Amor De Verdad

Lo Que En Realidad Pienso Y Siento

No quería seguir pensando en nada así que trate de poner mi mente en blanco, solo escuchar lo que era el silencio, nada que logrará distraerme. Mi celular lo había dejado en el auto así que nada podría molestarme en esos momentos.

Soy una idiota por hacer todo lo que estaba haciendo, por como estaba actuando. Chloe tenía razón estaba actuando como una persona inmadura. Comienzo a creer que no tengo control de mis emociones, de las que si de plano no tengo control son las de el enojo y la de enamorarme.

Sí, por lo visto esas dos no se llevan bien y por eso reaccione de esa manera. Okey, nada de lo que estoy pensando tiene sentido, pero nada de sentido.

-¿Estás bien?- Esa voz. cerré los ojos muy fuerte.

-Ya hasta su voz la tengo en mi cabeza. Que tortura- Llevé mis manos a mi cabeza y comencé a dar un ligero masaje.

-Creo que lo tomare como un cumplido-

Salté en mi lugar y al abrir los ojos ahí estaba ella mirándome con sus ojos azul claro acompañada de una sonrisa.

-¿Qué haces tú aquí? ¿Me estás siguiendo?- Voltee a todas partes muy alterada. Pues era evidente que no esperaba verla ahí, digo maneje lo suficientemente lejos como para que no me pudieran encontrarme.

-Yo no te estoy siguiendo. tu estás en el lugar que frecuento venir para relajarme.

-¿Tú vienes aquí?- Ella asiente con la cabeza.-¿Cómo es que no te había visto antes aquí?-

En esos momentos no me sentía con ganas de gritar, de enojarme, solo quería hablar con la chica de ojos azul claro que al mirar solo me relajaba. No sé como, pero lo hacía.

-No lo sé- Dice indiferente.

Yo solo aparte la mirada de ella y miré el lago que se encontraba enfrente. Dejé salir un suspiro, tomé valor y me levante de la banca.

-Mejor me voy- No tuve el valor de mirarla, pues si lo hacía no quería volver a explotar con palabras que de seguro nos confundirían más.

-Espera- Me toma del brazo, yo solo me quede inmóvil esperando a que dijera algo.- Lo que dijiste antes de irte...- La interrumpí.

-Déjalo así pelirroja- Trato de zafarme de su agarre pero fue imposible.

-No te soltaré hasta que me digas la verdad- La mire extrañada.

-¿Cual verdad? No sé de que me estás hablando- No me quería soltar.-Suéltame- Dije algo molesta.

-Beca, por favor- Me suplico con su cara y no pude resistirme.

-No me mires así- Ella ladeo la cabeza

-¿Cómo?- Ella se levanto para ponerse frente a mi igual que en la casa de mi tía.

-Mantén tu distancia conmigo- La empuje un poco.

-Eso no parecía lo que querías en la casa de tu tía- Se acercó un poco más, yo solo reculaba.

-Quédate donde estás pelirroja- Estire mi mano para poner distancia.

-¿Qué pasa si no lo hago?- Cuestiona quedándose quieta.

Yo comencé a temblar un poco sin saber porque, ¿así es como me tenía? puedo decirles que si se me acercaba más la terminaría besando sin su permiso así como ella lo hizo conmigo.

-Solo maten tu distancia por favor- Cerré mis ojos con algo de dolor.

Por una parte yo quería que ella se acercara a mi para poder besarla una vez más, pues me moría por probar sus dulces labios de nuevo. Pero había otra parte dentro de mi que en serio no quería que se me acercara y si era posible que ni respirara el mismo aire que yo.