2 meses después...- ¿Sigues en línea?- Preguntó Murdoc, la chica se iba de a ratos.
- Si, si, Solo le daba comida a mi gato.
- Siempre que hablamos tienes que darle de comer a tu gato.
- No es mi culpa que te llame justo en la hora de darle comida a mi gato.
Silencio.
- ...¿Qué?
- Que no es mi culpa que seas tan impaciente. Eres un cascarrabias Murdic.
- No me digas así, es descortés
Murdoc aún se sentía confundido con lo que dijo.
- Como sea... Continuemos.
La chica empezó a hablar.
Murdoc se sentía un poco extraño y descepcionado, ya que, él pensaba que estás llamadas serían más interesantes, algo que lo ayudara sobre la estadía de Noodle rápidamente, pero no.
Solo simples charlas, sobre su persona.
Así es, Murdoc estaba atrapado con una psicóloga quién quería más a su gato que a ella misma.
Pero, simplemente, no podía dejar esto.
Murdoc estaba loco, muy loco.
