -gruñí.

-¡No eres nadie para darme órdenes!

Aquello parecía una batalla de miradas‚ te enfrentaste a la mía pese al raro resplandor que emitía‚ me sentí confundido y a la vez frustrado al no poder conseguir mi objetivo

- ¡¡Suéltame, ya!! -continuaste con tu forcejeo‚ pero de nada te sirvió hacerlo.

Por un momento creí que poseías determinación en tus decisiones tan gallardas; pero me equivoqué. Pude discernir algo de inseguridad en tu tan disimulada mirada‚ e incluso preocupación‚ tristeza...