Jaime culiao pal pueblo:
— Porfa dime que no lo hiciste — le digo desesperado a la Daniela.
— No me mirí a mi, fue esta weona — apuntó a la Sofía — Además, ya estuvo bueno po Jaime, ¿cuántos años más vai a seguir enganchado del Seungkwan?
— Weona es que no podí — dije pasándome las manos por mi cara con frustración — El Seungkwan ya me odia lo suficiente por lo que pasó el Viernes como para que ahora ustedes le anden tirando mierda. Más encima toda la panda de chinitos en el colegio anda en patota detrás del Seungkwan, como unos guardaespaldas, en especial el Hansol. Así nunca voy a poder acercarme para disculparme.
— Toma — dijo la Sofía pasándome una tijera — Para que cortes tu weá.
— Weona, ¿podí tomarme en serio? — le grité exasperado.
— ¿Yo? No, yo te tomo súper en serio. Tú eres el único que no. — se paró frente a mi, muy cerca — ¿Cuánto tiempo llevai enamorado del Seungkwan, ah? En su tiempo no tuviste el valor para acercarte siquiera y se terminó enamorando del Hansol y tú en vez de retirarte con dignidad y ser feliz por él, actuaste como un pendejo, le agarraste más mala al Hansol y para ponerle la guinda a la torta, le robaste un beso. — suspiró al verme con lágrimas en los ojos — Mira, Jaime. Tú eres mi mejor amigo y te quiero muchísimo, por eso siempre te voy a apoyar en todo y si vamos a ser los malos de la película voy a ser la peor de las maracas, pero quiero que sanes de una vez, deja de forzar las cosas y de actuar como un cabro chico.
— Si, si ya sé — dije ahora llorando. Sé que había sido un saco de weas y no me importaba realmente, porque nunca creí que llegaría a lastimar al Seungkwan. Pero ahora de verdad la había cagado y no podía estar más arrepentido. — Sólo quiero disculparme y alejarme de él para dejar de hacerle daño — la Dani y la Sofía me abrazaron fuerte hasta que logré calmarme.
Me acompañaron al baño de mi casa para poder enjuagarme la cara.
— Mira esos lindos ojitos verdes ahora todos rojos, ¿cuánto mas vas a seguir jugando el papel de weón picante? No tiene nada que ver contigo — me dice la Sofía limpiando una lágrima que inevitablemente resbaló por mi mejilla.
— La verdad es que ya estoy cansado de ser yo — respondo sin ganas, ya estaba chato de tener que usar todos los días ropa tan ancha y fea, los pantalones en la mitad de la raja no eran muy cómodos que digamos, este pelo teñido que tenía me cargaba, quería volver a mi negro natural y volver a ser el yo que hace tanto tiempo sepulté. — Oye Dani.
— ¿Qué pasó? — respondió la Dani desde la pieza.
— Rápame — le dije.
...
Seungkwan:
Me había quedado dormido sobre el hombro del Hansol, escuchaba las voces lejanas de mis amigos y la bulla del patio, pero aparte de eso estaba casi totalmente dormido.
Aún me dolían los ojos de tanto haber llorado, nunca lo admitiría frente a nadie que no fuera el Hansol o mi nana, pero las palabras de esa mina realmente me habían afectado, estuve llorando toda la tarde y si no fuera porque el Hansol se quedó conmigo durante la noche, probablemente también hubiese llorado. Me odiaba por tener una autoestima tan frágil y aunque siempre trabajo en ello, no puedo evitarlo, simplemente no puedo evitar sentirme mal.
Una de las manos del Hansol estaban en mi cintura y me estaba haciendo nanai muy suavecito, eso lograba relajarme de maneras insospechadas, sin embargo, el timbre me sobresaltó.
— Puta la weá — dije con voz cansada, el Hansol me dió un beso en la mejilla.
— Vamos, wawa, queda sólo ésta clase y ya luego podemos irnos a dormir — me consoló mi pololo, una débil sonrisa se asomó por mis labios. La verdad es que me sentía bastante mal, anímicamente mal.
Caminamos hasta el pasillo de Química y esperamos a que la profe llegara, sólo estábamos el Hansol y yo, porque el Minghao acompañó al Jun a su casillero. Todo estaba yendo como normalmente iba, habían grupos de mis compañeras riéndose de alguna weá, algún que otro weón con cara de poto porque se querían puro ir, me incluyo, la Toty y la Caro bailando canciones de Twice mientras la cantaban en un coreano amorfo y empezaban a reírse como enfermas cuando la Toty se sacó la chucha por estar moviendo el poto con Like ooh ahh, lo típico. Pero lo que no era usual era que alguien llegara tan atrasado al colegio que sólo alcanzara a entrar a la última hora y dada la casualidad de que ese alguien fuera un Jaime totalmente cambiado, con un polerón de uniforme de su talla, los pantalones bien puestos, su cara afeitada y rapado, lo más desconcertante es que se había rapado las chascas teñidas que andaba trayendo, lo único que conservaba de su antiguo look eran sus piercings en la oreja pero ni con eso, no se parecía en nada al weón picante que todos conocíamos, se veía decente y hasta bonito.
Caminó con miedo hacia donde estábamos el Hansol y yo, todo el curso nos miraba expectantes, yo empecé a prepararme para peliar terrible brigido y el Hansol lo único que hacía era apretar su agarre sobre mi cintura.
— ¿Qué querí? — preguntó el Hansol antes de que diera un paso más cerca de mi.
— Yo... quería disculparme — empezó el Jaime, dejando a todos, incluído a mi, sorprendidos. — Con los dos. Sé que he sido un saco de weás y que no hay justificación para lo que pasó el Viernes. Quería decirte lo que me ha estado pasando para actuar así. — toma aire y parece a punto de ponerse a llorar, si no estuviera tan enojado por su culpa, sentiría hasta pena — Tú...desde siempre me has gustado. — ¿Qué? — Desde que llegaste en séptimo, siempre, siempre me gustaste. Pero me daba vergüenza hablarte o siquiera acercarme a ti y antes de que me diera cuenta, te habías enamorado del Hansol y yo en vez de tomarlo con madurez, fui un completo saco de weás con los dos, pero ahora...la cagué, ni siquiera mis sentimientos justifican que la haya cagado, mi intención nunca fue lastimarte. — soltó el Jaime, todo de golpe. Yo no tenía palabras. — Y Hansol...sorry por haber besado a la fuerza al Seungkwan, eso fue maricón. Si algo de honor me queda, les prometo que nunca más voy a webearlos.
Dicho eso, el Jaime desapareció por el pasillo, parece que había ido al colegio sólo a disculparse. Yo no pude decir nada al momento, pero su disculpa/confesión me dejó impresionado y al parecer al Hansol igual porque podía ver su carita de "no entiendo qué weá acaba de pasar". Seguía molesto, muy molesto con el Jaime, pero había algo que me hacía sentir identificado con él, yo no sé que sartalá de weás habría echo yo si el Hansol se hubiese enamorado de otra persona, sentía pena y enojo, quería arreglar todo esto y al mismo tiempo me cuestionaba si acaso ese weón se lo merecía. Pero en el fondo me sentía impresionado, porque no creía ni remotamente que esa fuera la razón del Jaime para ser saco de weás conmigo y el Hansol, sentía una profunda empatía con el Jaime de algún sentido.
ESTÁS LEYENDO
a vo te pagan por aweonao 🍃 verkwan
KurzgeschichtenÉl era un chino cuico, y el otro un gringo muy weón. 🍃 Very c h i l e n s i s 🍃 Fluff 🍃 Verkwanposting 🍃 Hansol aweonao 🍃 Seungkwan queen 🍃 Actualizaciones irregulares ;-;