capitulo 7 - los mejores amigos

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A la mañana siguiente, Marcus regreso a su alcohola, pues allí iban a llevarle su desayuno, aun no se acostumbraba a la comida de los egipcios, por suerte, Anippe aceptaba regalos de comida provenientes de occidente, gallinas, huevos, pan

Chisini siempre desayunaba lo mismo, agua, vino o leche de cabra, pan, queso, uvas, le encantaba desayunar eso, no le gustaba mucho probar cosas nuevas

Las veces que ambos desayunaban juntos, Marcus siempre le preguntaba a Chisini porque bebía vino si eso solamente lo bebían los adultos

A lo que él siempre contestaba que el técnicamente ya era un adulto y que podía comer y beber lo que quisiera, Marcus reía, pues pensaba que era una broma, porque se veía demasiado joven para ser un adulto

Chisini nunca le encontraba al chiste, pero ignoraba el comentario y se iban a jugar, eran los únicos niños en todo el palacio - que más bien parecía una pequeña ciudadela - y hacían travesuras, comían dulces y jugaban con los animales

De vez en cuanto, Chisini ayudaba a su amigo a enviarles una carta en secreto a sus padres, sin que Anippe se enterara de eso, y como a él si le hacían caso, le ayudaba a su amigo

Pero las mañanas comenzaron a ser diferentes, Anippe mandaba a llamar a Chisini durante varias horas para que la anudase a recibir los obsequios y aceptar los tratos, por lo que pasaban menos tempo junto él y Marcus

Mientras que a él lo mandaban a tomar sus lecciones privadas, comer solo en su alcohola y esperar a que ¨liberaran¨ a Chisini para poder jugar con el

Pero a pesar de los intentos de Anippe de mantenerlos separados, ellos se juntaban cada noche a jugar, conversar, etc. En poco tiempo se habían vuelto los mejores amigos del mundo, no había nada que pudiera separarlos

Marcus aun sentía que su corazón se aceleraba demasiado cuando veía a Chisini a los ojos, pero aun así era feliz poder pasar tiempo con el

A Chisini le encantaba tener con quien jugar, no quería separase de él, era el primer y único amigo que tenía en sus 250 años de vida

Cada día, Marcus crecía, el tiempo pasaba, las cosas cambiaban poco a poco, pero ambos seguían siendo igual de cercanos, inclusive, si tenían pesadillas volvían a dormir juntos, se sentían cómodos y seguros si estaban juntos

Al ver Anippe, que su primer plan no había resultado, pensó en un segundo plan, iba a tener clases privadas con él, iba a enseñarle a dirigir un ejército, ser sabio al dar órdenes y ser firme pero justo con sus súbditos

Durante esos momentos, Chisini paseaba solo por el palacio, sin Marcus no tenía a nadie con quien jugar más que con sus animales mascotas

Durante las horas que pasaba en solitario, hablaba con sus mascotas, pues conocía el idioma de los animales, ellos eran buenos con él, porque siempre recibían comida y nunca recibían ningún maltrato de parte de nadie

Aun así, Chisini sentía un hueco en su peco cuando estaba solo, no le gustaba esa sensación, la odiaba de hecho, su madre no tenía tiempo para el por culpa de las visitas y su único amigo siempre estaba con ella

Pero aun así, cada noche, se escapaban juntos para ir a ver las estrellas desde el balcón de la habitación de Chisini, era su actividad nocturna favorida en todo su mundo

Una noche, que fueron a ver las estrellas, Marcus ya no aguantaba estar así con Chisini, quería estar con él para siempre, sin importar nada, así que volteo a verlo

- ¿Chisini?

- ¿qué pasa Marcus?

Marcus se armó de valor para decir aquellas palabras que estaban a punto de explotar dentro de su pecho

- te quiero

- yo también te quiero - dijo Chisini - eres como mi hermano

Marcus se sintió devastado, había tratado de confesarle sus sentimientos a Chisini, pero el solamente lo veía como un hermano, eso lo entristeció, pero se juró que si no podía estar con el cómo mama y papa, almenas seria su amigo inseparable

- promete que siempre estaremos juntos

- lo prometo - dijo Chisini

- ¿para siempre?

- para siempre

Bajo tu hechizo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora