Las Memorias de Nevaeh

Estimada Alice 6.

24 de marzo, 2012.

Estimada Alice:

¿Crees que algún día alguien va a amarme de la forma en la que creo que merezco ser amada?
No quiero parecer vanidosa, no es eso lo que intento ser, pero yo creo que merezco más de lo que he obtenido hasta ahora.

¿Parece muy ilógico?

¿En que parte de mi historia viene mí Axel Marshall a hacer mi mundo un poco mejor y a demostrarme que soy hermosa, que no importan mis defectos, mis cicatrices, ni mis problemas?
Porque quiero estar preparada para saber cuando esperarlo.

Yo solo quiero ser amada antes de dar mi ultimo respiro. Nadie debería irse de este mundo sin haber experimentado antes un Amor incondicional y verdadero como el de los libros.

Te resumiré los últimos días acontecidos.

Padre entró a mi habitación hecho una furia, lo impresionante no fue que entrara, sabía que en cualquier momento iba a hacerlo, mi sorpresa se convirtió en miedo puro y real cuando noté a cuatro de sus amigos detrás de él.

Intenté con todas mis fuerza no comenzar a llorar, eso simplemente los encendía más. Desee mucho poder volverme invisible, sentí tanto asco de las miradas burlonas y lujuriosas que me dedicaban, eran como perros viendo un pedazo de carne.

La última vez me dejaron claro que disfrutaban de mi sufrimiento y de lamer mis lágrimas, además de otras partes, con sus lenguas asquerosas.  Así de depravados están.

Supe cuál sería mi destino incluso antes de que Padre dijera con voz monótona "Diviértanse".

He llorado tanto desde ese día. Lo curioso es que las lágrimas no escasean aunque llore mares y cascadas, siempre me queda más por lo que llorar y lágrimas para derramar.

Después de que se marcharon solo pude arrodillarme en la cama y comenzar a vomitar sobre la alfombra. Por más que me bañé no pude sacarme esa sensación de suciedad que sentía en todos los lugares recónditos de mi cuerpo.

Nunca me he entregado a nadie por decisión propia, sobre todo porque tengo cinco años sin salir realmente de esta casa, pero jamás me hubiese imaginado que mi cuerpo llegaría a ser un juguete de morder y escupir, para sucios hombres cuarentones.

Trato de siempre verle el lado bueno a las cosas, es lo que mamá siempre me pedía que hiciera.

No puedo olvidar lo que esos cuatro hombres me han hecho en varias ocasiones ya, ni las golpizas para que intente por lo menos fingir que lo disfruto, ni los insultos para que haga lo que quieren, ni la brusquedad con la que se sumerjen. No puedo olvidar nada de eso, sobre todo porque sigue pasando una y otra vez, anteayer fue la última vez, a ellos se les ha hecho costumbre porque Padre los deja cada vez que ellos desean divertirse.

El punto es que no puedo olvidar todas esas cosas horribles, pero si puedo intentar enfocarme en las pequeñas cosas buenas de cada día.

Jared vino a visitarme cuando dijo que lo haría.
Padre nunca me golpea la cara, por si tengo que aparentar, así que solo me encargué de cubrir mi cuerpo con ropa recatada y evité emitir quejidos cuando me tocaba una herida sin saberlo.

Tuve que morder mucho mi lengua para no llorar cuando me pregunto si estaba bien.

Cuando estamos en una cuerda floja emocional que no hace otra cosa que volverse más y más fina hasta el punto de casi romperse, lo peor que puede sucederte es que alguien a quién amas te pregunte si estás bien, no importa que tan buena seas fingiendo, eso siempre podrá romper tus muros.

Mi hermano no es estúpido. Él sabe que algo anda mal, pero no sabe qué. Es algo ilógico que cada vez que viene a visitarme yo use suéter y pantalón holgado, sé que él lo nota pero espera que yo se lo cuente. Cosa que nunca va a pasar, no voy a involucrarlo.

A pesar de todo lo malo, estar con Jared me hizo recordar que hay personas que si me aman y se preocupan por mi. Me hizo recordar lo mucho que lo extraño siempre, a él, a Jordan y a la abuela. Me hizo sentir en casa.

¡Tengo una noticia!

Jared leyó tus libros. Dijo que le habían encantado, supo que harías una conferencia en un mes aquí en la ciudad. Él prometió que va a llevarme, prometió que voy a conocerte.

¿Puedes creerlo? Podré conocerte al fin.

Lo sé, mi hermano es el mejor, espero que nadie le diga a Jordan, a él también lo amo, pero Jordan no lee. Estoy ansiosa por poder hablar contigo y discutir argumentos. Aunque sinceramente me conformaría con verte hablar sobre Chrystal y Axel con mucha pasión.

Esa promesa es lo único que hace que me levante todos los días, e intente darle mi mejor sonrisa a la vida.

Mañana es el cumpleaños de la abuela. Jordan le hará una fiesta y se supone que estoy invitada.
No importa lo que tenga que hacer para ir, no me perdonaría faltar.
La abuela cumplirá setenta y dos años, no sabré cuando será el último así que quiero pasar todos los cumpleaños posibles con ella.

La muerte es inesperada y te arrebata a las personas que más vida parecían tener. Hay que vivir cada día al máximo porque no sabrás cuando será el ultimo.

Yo tal vez no viva al máximo, pero trato de pensar en que si la muerte viene de pronto por mi, la recibiré como a una vieja amiga.

Prometo escribir pronto para hablarte de la celebración de la abuela Malloy.

PD: Si, el dolor en mi pierna aún persiste, y es cada vez más agudo e insoportable.

Tu mayor Lectora,
Nevaeh Pignatelli.