• UNHOLY •《Kookjin》[FINALIZADA]

Capítulo 18

Se estaba comportando de forma ridícula, y podría llegar a ser un poco aterrador el que estuviera siguiendo a Jin a su cita con Sungjae. Pero no podía dejarlo ir.

Después de su primer salida con el chico inglés, Jin se veía alegre y feliz, y si con solo una vez de conocerse ya estaba así, Jungkook estaba decidido a no darle más oportunidades al otro chico, para robar el corazón de Jin.

Podían ser amigos, pero nada más. Y él se iba a encargar de que las cosas no llegaran a más allá de eso.

Le tomó un total de dos horas cruzar la ciudad hasta Myeongdong-ga, en dónde el espectáculo "Cookin' NANTA" se iba a llevar a cabo. Había comprado su entrada, y como las filas no eran numeradas, empujando a una señora mayor que lo miró muy mal, se aseguró de terminar sentado, al lado de Jin.

No sabía qué iba a hacer a partir de ahí. Todo su plan se basaba en seguir a Jin hasta el teatro, sentarse a su lado y evitar que estuviera con Sungjae. Y había cumplido con todo, pero no sabía cómo llevar a cabo la última parte de su plan, que se dio cuenta, era un poco precario.

El show inició poco después, con instrumentos de percusión y un show de velas, los cuatro actores en escena logran un sonido suave que iba a ascendiendo en intensidad, hasta que terminó en una representación acrobática y cómica de una cocina.

El hombre más joven, y la única mujer se pusieron a bailar en el escenario, con las luces apagadas y solo una enfocando todos sus movimientos, bien desarrollados y con una gracia típica de años de estudio de danza. Luego todos se pusieron a bailar, y más tarde otra vez ellos dos se quedaron solos.

Vio por el rabillo del ojo a Sungjae tomar la mano de Jin, y acercarse a su oído para decirle algo que le causó gracia a Jin. Estaban muy cerca, más de lo que él jamás esperó que estuviesen con su presencia allí, que se suponía, debía evitar justamente esa clase de acercamientos.

Así que, olvidando el plan —el cual no estaba sirviendo de absolutamente nada— agarró la mano de Jin con fuerza con la suya, y tiró de su cuerpo hasta levantarlo de su asiento.

El mayor estaba a punto de gritarle a quien lo agarró de esa manera, pero su rostro se desfigura por la sorpresa, cuando ve a Jungkook, tomando su mano con fuerza. Sin decir una palabra, el menor tira de él, y lo saca a trompicones de la sala, con la mirada de varias personas sobre ellos.

Esperaba que nadie los reconociera, pero no estaba en posición para temer por ser vistos en ese momento.

Caminó con el mayor detrás suyo por lo que parecía una eternidad, el teatro estaba prácticamente vacío, ya que las dos salas estaban ocupadas y ambos shows no habían terminado. Algún que otro empleado los miró curiosamente, pero no pasó de ello.

No sabía dónde ir, por lo que salió del edificio encontrándose con la plaza de Myeongdong prácticamente vacía.

—¡Suéltame, Jungkook! ¡Me lastimas!

El mencionado se gira, y ve el rostro furioso de Jin, por lo que sus dedos abandonaron su mano. Puede ver que está roja por el constante y fuerte apretón de su propia mano, y se siente culpable de haber lastimado a Jin.

— ¿Qué diablos haces aquí? No, mejor dicho, ¿qué diablos estás haciendo en este momento?

—Yo...

No sabía qué decir, estaba entumecido en el lugar, con el frío calando sus huesos, el cielo oscuro y despejado de mayo, con reticentes montañas de nieve en las esquinas de las calles y las luces de la ciudad encendidas, pero con un brillo tenue por sobre sus cabezas. Todo era tan surreal que se quedó mirando fijamente a Jin, como una gota de color radiante, en el lienzo oscuro que era Seúl.