Estimada Alice 3.

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3 de marzo, 2012

Estimada Alice:

Ellos, esos hombres...

No quiero hablar de lo que ellos me hicieron, no puedo, llevo todos estos días sin pronunciar palabras más allá de monosílabas y quejas de dolor, ellos me amenazaron para que no dijera nada...esta es la marca psicológica más grande con la que tendré que cargar toda mi vida.

Padre no hizo nada para apartarlos de mí, no hizo nada para que cesaran sus burlas, porque él también se estaba riendo.

No le dieron importancia a mis súplicas, a mis gritos de agonía, a las lágrimas que cubrían mi rostro, al dolor de mis piernas. No les importó que mi cuerpo estuviera herido, porque para ellos, todo eso solo hacía más divertido el juego.

El doctor acaba de irse, Padre por fin lo llamó después de rogarle varios días, alegando que me dolía mucho ahí.
El doctor dice que todo está bien conmigo, que no tuve ningún daño interno, pero ciertamente siento que algo se rompió en mi. Algo que ya no tiene arreglo.

Ahora estoy sucia.
Esos hombre me han profanado a la fuerza y se han llevado consigo lo único que todos estos años había guardado para alguien especial que lo mereciera.

Quiero arrancarme la piel poco a poco, solo para deshacerme de sus huellas asquerosas.

Mi profesor particular está abajo esperando a que termine de vestirme, cosa que aún no he hecho. Su nombre es Pierre, él está al tanto de mi situación aquí, pero a cambio de una suma de dinero extra, elige rodar la vista y cerrar su boca.

Que hombre tan íntegro, ¿verdad? Pero es una triste realidad, el dinero puede comprar tu silencio.

Solo hay una cosa que no ha permitido que entre en estado de shock, y son tus libros. He leído "El reflejo de tu alma" desde que desperté y todos esos hombres ya se habían marchado.

Hay una frase en particular que no he podido parar de leer una y otra, y otra, y otra vez.

"Te caerás muchas veces en la vida, y en muchas de esas ocasiones pensarás que es tu fin, que ya no puedes más, pero hay solo una cosa que separa la valentía de la cobardía. Y es el decidir seguir adelante. Si te caes, vuelve a levantarte. Inténtalo y verás que mientras más veces te pongas de pie, más fuerte te volverás"

¿Crees que soy fuerte? Porque quiero serlo. Voy a ser fuerte, voy a levantarme en esta ocasión y voy a tratar de sobrellevar mi vida.

Gracias Alice.

Acabo de terminar con mis deberes. Había dejado el correo en borradores porque Padre ya había empezado a gritar para que hiciera acto de presencia en la sala.

Aún estoy muy adolorida. Pero intentaré ignorar las palpitaciones de dolor de mi cuerpo. Cambiaré un poco de tema, ¿Está bien si te cuento acerca de mis sueños?

Desde niña he soñado con hacer muchas cosas, mamá las apoyaba todas, pero al crecer fui desechando algunos y adoptando otros. Quiero estudiar medicina, quiero curar a las personas, quiero poder cuidar de mi abuela.

Mi mayor sueño es ser libre. Creo que ya he repetido esto mucho, pero es la verdad, sueño con tener una relación estable con alguien que verdaderamente me ame como soy, aunque nunca he tenido un novio, nunca me he enamorado, confío en que mi amor épico de libro está esperando por mi.

¿El amor es tan lindo como lo describen?

Quiero tener hijos, dos niñas, las llamaré Mariela y Gabrielle.

Quiero ser independiente.

Quiero adoptar un cachorrito para darle mucho amor, espero haber superado mi trauma para ese momento.

Cuando mi madre murió, mi custodia fue dada a Padre, para ese entonces yo tenía un perrito. Él lo odió casi de inmediato e incluso más que a mí, y eso ya es mucho decir.

Tres días después de instalarme en la casa, estaba preparándome para dormir, cuando escuché a mi pobre animalito lloriquear, me extrañó porque él nunca había llorado antes. Padre lo mató a golpes simplemente porque él lo había encerrado en la cocina y mi pobre perrito no había podido hacer más que orinarse ahí mismo sin poder salir al patio, juré jamás volver a traer otra vida a esta casa para que sufriera.

Padre me ha quitado mucho en tan solo cinco años, si mamá viera la cosa en la que me he convertido, estaría aterrada y lloraría por mí.

Está llamando Jared. Debo contestar. Prometo escribir luego, si es que aún sigo con vida, o en posición de poder escribir.

Tu mayor Lectora,

Nevaeh Pignatelli

Las Memorias de Nevaeh Donde viven las historias. Descúbrelo ahora