capitulo 25 - arrepentimiento

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Chisini sentía que quería llorar, se sentía un monstruo, le había gritado, lo había herido física y mentalmente, había descargado una furia sobre una persona inocente, se sintió como un estúpido y comenzó a llorar, ahora de impotencia, sería imposible que después de todo lo que le había hecho, él lo perdonara

Él bebe lloro, tenía hambre, Chisini se secó las lágrimas y leído leche a su pequeño, el tenía que alimentarse para que creciera fuerte y sano como su padre; su padre, el tenía derecho de ver al bebe también, era su hijo al fin y al cabo

Después de que él bebe había tomado la leche, Chisini lo locrio con una cobija y lo arrullo, iba a sacar a Marcus de su jaula para que pudiera ver a su hijo, claro, después de que él se disculpara y suplicara su perdón

Fue hasta donde él estaba, dormido en el frio y duro suelo, entro a la jauja, se acercó lentamente a él y acaricio su rostro con dulzura; Marcus se despertó de golpe al sentir ese suave tacto sobre su rostro, al principio no veía claramente quien era, pero en cuanto sus ojos se acostumbraron a la poca luz que había los abrió como platos

- hola Marcus

- Chisini. . . 

Chisini acaricio dulcemente su rostro, una lagrima rodo por su mejilla, sentía demasiada culpa acumulada en su pecho

- discúlpame. . .

- ¿por qué te disculpas?

- por ser un completo idiota . . . por haberte lastimado y alejado de nuestro hijo . . . por

Pero la disculpa de Chisini fue callada por un beso de parte de Marcus, quien se sentía tan feliz, no le importaba nada, su Chisini estaba allí, con él, disculpándose, ósea que lo perdonaba, eso era lo único que le interesaba saber

Chisini se sintió confundido, sorprendido con el beso, no se esperaba que su Marcus volviera a quererlo, besarlo, abrazarlo de la misma forma en que lo había hecho hacia años atrás; pero en el fondo, se sentía tan feliz

Marcus estaba ansiado, deseoso de volver a estar con su Chisini, los años lo habían empeorado, al contrario, su adorado Chisini era como el vino, mientras más viejo era, era aún más precioso y dulce

Marcus siguió con su dulce beso, lleno de deseo con sabor a desesperación y ansias de más; Chisini siguió el beso también, a pesar de haber estado muchos años odiándolo, no podía desear ni pensar en nadie más

A pesar del tiempo, su cuerpo aun lo deseaba, aun ansiaba y su piel solamente despertaba ante el tacto de Marcus, ningún otra persona podría hacerlo sentirse como el

Marcus comenzó a acariciar lentamente la piel y el cuerpo de su Chisini, aún era tan suave y tersa, más suave de lo que sus manos recordaban cuando saben esos paseos en la cama durante las noches

Chisini estaba deseoso y ansioso al mismo tiempo, por una parte tenía miedo, pues ninguna otra persona lo había tocado desde la última noche que habían pasado juntos

Lentamente Marcus comenzó a desvestir a Chisini, quería volver a verlo, quería ver que tanto había cambiado su cuerpo en esos largos años de ausencia a su lado, acariciaba y besaba cada parte de piel libre y expuesta que iba quedando

Chisini no podía dejar de temblar, su cuerpo temblaba, su espalda se arqueaba y comenzaba a jadear mientras la temperatura de su cuerpo se elevaba con cada roce

Estaban solos, no había nadie más que los interrumpiera, el resto de los prisioneros se encontraban en las zonas superiores donde recibían comida y mantas para soportar la noche

Mientras que a Marcus no le importaba el frio, ni el hambre que rugía en su estómago, ni nada más; solo quería disfrutar completamente su reencuentro con Chisini después de tantos años sin el

Marcus había ansiado este momento por años, haber tenido relaciones con su esposa no se comparaba en nada a cuando lo hacía con Chisini, porque él era el único a quien amaba con toda el alma

Si sus dioses consideraban un crimen haber yacido con el hijo de dioses diferentes y haber engendrado una vida, orgullosamente se declararía culpable, aunque lo condenaran a caer por el tártaro o perder la memoria y vagan sin rumbo; solo por haber podido estar con él los años que llego a vivir

Chisini dejo de ponerse tenso, si, habían pasado casi diez años desde la última vez que había hecho el amor, porque nadie podría compararse a su esposa, su compañero eterno, Marcus , su gran guerrero, su príncipe

A pesar de que al parecer, iban a hacer el amor en una cárcel fría, vieja, incomoda, parecía ser que a ninguno de los dos les importaban esos detalles triviales

Ambos se deseaban, se necesitaban y añoraban fervientemente, no les importaba lo que sucediera a su alrededor mientras tuvieran esos minutos para entregarse mutua y completamente

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