— Su desayuno.
Una máquina parecida a una tal japonesa interrumpió a su creador en su hora de trabajo.
El humano volteo a mirar a la máquina, la observó por unos segundos y volvió a su anterior posición.
— Entregele mi desayuno a Stuart, no tengo hambre.
Su máquina camino en retroceso y cerrando la puerta, se fue.
Murdoc miraba su computadora sin ningún punto en que llegar, solo la miraba sin un punto fijo, fingiendo trabajar.
Vaya que la máquina se parecía a ella, Murdoc a veces pensaba: ¿Por qué la hizo idéntica a ella?
Se excusaba de que solo era para tranquilizar a sus fans.
Pero todo eso no es verdad, ni el mismo se lo cree.
Un pequeño ruido proveniente de la computadora hizo volver la mirada de Murdoc hacía esta.
• Llamada entrante •