capitulo 26 - entrega total

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Los besos se volvieron aún más apasionados ansiosos, querían hacerlo en ese preciso momento, aunque Chisini podría llegar a sentir dolor o nervios pues hacia 10 años que no había tenido relaciones con nadie, era como si volviese a ser virgen

Marcos no sabía eso, durante la década apartado de él, se había acostado con su esposa y con otros hombres que tenían - se alguna forma - algún parecido con Chisini. Pero ninguno, nunca, se podía comparar al único y original Chisini, su hermoso pequeño inmortal amante; a quien nunca en su vida - y si había más vidas lo buscaría - iba a dejar de amar, sin importar nada

Marcus retiro completamente la blanca bata que curia el cuerpo de Chisini, había caído como gotas de lluvia en el oasis, suavemente, Chisini se sintió débil vulnerable y expuesto, sentía que era como en su primera vez, pero ahora estaba completamente consiente y no había bebido vino hacía mucho tiempo

Marcus comenzó a quitarse su armadura, era demasiado pesada - además de estorbosa - una vez fuera, se quitó la toga y los zapatos, quedando en las mismas condiciones que su pequeño

Chisini lo vio, se ruborizo completamente, como una pequeña chica virgen lo haría al ver por primera vez a un hombre desnudo, pues eso parecía Chisini, salvo por el hecho de que era un hermoso chico, no una joven doncella

Marcus sonrió, le daba ternura ver la reacción de su amante, no recordaba que la primera vez hubiese sido así, fue al contrario, esa vez su pequeño fue quien dio el primer paso y ahora era tan tímido, como un venadito recién nacido

Pero aun así, le gustaba así, era una nueva faceta que no conocía de su pequeño, le gustaba poco a poco iba a comer más facetas de él, lo terminaría por conocer completamente, para que así, quizá en su siguiente vida, lo recordara y pudiera ir a buscarlo

Beso dulcemente sus labios e introdujo su lengua en la cavidad ajena; Chisini estaba nervioso y sin saber cómo reaccionar, ya no recordaba cómo era un beso tan apasionado como ese, que estaba pasando

Aun así se dejó llevar, Marcus, con su mano derecha, comenzó a acariciar los pezones de Chisini, estaban blandos y suaves, el quería endurecerlos, por lo que comenzó a masajearlos y pellizcarlos, provocando varios gemidos y jadeos de parte de Chisini

Después de unos minutos, los pezones de Chisini estuvieron completamente duros, el comenzaba ya a excitarse y a ponerse más lascivo y deseoso que antes. Marcus llevo tres dedos a la boca de Chisini, quería prepararlo para que el no sintiera tanto dolor, pues eso era lo último que el quería hacer era lastimarlo físicamente

Bajo sus dedos hacia su entrada y comenzó lentamente, introduciendo solamente un dedo, tratando de preparar a su pequeño para que cuando fuese la hora de entrar en él, no sintiera dolor

Después de dos minutos, Marcus introdujo un segundo dedo, y siguió masturbándolo así, después introdujo el tercero, pero esta vez espero a que su pequeño se acostumbrara a los intrusos dentro de el

Chisini tardo en acostumbrarse a sentir los dedos de Marcus en su interior, pero tras unos minutos se acostumbró, Marcus lo noto al sacar los dedos de la entrada, que ya se encontraba completamente dilatada lista

Marcus cargo a su peceño, ambos estaban sentado, uno sobre el otro, él lo acomodo para que su miembro entrara al sentarlo sobre el mientras comenzó a besarlo

Chisini sintió extraño volver a sentirlo dentro de él, pero el beso de Marcus lo hizo olvidar a la sensación y simplemente se dedicó a disfrutar lo que estaba pasando

Marcus subía y bajaba a Chisini en un vaivén desenfrenado lleno de amor, energía y pasión; tres cosas que ambos habían tratado de mantener a la raya más que les había sido imposible

Se entregaron mutuamente, terminaron hasta que Marcus termino en su interior, dando la posibilidad de que Chisini volviese a quedar preñado de él, y tener otro bebe

Ambos cayeron rendidos al suelo, querían descansar, pero la celda no era el lugar adecuado para eso, Chisini, usando la energía que le quedaba los transporto a su alcohola, sobre la cama, donde ambos cayeron rendidos, dormidos en los brazos del otro

Bajo tu hechizo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora