Amor De Verdad

¿Fin Del Juego?

Al terminar de limpiar me puse a dudar mucho en donde dormir, me la pensé tanto que del cansancio terminé durmiendo en la sala.

Yo solo me había sentado, después mi cuerpo fue buscando algo más de comodidad y la fue obteniendo acostándose poco a poco.

Y así me fui hasta que sentía el peso en mis ojos. Por más que quería tenerlos abiertos nada lo lograba.

Todos soñamos eso está más que claro.

Pero ¿soñar y al despertar que todo siga igual? Eso es como tipo tortura.

Al día siguiente estaba despierta pero prefería tener los ojos cerrados, odio tanto volver a la realidad.

Es algo molesto el hecho de soñar algo genial y al despertar sigas teniendo la misma vida aburrida de siempre.

¿Qué soñé?

En que Chloe me besaba de nuevo y no teníamos que preocuparnos por mi primo ni por ningún miembro de mi familia.

Seguía en la misma posición, me daba algo de pereza el cambiar de lugar.

Escuché unos pasos y me imaginé que era Chloe, en serio que estaba apunto de abrir mis ojos pero algo me detuvo.

-¿Qué haces aquí?- Escuché como se iba acercando a mi.

Y fue justo donde sentía el peso donde se daba a saber de que ella se había sentado en el sillón.

-No puedo entenderte, de verdad que no logro entender que es lo que sientes. No sé si me amas o no, en un segundo me estás besando y diciendo que sientes algo por mi, pero en un parpadeo ya estás alejada. ¿Por qué? Yo siento demasiadas cosas por ti y tú al hacer esto solo me estás confundiendo y lastimándome. Pero como puedo ver no lo notas. Eres un caso perdido al cual me trae loca. Aquí la pregunta es ¿algún día dejarás de ser así? Es increíble que te esté diciendo todo esto cuando estás dormida y no despierta para que me mires con esos ojos azul oscuro y me digas cualquier cosa solo como tu lo sabes hacer- Puedo sentir su tacto en mi mejilla.

En esos momentos me puse a pensar en todo lo que había dicho, esas preguntas tenían su respuesta pero desgraciadamente yo no podía dárselas.

No sabía si en cualquier momento yo dejaría de ser tan orgullosa, el mostrarle a las personas de allá afuera que salgo con una chica demasiado hermosa para mi.

Debería estar preparado el desayuno para esta adorable persona, el darle besos de los que te dejan sin aire, conversar, conocerla más.

Pero desafortunadamente me encontraba haciéndome la dormida y escuchando. Sin ser capaz de hacerlo.

Me sentía tan débil.

Tenía que hacerlo, tenía que abrir mis ojos y atacar sus labios, debía de hacerlo. No podía perderla de nuevo.

-Te quiero Beca- Al escuchar eso mi corazón se detuvo por unos segundos, comencé a sudar frío, me había quedado en shock.

El escuchar eso de su parte provocaba eso y mucho más en mi.

-¿Qué tan en serio lo estás diciendo?- Abrí mis ojos para hacer contacto visual, del cual no podría apartar después.

-¿Estás despierta?- Ella se había sorprendido y comenzó a ponerse algo nerviosa.

-Sí, usualmente me despierto cuando alguien me está confesando sus cosas- Dije irónicamente.

-¿Escuchaste todo lo que te dije?- Abre mucho los ojos.

-Solo escuché que me decías que me querías y que no podrías vivir sin mi- Me senté en el sillón mirando al frente para después mirarla a ella.