— Por favor...para...Las manos de Murdoc recorrían todo el cuerpo de la japonesa, mientras ella no hacía nada para detenerlo.
— Sabes que necesitas esto tanto como a mí.
Noodle soltaba lágrimas al sentir los labios de el verdoso en su cuello.
— E-eso no es cierto...
Noodle por primera vez se sintió debil ante alguien como él, nunca imaginó algo tan repugnante como quedarse callada frente a Murdoc.
— Deja de tocarme— La japonesa abrió los ojos viendo a Murdoc lamiendo su cuello, sintió asco.
— No lo haré preciosa. Esperé tanto por esto.
Noodle sintió sus mejillas arder de la furia, no quería esto para nada.
Con un movimiento rápido empujó a Murdoc con una fuerza sobrenatural llevándolo a la pared.
— ¡Dije que dejaras de tocarme! ¡Viejo estúpido!— Noodle se le acercó y lo tomó del cuello llevándolo al suelo con fuerza bruta.
— C-Cybor...— Murdoc no podía formular una solo palabra, la menor lo apretaba con mucha fuerza.
— ¿Vas a llamar a tu Barbie? Esa es la manera con la qie te defiendes ¿Verdad cobarde?— Noodle dejó solamente una mano apretando el cuello de Murdoc y con la otra logró dar el primer puñetazo— Tu nunca supiste defenderte por tu cuenta, eres despreciable.
Murdoc aún seguía asfixiado y soltaba lágrimas de dolor y vergüenza.
Noodle soltó al fin su mano del su cuello, sin embargo, Murdoc no tuvo mucho tiempo para defenderse ya que la japonesa empezó a golpearlo en la cara con ambos puños.— ¡Eres un pedazo de mierda! ¡Nunca te preocupaste por mi! ¡Mira lo que me hiciste! ¡¡Maldito!!
Murdoc quedó inconsciente después de un rato de golpes que dejaron los nudillos de la japonesa sangrando.
Noodle aún no sabía que él estaba inconsciente, seguía golpendolo otra, y otra vez.
Después de un tiempo, aproximadamente una hora, Noodle paró; su cara de enojo cambio repentinamente al ver a Murdoc.
La japonesa cubrió su boca con sus sangrientas manos y pequeñas lágrimas empezaron a salir de sus ojos.
Recostó su cabeza en el pecho de Murdoc dejando sus sollozos escucharse por toda la habitación.
— Lo maté...
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