Lucia partió, le tomo dos meses llegar hasta el palacio de la gran bruja Anippe, mas cuando llego, se sorprendió por su majestuosidad, el palacio más bien parecía un reino hecho de oro sólido, con mejores fortalezas de las de su tierra
Le abrieron la puerta, como hacían a cada invitado que llegaba con obsequios para la ¨familia real¨, entro, la guiaron hasta el salón de tronos, cargando los obsequios que había conseguido durante el trayecto
Había una larga fila de personas esperando, Lucia comenzó a impacientarse, pero deba esperar, así se hacían las cosas y había escuchado de lo que ella era capaz si la hacían dejar, mejor no enfurecerla
Por suerte, la fila avanzo rápidamente, la mayoria de los obsequios eran rechazados, al parecer Anippe no estaba de un buen humor ese día, trago saliva, ojala y aceptara sus obsequios, si no estaría perdida
Cuando finalmente llego, abrió sus ojos completamente, no era una mujer quien estaba en el trono, era un hombre, un hermoso joven de cabellera negra azabache, con la piel perfecta e inmaculada y unos ojos más hermosos que un cielo lleno de estrellas
Era obvio que él no era la gran bruja Anippe, pero aun así no le importaba pedirle varios favores a su persona, en especial si para conseguirlo tenían que estar muy cercas
- disculpe majestad
- no soy ninguna majestad - dijo el
- ¿entonces qué es?
- simplemente el hijo de los dioses, hijo de la gran, poderosa y hermosa Anippe
Eso lo sorprendió, ¿él era el hijo de Anippe?, lo recordaba de joven, el chico de 15 años con cara adorable pero frágil y dulce no podía ver el mismo, ¿no?, ya habían pasado 18 años, si fuera verdad que era el mismo, debería verse más viejo y canoso, no apuesto y hermoso
- ¿le molestaría que preguntara donde está su honorable madre?
- está atendiendo unos asuntos, no debe tardar
- ya veo - dijo lucia - y dígame señor . . .
- Chisini
- Chisini, claro, ¿usted también posee dones admirables como su madre?
- desde luego
Lucia sonrió, tenía un nuevo plan, iba a enamorar a ese joven, y una vez que lo tuviera a sus pies, lo convencería de que le ayudara a derrocar a su hermano y que si lo hacía se casaría con él y gobernarían Roma juntos, después quedaría embarazada, lo mataría y gobernaría hasta que su hijo tuviera la edad adecuada
Lucia estaba a punto de hablar cuando Anippe entro a la habitación, subió al trono y le susurro algo a Chisini, que ella no pudo escuchar, él se levantó y dijo
- disculpen, me retiro, tengo asuntos que atender
Entonces salió firme, sin titubear, esos meses de regreso a la soledad lo habían vuelto frio, arisco, distante y cruel con cualquier persona que no fuese su hijo o su madre
Anippe se sentó en el trono, mirando a Lucia firmemente y sin parpadear, observando su aspecto, sentía que esa chica le parecía demasiado familiar, pero no lograba recordar de donde - según ella - la conocía
- dime tu nombre - dijo ella
- soy la princesa lucia
- ¿princesa de dónde?
- de roma, soy hija del cesar Titus
Entonces recordó, era ella, la pequeña segunda hija de ese emperador, otro romano, ¿a qué venia?, ella era gemela de él, debía ser capaz de hacer lo mismo, la miro con odio
- ¿a qué vienes? - pregunto molesta
- vine a pedir un favor suyo
- ¿qué quieres?
- de hecho son dos favores, y uno es demasiado personal
- habla rápido que no tengo todo el día
Lucia tomo aire, tenía que cuidar y medir las palabras que iba a utilizar al mencionar sus peticiones
- la primera y más importante, conviértame en la emperatriz de roma - dijo tranquila - la segunda es que me conceda la mano de Chisini
- como te atreves - se levantó de su trono - ¿cómo osas pedirme eso? - molesta - ¿cómo osas pedirme la mano de mi hijo?
Bien, pensó Lucia, ese era el momento para ponerse a pensar que decir si no quería morí allí mismo
- su hijo es joven, saludable y apuesto, sería el perfecto rey de cualquier lugar - decía con una voz tranquila - ¿por qué no emperador de roma?
- porque yo no ayudare a ningún romano otra vez
- ¿por qué no? - pregunto - ¿qué le hemos hecho?
- tu hermano lo sabe, los crímenes que cometió son imperdonable, no volveré a ayudar a nadie proveniente de roma ni sus regiones aliadas
- ¿que crímenes pueden ser tan atroces como para castigar a un pueblo entero?
Anippe estaba hecha furia, la miro con ira, pero tenía que controlarse, calmarse un momento, tomo aire, inhalo y exhalo tranquilamente
- si tanta curiosidad tienes, pregúntale al hombre a quien llamas hermano
Lucia guardo silencio, bien, al parecer si iba a querer a Chisini como esposo tenía que ganarse su corazón y para eso necesitaba pasar tiempo en el castillo, tenía que encontrar alguna razón para hacerlo
- bien, ya que no me ayudara - dijo serenamente - al menos me permite quedarme aquí y ser su aprendiz
- ¿ser mi aprendiz? - dijo Anippe - ¿porque debería conceder tu deseo?
- s mi hermano hizo los crímenes tan atroces que dice, enséñeme como ser mejor que él, le juro que hare lo que me diga y que jamás la traicionare
Anippe dudo, ya no sabía si podría volver a confiar en un romano, mucho menos en un familiar tan cercano del maldito que había hecho que su dulce hijo se volviera frío y cruel como ella. Pensó ¨podría hacerla pagar a ella por los crímenes de su hermano, y cuando se vaya de regreso a roma que les envié ese mensaje a todos¨, sonrió con su idea
- muy bien, te puedes quedar - dijo ella - pero al primer error que cometas, te iras de vuelta a tu tierra y nunca más volverás
- muy bien
- entonces está decidido, te quedaras aquí por un periodo de 5 años, después de eso, te iras a menos que demuestres que vales la pena que siga enseñándote
- no la decepcionare
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Bajo tu hechizo
RomanceEjipto y Roma fueron dos grandes imperior, tenian todo lo que cualquier pais en la actualidad desearian, cada uno posee sus dioses, solo que los dioses ejopcios son reales y han creado a sus ¨nuevos hijos¨ y entre culturas distintas puede surgir el...