Capítulo 4

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Sabía que había sido un tanto iluso al creer que, tras su quiebre mental en el fansign iba a quedar en el olvido por todos. Claramente no fue así.

Y lo supo cuando Bang Sihyuk lo llamó a su despacho, en el intermedio del ensayo luego de haber almorzado media porción de ensalada césar.

La habitación era cálida, con sus paredes pintadas de un color té con las cortinas alzadas dejando entrar la luz solar blanquecina. Había un enorme teclado del lado derecho que se conectaba con un escritorio de vidrio lleno de papeles pulcramente ordenados, y Bang Sihyuk reposaba sobre una gran y mullida silla de oficina.

Lo invitó a sentarse, y se colocó en una de las dos sillas frente al escritorio. Si bien el hombre jamás lo maltrató y fueron muy pocas las veces que levantó la voz por algo que había hecho mal, Jin tenía la sensación de ser un adolescente otra vez, y estar en la oficina del director.

El hombre hablaba del suceso de ayer, preguntado lo que había pasado y Jin dio la respuesta que les dio a todos. Que tuvo un pico de estrés, que ya se le había pasado y que estaba emocionado por la serie de musters que se venían en Japón.

Pero algo le llamó la atención mientras hablaba, y era una de las muchísimas fotos que Sihyuk tenía en su despacho. Se encontraba justamente detrás de la cabeza del ceo, y era una foto en donde estaban los siete, el día del debut. Antes de su primera performance.

Lucían pequeños, con sonrisas brillantes y esperanzados. Con sueños infinitos y una alegría inmensa. Él mismo se veía feliz, y un sentimiento cercano a la frustración se apoderó de él, al darse cuenta que sus ojos ya no brillaban así, incluso sobre un escenario.

Los conciertos en Japón iban a ser enormes e importantes para su carrera en el país nipón, y si bien estaba trabajando arduamente, no sentía la emoción que generalmente le consumía cuando se estaba preparando para los conciertos.

Con el solo pensamiento de un futuro tour mundial luego del comeback, Jin solo quería volver a su habitación y dormir hasta el próximo año.

— ¿Seokjin?

Sihyuk se dio cuenta que no le estaba prestando atención, por lo que lo llamó una vez más.

El muchacho parpadeó, enfocando su vista nuevamente en la foto del debut, sin decir nada.

Y como un acto de cobardía, o tal vez valentía, se dio cuenta que no solo estaba triste por la bola de sentimientos con los que cargaba todos los días. Era algo más profundo que estaba socavando incluso con sus ganas por la música.

Sintió miedo de perderse en esa maraña de sentimientos, por lo que en voz alta, con los ojos bañados en lágrimas sin derramar, miró fijamente al hombre que una vez le había dado la oportunidad de cumplir sus sueños.

—Bang pd, —susurró quedamente—creo que no estoy bien.

El robusto hombre asintió solemne, como si supiera lo mucho que a Seokjin le había costado decir esas palabras.

Desde ese día había a comenzado con sus sesiones con la doctora Shin Minah, una mujer de unos treinta años que tenía su consultorio en un bonito edificio ubicado en Gangnam-gu. Atendía pacientes de todo tipo, pero se dedicaba especialmente a adolescentes y jóvenes.

La primera vez que la vio, se sorprendio lo hermosa que era. Con un pelo negro lacio hasta los hombros y un mechón que caía perezosamente sobre sus rasgados y atrayentes ojos oscuros. La piel de porcelana contrastaba con el vestido azul mar que estaba usando, haciéndola ver casi etérea.

Él la miraba fijamente, y ella con una sonrisa se lo hizo notar.

—Es hermosa, objetivamente hablando.

• UNHOLY •《Kookjin》[FINALIZADA]Where stories live. Discover now