Capítulo IX

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—Allí dentro —. Nos indicó Beverly. Era el cuarto de baño.

—¿Qué es? —le preguntó Bill, estaba frente al grupo.

—Ya verás.

—¿No-nos llevas a tu baño? el 89% de los peores accidentes pasan en los baños, y-y donde están las bacterias  y los hongos. No es un lugar muy higiénico para ir.

 Nos habíamos acercado más a la puerta, algo en mí no quería entrar, pero la otra parte me impulsaba adentro de éste. Como si fuera algo que no solo quería ver, sino que DEBÍA.

 Bill empujó suavemente la puerta que estaba cerrada hasta hace pocos segundos frente a nosotros. Chillo la puerta a la par que se habría y nos dejaba ver su interior. La habitación brillaba con un color escarlata gracias a la luz de la ventana que rebotaba en las paredes que están bañadas en... 

 Las paredes están bañadas en sangre... sangre por todos lados... en las paredes, cortinas, en el lavabo, en el piso, el baño está cubierto por litros de sangre. Es una escena aterradora. 

—Lo sabia...-Edds empezaba a tener arcadas.

—¿Lo ven? —nos preguntó Bev.

—Claro que lo vemos -respondí.

—¿Qué p-p-pasó aquí?

—Mi papá no lo vio, yo creí que estaba l-loca.

—Pues si tú estas loca, todos lo estamos.- Le dijo Ben.

—No-no podemos dejarlo así —habló Bill negando con la cabeza.

(...)

 Nos encontrábamos limpiando todo el lugar, habíamos tomado trapos y llenado cubetas de agua con jabón. Las pasábamos por todos los lugares, llevándonos la sangre y dejando todo como limpio. También traíamos puesto guantes de plástico. Eddie era el que mas se veía asqueado por la situación, pero aun así ayudaba en todo lo que podía.

  Habíamos terminado de limpiar, estábamos presenciado lo blanco que dejamos la habitación cuando Beverly nos agradeció.

—No fue nada —contestó Stan.

—Si Bev, no agradezcas, con un helado es suficiente —le seguí.

Soltaron unas risas, pero sonaban cansadas, sin embargo no dejaban de sonreír.

—Tenemos que decirles q-q-que jamás creímos en los r-r-rumores sobre us-us-ustedes —se dirigió Bill hacía nosotras.— Nos gusta salir con a-a-ambas.

 Me quede quieta mirándolo, después le sonreí. Escuchar esas palabras de Bill, era... reconfortante, el es el líder del grupo. Yo sentía gran respeto hacia él. Y los demás igual.

—Gracias... —dijo Bev.

—Aunque juntarse con nosotros las convierte en perdedoras —dijo Bill.

—Podemos tolerarlo —dije.

(...)

—¡No me encanta ser su portero privado! ¿y no se podrían tardar más?

Richie estaba más molesto de lo habitual, nos circulaba en su bicicleta, yo iba caminando a lado de Eddie, quien llevaba arrastras su bici.

—¡Cierra la boca, Richie!

—¡Si, ya cállate, Richie! -le siguió Stan a Eddie.

Richie Bocazas Tozier [IT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora