Eran las diez de la mañana cuando estaba terminando de desayunar. Habían pasado cuatro días desde su escapada al casino, y su visita a Nairobi estaba siendo bastante tranquila. Conoció el Parque Uhuru, del cual tenía una estupenda vista desde su terraza, pero además paseó por algunos centros turísticos de interés, como el Parque Nacional, allí vio por primera vez en su vida un león, al Museo de Karen Blixen y al Centro de Jirafas, en dónde le dio de comer y acarició a una jirafa bebé que chupó su brazo, haciéndolo reír.
En la regalería, compró un peluche de jirafa que iba a darle a Jin en cuanto lo viera, porque sabía que el mayor iba a adorarlo, y se parecía a él.
Su fiel compañera fue su cámara, que captó con su lente todos los lugares que había visitado. A pesar de la emoción de conocer animales salvajes en el Parque Nacional, el Centro de Jirafas le gustó más. Mientras les daba de comer a los animales, los acariciaba y ellos jugaban con él, Jungkook se sintió en paz como hacía mucho no lo hacía.
Apiyo, la jirafa bebé que parecía estar prendada de Jungkook desde que había llegado, lo siguió por todo el Centro mientras le sacaba fotos a las demás. Y al finalizar su estadía, uno de los cuidadores le tomó una foto con ella, en dónde parecía que el animal estaba posando para la cámara.
En el cuarto día, decidió de hacer algo más mundano, y fue al Shopping Westgate. Necesitaba ropa, la que tenía de verano estaba sucia —y una remera rota porque una jirafa intentó comérsela—, por lo que ir al centro comercial no era una mala idea.
Con algunas mudas de ropa, y un bañador y ojotas con los que pensaba estrenar la piscina del hotel, paseó por el lugar, deteniéndose en una tienda de tecnología. Compró una lente para su cámara, y porque sabía que ya era necesario dar señales de vida, también un celular con línea.
Ya era pasado el mediodía, por lo que se sentó en un restaurante y pidió Nyama Choma, que parecía ser una carne asada con acompañamiento típico de Kenia, que resultó ser delicioso.
Tomó su nuevo celular, y marcó el número de la casa de sus padres. Tomó unos minutos conectar la llamada, y sintió una sonrisa al escuchar la voz de su madre al otro lado de la línea.
—Estaba muerta de preocupación, Jeon Jungkook. ¿Dónde demonios estabas? Nadie sabía nada de ti, ni la agencia, ni tus amigos, ni tu manager. Creo que envejecí diez años en estos días.
—Es bueno escucharte también, mamá.
—No juegues conmigo, niño. Estoy molesta. —su madre suspiró, y cuando volvió a hablar se la escuchaba más calmada — ¿Dónde estás? ¿Y de quién es este celular?
—Mío, el otro se ahogó hace unos días —responde Jungkook, dándole un sorbo a su lata de gaseosa — Estoy en Nairobi.
— ¿Nairobi?
—Tienes menos geografía que yo, madre. Kenia.
—Kenia. —repite su madre, con asombro palpable en la voz — ¿Qué demonios haces en Kenia?
—No lo sé, pero me está gustando. Hace calor, la gente es amable y está lleno de animales exóticos.
—Oh dios, te va a terminar comiendo un león.
—Visité un león antes de ayer, y no me comió. Así que no te preocupes.
— ¿Viste leones? —Seyeon sonaba interesada
—Sí, cebras, rinocerontes, chitas. Y fui a un centro de Jirafas en peligro de extinción. Tomé muchas fotos, así que cuando vuelva voy a mostrarte todos los lugares a los que fui.
—Más te vale, luego de hacerme morir de la preocupación, lo menos que merezco es que vengas a Busan a visitarnos. —ella hace una pausa, y Jungkook puede jurar que está sonriendo cuando habla. —Jinnie me llamó. Sonaba abatido.
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• UNHOLY •《Kookjin》[FINALIZADA]
FanfictionJin está enamorado de Jungkook. Lo tiene asumido, y lo padece cada día desde que hizo las paces consigo mismo con respecto a sus sentimientos. Pero vivir y trabajar con la persona que te arranca todos tus suspiros, no es tarea fácil. Y Jin está a p...